Fernando Cano-Romero. Pregonero de la Semana Santa de Sevilla

"Mis pregones son hablados, éste será el primero escrito por exigencias del guión"

  • El primer pregonero jerezano de Sevilla afronta con orgullo la cita con el Teatro de la Maestranza · Este cofrade, número 1 de La Coronación, asegura que pese a la distancia "Jerez siempre va conmigo"

Fernando Cano-Romero ha repartido su vida entre Jerez y Sevilla. Entre medias se alza la ciudad de Granada, desde donde encamina sus pasos a Jerez y de aquí a la capital hispalense una vez concluidos los estudios de Derecho a finales de los años 50. Nació en Jerez el 8 de mayo de 1937 y desde el pasado 6 de noviembre es el pregonero de la Semana Santa de Sevilla. Locuaz en el verbo -no en vano no suele escribir sus intervenciones- vive con la ilusión de un chiquillo y con la experiencia vital de un hombre maduro los días previos a su exaltación.

- ¿Es su nombramiento como pregonero un sueño cumplido?

- Lo soñé muchas veces... pero hace ya muchos años. Mi nombre se barajó de forma insistente. De los tres grandes pregones de Sevilla, el de la Semana Santa, la Exaltación de la Eucaristía y el de las Glorias Marianas, tan sólo me falta por dar el primero. En los otros dos, por lo visto, no lo hice mal cuando soné. Después se dieron una serie de circunstancias que provocaron que mi nombre dejara de sonar.

- ¿Llegó a perder la esperanza?

- Llega un momento en que pasan los años y llega una cantera de cofrades jóvenes que, además, tienen dotes de buenos oradores. En ese momento ya ni mantienes ni pierdes la esperanza. Simplemente te dices que ese momento ha pasado.

- En verano comenzó a sonar...

- Cierto. Veraneo en Sanlúcar y, al volver a Sevilla en septiembre me vi que estaba en el centro de muchos rumores. No voy a negar que algo me llegó a Sanlúcar pero la verdad es que no le di importancia. Cuando se la di fue cuando me percaté de la insistencia de los mismos y sobre todo cuando un amigo, cuyo nombre me guardo, me felicitó por anticipado.

- ¿No hubo pista definitiva?

- Quizás el 5 de noviembre, la previa al nombramiento, cuando una persona completamente ajena al Consejo me consultó si iba a estar en casa al día siguiente.

- ¿Es usted de los que tenían escrito el Pregón?

- ¡Qué va! Jamás he escrito un Pregón. Le he cantado a la Virgen de Valme en Dos Hermanas, a Consolación en Utrera, a Regla en Chipiona, a Los Ángeles en Montequinto, Hiniesta de Sevilla, a El Carmen de Jerez, a la Pura y Limpia del Postigo y hasta a la Cabalgata de Reyes del Ateneo entre muchas otras y jamás he escrito nada. Yo hablo. No leo. Lo más que he llegado a escribir ha sido una sentencia de autor para ser absolutamente fiel a la misma.

- Pero esta vez será distinto...

- En esta ocasión he escrito el Pregón por exigencias del guión. No en vano, la obra se presenta al día siguiente de su celebración.

- ¿Cómo afronta este notable cambio de hablar a leer?

- Bien. Quienes están más preocupadas son mis hijas, que no cesan de repetirme "¡Pero papá, si tú nunca has leído!". No voy a negar que hay una inquietud familiar.

- ¿Cómo será el Pregón de la Semana Santa de Sevilla?

- Será un Pregón sin verso ni poesía ya que no me considero poeta. Al final llevará lo que podríamos calificar como algunos párrafos de prosa rimada.

- ¿Cuál será su hilo argumental?

- El Pregón tiene una misión clara: prologar lo que va a suceder, narrar cómo vive Sevilla la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro señor Jesucristo. El Pregón no puede evadirse del contexto en que será pronunciado. Le diría que el Pregón tiene que hablar de lo que tiene que hablar. Frente a lo inmutable, como que La Borriquita abre la Semana Santa desde la Colegiata del Salvador y La Soledad la cierra en San Lorenzo, está lo cambiante. Las hermandades, a qué negarlo, ya no son las mismas que hace treinta años.

- ¿Cómo le llega el nombramiento?

- Es muy peculiar. Se sigue el protocolo marcado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías. El pregonero es nombrado, el secretario llama al interesado y le pasa con el presidente. Es él quien te dice que has sido designado pregonero de la Semana Santa de Sevilla. Fue por unanimidad de la junta superior y los cargos generales. El nombramiento fue rápido pues la reunión comenzó a las cinco y media de la tarde del 6 de noviembre y a las seis menos cuarto ya lo sabíamos.

Al utilizar la primera persona del plural se refiere al más íntimo de sus amigos, el empresario hostelero Alfonso Rodríguez, propietario del internacionalmente conocido Catering Alfonso.

- ¿Cómo lleva el hecho de ser el primer pregonero jerezano de la Semana Santa de Sevilla?

- Es un orgullo ser el primer jerezano que se sube a ese atril. La relación de Jerez con Sevilla es especialmente estrecha. Los siglos de dependencia de la Archidiócesis dejaron en Jerez un amplio legado religioso y cultural. Además, otras ciudades gaditanas han tenido pregoneros en Sevilla, caso de Cádiz con José María Pemán, Chiclana con Antonio Moreno Andrade o Arcos con Antonio Murciano.

- Imagino que un nombramiento de ese calibre habrá tenido repercusiones en Jerez.

- La verdad es que me he sentido muy apoyado y respaldado desde el primer momento por mi Hermandad de la Coronación y por la Sacramental de Santiago.

- Pasemos a hablar de Jerez. ¿Qué recuerdos guarda de su infancia?

- Nací en el barrio de Santiago y mi infancia, adolescencia y juventud las viví en Jerez. Los estudios primarios los cursé en el Colegio del Patronato en la calle Ponce y el Bachillerato en los Marianistas cuando estaban en la Porvera. Me examiné del Preuniversitario en el Instituto, que fue donde el recordado don José Cádiz Salvatierra me inyectó la fiebre, la afición, por el arte. Después vinieron los estudios de Derecho en Granada. Volví a Jerez y aquí me quedé hasta 1973. Nunca, jamás, he renegado de mi tierra sino todo lo contrario: he hecho gala de mi jerezanismo por donde quiera que he ido.

- También es usted hombre de larga tradición cofrade...

- Pues sí. Mire usted, cuando nací era costumbre bautizar nada más nacer. Pues bien, mi padre me hizo hermano de La Coronación esa misma noche. También soy hermano de la Sacramental de Santiago, de los Dolores y del Cristo del Amor, además de fundador de la Hermandad de la Buena Muerte. En Sevilla, soy hermano de La Macarena, Los Estudiantes, La Cena, la Hiniesta, San Gonzalo y, de gloria, de la Pura y Limpia del Postigo del Aceite.

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