La plantilla de Urbaser, concesionaria del servicio de limpieza urbana, acordó ayer en asamblea iniciar una huelga indefinida a partir del próximo lunes 13 de junio. El motivo, según señaló el presidente del comité, Juan Manuel Cazalla Castro, es “la pérdida de derechos que nos hemos encontrado en la la propuesta del nuevo convenio, unos derechos que los hemos conseguido tras muchos años de lucha y trabajo”. Así, el nuevo gobierno municipal se encontrará con su primera huelga sólo dos días después de tomar posesión de sus cargos, siempre y cuando no haya soluciones. De momento, con la intención de ir acercando posturas y conocer en profundidad el problema, la alcaldesa electa, María José García-Pelayo, se reunirá el viernes con el comité de Urbaser.

Según Vicente Carlos Fernández, miembro del comité, “la empresa nos viene achacando en la negociación del convenio una situación de crisis que, desde nuestro punto de vista no entendemos, ya que la crisis nos la puede achacar de aquí a ocho años para atrás, puesto que es cuando ha acumulado una deuda de impago con el Ayuntamiento. Pero a día de hoy, después de haber firmado los acuerdos con Diputación, Ayuntamiento y Ajemsa, la empresa, que sí es verdad que no está cobrando la totalidad, pero sí parte de la deuda y del corriente, no nos puede achacar situación de crisis alguna ya que, precisamente en los últimos años, en auténtica situación de crisis, es cuando se han firmado algunos de los mejores convenios que ha tenido esta plantilla”.

Así, reclaman para 2011 aplicar la subida del IPC sobre su sueldo y, para 2012, la del IPC más dos puntos. Del mismo modo, debido a la merma de 60 trabajadores eventuales a lo largo de los últimos años, reclaman igualmente la creación de 30 puestos de trabajo en dos años.

El comité pide “disculpas” a la ciudadanía “por lo que nos aboca a hacer la empresa, ya que nosotros no queremos una ciudad sucia” y recuerdan que “el compañero barrendero, el de recogida, el de la cuba y los de los demás servicios no tenemos culpa de la precariedad que sufrimos” y denuncian que no pueden terminar de limpiar los barrios o los sectores marcados en su ruta “porque los van salteando para que un mismo barrendero se vea en dos o tres puntos diferentes, y eso se refleja en los barrios, que sufren dejadez y encima eso los ciudadanos lo achacan a los barrenderos, cuando nosotros no tenemos culpa de la situación de precariedad de limpieza que tiene Jerez como así lo ha corroborado el informe de la OCU”.