El Jerez Industrial escaló ayer hasta la segunda posición y se jugará el liderato el próximo fin de semana en el Arturo Puntas Vela ante la UD Roteña. Tras las siete primeras jornadas, sólo los rojillos son mejores que un Jerez Industrial que va sacando adelante sus partidos con enorme trabajo y acumulándose los problemas. Ayer, los blanquiazules ganaron al Chiclana Industrial pero perdieron a su meta titular Alejandro, a quien se le salió el hombro izquierdo. El primer examen, realizado sobre el mismo verde de La Juventud, indicaba que el meta deberá estar no menos de dos semanas en el dique seco.

Lo de este Jerez Industrial tiene un mérito enorme. José Antonio Luna tiene que esquivar todas las semanas contratiempos y montar un equipo competitivo pese a que su plantilla no está todo lo compensada que quisiera. Una vez más, varios jugadores acabaron con problemas físicos: Andrés, que ya venía de una semana cruzada, se tuvo que retirar cojeando, Costilla aguantó mal que bien en el terreno de juego y algunos más acabaron con varias heridas de guerra. Lo dicho, estar segundos aunque sea a estas alturas de temporada tiene su mérito aunque quede un mundo y, probablemente, el sitio del Jerez Industrial no sea pelear por el ascenso.

El partido contra el Chiclana Industrial se puso de cara nada más comenzar. Lo único que ganaron ayer los chiclaneros fue el saque inicial. Veinte segundos después ya iban a remolque tras una jugada construida en la banda izquierda y finiquitada por la derecha después de un cambio de juego magistral de Costilla, el futbolista que mejor ve el fútbol en su equipo aunque a veces sea disperso en su fútbol. La ejecución también fue de fábula. Borja Ochoa recogió el balón en el pico del área y lanzó un derechazo que se coló junto a la cepa de su palo derecho. Un golazo.

El Chiclana Industrial acusó el golpe y los de Luna pudieron dejar sentenciado el partido en los primeros cinco minutos, pero Barberá no tuvo ayer su tarde y sus dos remates con la derecha se le fueron por encima del larguero.

Incomprensiblemente, el cuadro local desapareció del mapa y el Chiclana Industrial, sin hacer nada del otro mundo, tomó el mando del partido. Andrés se metió demasiado atrás y Juanjo y Costilla, las otras dos piezas del tridente, no se escalonaron, creando un hueco en la medular que los visitantes supieron interpretar aunque sólo crearon una ocasión en el minuto 42' en la que intervinieron Alejandro y Manu Macías para evitar el empate. Primero, el portero blanquiazul rechazó el remate a bocajarro de Fuster, el balón salió rechazado hacia el delantero y tomó la trayectoria de la portería, por donde apareció Manu para despejar en la misma línea de gol.

Despertó con esa ocasión el Jerez Industrial, que tuvo dos claras ocasiones antes del descanso en el mismo minuto. Primero, Quintero remató cerca de la escuadra un saque de esquina de Costilla y acto seguido Borja lanzó por encima del larguero un gran servicio de Manu Rodríguez.

El Jerez Industrial sentenció el choque al inicio de la segunda mitad. Se suele decir que el fútbol es para listos y Costilla fue ayer el mejor de su clase. Barberá forzó una falta en la frontal del área, Maye comenzó a colocar una barrera que nadie había pedido y Costilla, con un toque sutil, mandó el balón al fondo de las mallas con el portero visitante en el otro palo colocando su barrera.

Con el partido sentenciado, la peor noticia fue la lesión de Alejandro. El meta se lanzó a su izquierda en un lanzamiento lejano de Billa, cayó en mala posición y sufrió una luxación de hombro. Luego, el técnico visitante fue expulsado perdiendo los nervios al protestar un gol de Maikel que el colegiado anuló por fuera de juego -que no pareció- y Chiqui Reyes, que había sido sustituido minutos antes, se las tuvo tiesas con varios aficionados locales.

Hasta el final, el Jerez Industrial falló un rosario de ocasiones. Manu Rodríguez lanzó una falta al palo, Maye evitó el tercero tras un cabezazo de Luis Lara y Juanra falló a puerta vacía.