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Biden anuncia ayudas a Ucrania y amenaza a Rusia con un mayor aislamiento

  • El vicepresidente de EEUU visita Kiev para reiterar su apoyo a la ex república soviética frente a la presión de Moscú.

El Gobierno de Estados Unidos anunció un paquete de ayuda de 50 millones de dólares a Ucrania, coincidiendo con una visita del vicepresidente Joe Biden a Kiev en la que reiteró su apoyo a la ex república soviética al tiempo que volvió a amenazar a Rusia con un mayor aislamiento. 

En un comunicado difundido en Washington, la Casa Blanca apuntó que el paquete está dirigido a apoyar al país en su senda de reformas políticas y económicas y a reforzar las relaciones con Estados Unidos, así como contribuir a la "seguridad y estabilidad" de la ex república soviética. La mayor parte del dinero iría destinado a esas reformas, mientras 8 millones se asignarían a asistencia militar no letal a las fuerzas armadas ucranianas y a la guardia fronteriza. Washington ya firmó un crédito por 1.000 millones para salvar al país de la bancarrota. 

Biden prometió ayuda económica y política, entre otras cosas para que Ucrania sea más independiente de los envíos de gas por parte de Rusia para evitar así "presiones económicas injustas". Al mismo tiempo, advirtió a Moscú que podría verse más aislado internacionalmente si sigue apoyando a los activistas en el este de Ucrania. "Ninguna nación debería amenazar a otro país con la concentración de sus tropas en la frontera y desestabilizar así la situación", dijo citado por agencias de noticias. Moscú debe dejar de apoyar a los enmascarados uniformados que ocupan edificios, señaló durante un encuentro con el jefe de Gobierno ucraniano, Arseni Yatseniuk

Biden pidió también al nuevo Gobierno pro-occidental de Kiev combatir de forma más intensa "el cáncer de la corrupción". "Esta es una segunda oportunidad para realizar la promesa original de la Revolución Naranja", dijo a los diputados ucranianos en Kiev, en referencia a los levantamientos de 2004 y 2005. El vicepresidente estadounidense subrayó que las elecciones presidenciales previstas para el 25 de mayo son las más importantes en la historia de la antigua república soviética. Sin embargo, los disturbios en el este del país ponen en peligro la realización de esos comicios. Además, expertos estadounidenses asesorarán a Ucrania sobre la forma de cubrir su necesidad energética, después de que Moscú subiera considerablemente el precio del gas en Kiev tras el derrocamiento de Viktor Yanukovich. 

Biden también se reunió en la capital ucraniana con el presidente de transición, Alexander Turchinov, así como con parlamentarios de todas las partes del país. El dirigente instó a las fuerzas pro-occidentales a mantener la unidad nacional y trabajar juntas por una nueva Constitución que tenga en cuenta las necesidades de todos los ucranianos. Turchinov prometió llevar a cabo las reformas hacia la descentralización de poder, pero advirtió que la mayoría de los ucranianos apoya un estado unificado y están dispuestos a defender su país contra una agresión militar rusa. Además acusó Rusia y las "fuerzas terroristas" de no cumplir el acuerdo alcanzado en Ginebra la semana pasada y ocupar otra comisaría de la policía. 

Previamente, Estados Unidos había amenazado a Rusia con más sanciones y "un alto coste" si Moscú no toma medidas para cumplir con el plan de paz para Ucrania acordado en Ginebra la semana pasada, que contempla el desarme de los grupos paramilitares del país y el abandono de los edificios y plazas ocupadas. Rusia exige que también entreguen las armas las agrupaciones ultranacionalistas y cercanas al gobierno. 

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) urgió también a Kiev también a poner en práctica ese acuerdo. El presidente del organismo, Didier Burkhalter, señaló en Viena que las autoridades ucranianas tienen que "redoblar sus esfuerzos para planificar, preparar y comenzar con la puesta en práctica" del convenio. En la misión de la OSCE participan también cinco rusos destinados a Kiev y Járkov, informó la organización. Los observadores llegaron a la ciudad de Slaviansk, en el este del país controlado por activistas prorrusos. Los separatistas les garantizaron la cooperación, pero se mostraron escépticos de que la OSCE pueda realizar una investigación objetiva. La OSCE pidió la puesta libertad de los jefes de policía de Kramatorsk, que se encontrarían en manos de activistas armados. 

Y desde en Moscú, el jefe de Gobierno ruso, Dmitri Medvedev, garantizó a los empresarios locales protección frente a posibles sanciones de Estados Unidos o la Unión Europea (UE) y dijo, en un discurso ante el Parlamento, que las ayudas económicas a Crimea no perjudicarán al resto de territorios rusos. Por otro lado, Rusia prohibió durante cinco años la entrada al país de un líder de los tártaros de Crimea, Mustafá Yemilev, crítico con Moscú. Además, según el diario on line de Kiev Ukrainskaya Pravda, se prohibió a los medios de Crimea mencionar su nombre. El diputado del Parlamento ucraniano rechazó con vehemencia la anexión de Crimea por Rusia, internacionalmente criticada. 

Mientras tanto, Radio Vaticano informó que el Papa recibirá al jefe de Gobierno ucraniano Arseni Yatseniuk el próximo sábado en una audiencia de unos 30 minutos. El secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, aseguró que Francisco siempre intervendrá cuando esté en peligro la paz, ya sea mediante palabras o con "su eventual y probablemente sorprendente presencia en escenarios de conflicto". 

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