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Bush autoriza las operaciones en Pakistán sin el permiso de Islamabab

  • EEUU notificará al Gobierno pakistaní cuándo efectuará los ataques, pero no pedirá su consentimiento · El primer ministro de Pakistán asegura que no permitirá las incursiones.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha autorizado a las fuerzas armadas y a los servicios secretos de EEUU para lleven a cabo ataques en Pakistán sin pedir el permiso del gobierno paquistaní, informó hoy el New York Times.

Según este diario, EEUU notificará al gobierno de Pakistán cuándo efectúa ataques y redadas en territorio paquistaní, como hizo la semana pasada en un pueblo cerca de la frontera con Afganistán donde murieron una veintena de personas, "pero no le va a pedir permiso".

Esta información coincide con la expuesta por el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, almirante Michael Mullen, quien propuso una nueva estrategia en Afganistán que incluiría operaciones en el otro lado de la frontera con Pakistán.

En un discurso ante el Congreso, Mullen afirmó que había pedido "una nueva y más integral estrategia militar para la región" que cubra ambos lados de la línea fronteriza y subrayó que Estados Unidos debe trabajar estrechamente con Pakistán "para eliminar los refugios del enemigo".

Por su parte, el primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, reiteró que su Gobierno no permitirá incursiones de soldados estadounidenses para luchar contra la insurgencia en su territorio.

"Somos una nación responsable y la posición del Gobierno y de las Fuerzas Armadas respecto a las acciones de EEUU es muy clara", aseguró Guilani en declaraciones recogidas por medios paquistaníes.

Por otro lado, el jefe del ejército pakistaní, el general Ashfaq Parvez Kayani, también envió un mensaje claro al afirmar que "la soberanía y la integridad territorial" de su país serían "defendidas a toda costa".

El general Kayani expresó su preocupación por una operación transfronteriza llevada a cabo por fuerzas extranjeras el pasado 4 de septiembre, en la que murieron 15 paquistaníes.

Durante la última semana, el aumento de los ataques estadounidenses sobre la región limítrofe con Pakistán ha provocado indignación entre los miembros del gobierno y el ejército paquistaníes.

Ahora, la estrategia que sugiere el almirante Mullen aumentará la presión sobre el nuevo presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, a medida que intenta lidiar su propia batalla con los militantes del país.

Según expuso ante el Congreso Mullen, los militantes de Afganistán y Pakistán están librando una batalla común. "Desde mi punto de vista estas dos naciones están inextricablemente unidas por una insurgencia común que cruza su frontera", dijo.

"Podemos detener y matar a extremistas cuando cruzan la frontera paquistaní... pero mientras no trabajemos estrechamente con el gobierno de Pakistán para eliminar los refugios desde los que operan, el enemigo seguirá regresando", declaró.

Pero el mensaje de Kayani fue claro: "No hay ningún acuerdo ni convenio con las fuerzas de la coalición que les permita llevar a cabo operaciones en nuestro lado de la frontera", afirmó.

El discurso del almirante estadounidense llega sólo un día después de que el presidente George W. Bush anunciara que enviaría a Afganistán unos 4.500 soldados más antes de febrero de 2009.

Y mientras Canadá confirmó este miércoles que retiraría sus tropas de Afganistán, la oficina de Naciones Unidas en Kabul anunció que está previsto que el ejército afgano prácticamente duplique su plantilla.

Aunque no está claro en qué plazo de tiempo se implementará el refuerzo, el enviado especial de la ONU a Afganistán, Kai Eide, precisó que el objetivo era alcanzar más de 130.000 soldados, frente a los actuales 70.000.

Según Eide, la decisión supone un paso enorme para lograr que el gobierno de Afganistán pueda gradualmente tomar el relevo de la seguridad en el país.

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