La participación jerezana en la Bienal de Flamenco de Sevilla continúa discurriendo por los diferentes espacios escénicos de la muestra hispalense, que ha contado con una amplia representación de la tierra desde el pasado 3 de septiembre cuando arrancó oficialmente.

La última pincelada de Jerez llegará a través de dos tocaores, Santiago Lara y Gerardo Núñez, que una vez más tratarán de dejar lo más alto posible el pabellón guitarrístico. El primero de ellos tomará parte en la Bienal por segunda edición consecutiva. Si hace dos años su sonanta hizo vibrar el patio de butacas del Teatro Alameda, en esta ocasión el espacio será mucho más sugerente, aunque quizás más arriesgado. Será en el antiguo convento de Santa Clara (19.00 horas), un lugar que cumple casi las mismas características que el Palacio de Villavicencio del Festival de Jerez y que ha sido una apuesta de la nueva directora de la muestra, Rosalía Gómez. Así pues y siguiendo las mismas pautas que en su tierra, el guitarrista realizará un concierto solista en acústico, quizás "lo que más me preocupa porque no sé cómo va a sonar".

Santiago asume la responsabilidad que implica "tocar en un sitio como la Bienal, a la que estoy agradecido por confiar nuevamente en mí", pero no por ello "estoy más nervioso que cuando lo hago en otro sitio. Lo importante es que al público le guste y se vaya todo el mundo contento", sugiere el joven artista.

El menor de los Lara tiene programado "un concierto solista de unos ocho o nueve temas", en los que alternará piezas "de mi primer y segundo disco. Haré cosas de 'El Sendero de lo Imposible' y de 'Sentimientos Nuevos', pero todo en mi línea, es decir, con soleá, tarantas, granaínas, fandangos, en fin, un poco de todo", destaca. Para dicha enmienda sólo se rodeará "de las palmas de Javier Peña y de Rafa Ramos, el resto corre de mi cuenta".

El tocaor jerezano pretende así "reivindicar un poco la guitarra de concierto. Hoy en día no se respeta como tal esta faceta porque en ocasiones se venden como concertistas a guitarristas que luego solamente hacen bulerías y tangos. La guitarra de concierto no es sencilla porque estar una hora tocando y que la gente no se aburra no es fácil. A la vista está que eso sólo lo hacía Sabicas, ya no lo hace ni Paco de Lucía, que siempre mete a otros músicos para complementar", relata.

"Para mí es un desafío estar tanto tiempo encima del escenario sólo con la guitarra. Por todo esto quiero agradecer la confianza depositada en este tipo de propuestas por parte de la Bienal, porque actualmente la guitarra solista tiene cada vez menos protagonismo y creo que se puede disfrutar igual. Hay artistas muy buenos y creo que se deberían promocionar más".