Cultura

"La religión es la novia con peor suerte del mundo, la ha abrazado cada anormal..."

  • El humorista y actual colaborador del programa 'El Intermedio' presenta esta noche en la sala Anfiteatro 'Que Dios nos pille confesados', un monólogo teológico que pone rumbo al Paraíso

Que Dios nos pille confesados, el humorista Dani Mateo llega a Anfiteatro a salvar las almas de los gaditanos que esta noche quieran acercarse a la sala de la punta de San Felipe a escuchar su monólogo. Irónico, corrosivo, ácido, este catalán de voz inconfundible repasará el listado de pecados capitales para marcarnos la senda correcta hacia un Paraíso, cada vez, más devaluado.

-¿Se confesará o nos confesará?

-Vengo a confesaros a vosotros. Pero es una confesión muy discreta, ni siquiera pido que pongáis en alto los pecados. Este espectáculo lo bueno que tiene es que, además de ser un espectáculo de humor, es un trámite para ya asegurarse la vida eterna que, tal y como está el mundo, pues va a venir fenomenal. Además, es muy fácil, solo tienes que arrepentirte. Vamos a hacer un arrepentimiento general para salir de allí limpios y a disfrutar.

-¿Qué nos ofrece su vida eterna? Porque si es como ésta...

-Yo creo que con que no haya prima de riesgo... Ahora mismo se está poniendo muy fácil lo del Paraíso, hasta están empezando a quitarle cosas. Le están quitando moqueta, decoración, comodidades..., porque con no tener hipoteca, ni prensa, ay, perdóname (ríe), ni prima de riesgo, ni Merkel se puede tener un paraíso apañado.

-Desde que comenzó con este monólogo teológico, ha pensado eso de "con la iglesia hemos topado".

-Bueno, creo que viniendo de El Intermedio ya tenía margen. A ver, lo que sí recomiendo es que si eres alguien con un sentimiento religioso, digamos, clásico, mejor no vengas. Si crees en las sagradas escrituras al pie de la letra, si te pones muy nervioso cuando en un chiste aparece Jesucristo o el Papa, pues no vengas porque vas a sufrir. Ahora, eso no quiere decir que no pueda venir gente religiosa, de hecho, yo me considero una persona religiosa, pero a mi manera. Probablemente me considero más religioso que muchos que llevan sotana. Si tú tienes una forma especial de entender la espiritualidad y te hace un poco de gracia el detalle, pues vas a disfrutar. Reconozco que a mí la religiosidad me hace mucha gracia porque tienes cosas muy cómicas. Creo que, afortunadamente, cada vez hay más gente dispuesta a reírse de lo ridículo que tiene la religión, porque tiene mucho de lo que tiene el ser humano de ridículo. Es el reflejo de lo que somos.

-Quitando a los Monty Python y dos o tres felices excepciones más, ¿nos tomamos demasiado en serio la religión?

-Yo creo que en España especialmente, bueno, ¿y dónde no?. Creo que hay mucho cinismo alrededor de esto. Como dijo aquel: "Por sus hechos los conoceréis". Lo que cuenten me la trae un poco floja si, luego, hacen todo lo contrario. Pero les va bien. Me parece que en muchos sitios la religión se ha convertido en una especie de club social de poderosos. Ejerce, digamos, la misma función que el golf que es, bueno, una excusa para quedar y ya allí pues decidir qué hacer con el mundo, con la gente, quién vive, quién no... Esa forma de vivir la religión me parece que es la forma peor de traicionarla pero, curiosamente, es la más extendida.

-Tomando declaraciones de ciertos representantes de la iglesia, ¿saldría un buen monólogo?

-Claro, de hecho, son mucho mejores monologuistas que yo. No aspiro a ser tan gracioso como el obispo de Alcalá de Henares, por ejemplo, o como cualquier imán de estos iluminados, cualquier miembro del Tea Party ¡o Mitt Romney!, que es un mormón que se presenta a las elecciones de Estados Unidos. ¿Le vamos a dar el botón de una bomba a un tío que pone en duda la teoría de la evolución de las especies? ¡Es muy fuerte! Vaya donde vaya la religión creo que ha tenido muy mala suerte con la gente que la ha abrazo, creo que es la novia con peor suerte del mundo, la ha abrazado cada anormal... Pobrecica le han metido mano una cantidad de gañanes tremenda. Una pena.

-¿Hay algún terreno vedado para el humor?

-Tienes que poder reírte de todo aunque yo no me atrevo con todo. Yo soy un poco salvaje y reconozco que para mí el humor es, un poquito, una religión. La vida es tan graciosa que tomársela en serio es no entenderla, entonces, cuando veo a gente capaz de hacer chistes con según qué tema a mí me hace mucha gracia y alucino, y con temas duros, como la enfermedad, la muerte, el sufrimiento... Hay gente que con eso hace humor y lo hace muy bien y sirve de terapia pero hay que ir con mucho cuidado. Yo creo que, igual, no tengo el talento suficiente para atreverme con según qué temas porque soy muy torpe y entiendo que si alguien está pasando por una situación difícil y suba un tío a hacer un chiste sobre eso... No sé, hay que hacerlo muy bien... Si consigues que el que lo está padeciendo se ría contigo, entonces sí, hazlo.

-¿Qué le hace gracia?

-Todo. Otra cosa es que a veces me quiten las ganas pero siempre hago lo posible para recuperarlas. No sé si existe un dios pero si lo hay lo que nos dio es la risa. Es un bálsamo y lo tenemos gratis. Además te ayuda a superar situaciones difíciles. No sé, yo me imagino que hay muy pocas cosas que te pueden impedir que te tires de un balcón y yo me juego los huevos a que alguna vez ha pasado que un tío allí asomado al balcón, a punto de saltar, y que se le escape un pedo. O estarse grabando con el móvil la declaración final antes de matarte pero que te entre la risa esa de cuando te equivocas cuando te grabas... Ahí tienes que decir ¡hostias! Reírte y meterte otra vez para dentro de casa.

-Es periodista de formación, ¿no?

-Deformación, una deformación de periodista es lo que soy yo (ríe). Sí soy periodista pero no he ejercido nunca, no me ha dado por ahí y la vida me ha llevado por otros derroteros. Al final también hablo de la vida pero yo me encargo de contar la vida con ojos de idiota, que también es necesario, es una perspectiva interesante. Está bien ser Iñaki Gabilondo pero también necesito la visión de Chiquito de la Calzada, Faemino y Cansado, El Risitas... Necesito esos puntos de vista para compensar la gravedad con la levedad. También es verdad que creo que no servía para lo otro.

-Entonces, ¿qué opina de esa nueva creencia de que los cómicos están haciendo mejor periodismo que los periodistas?

-(Ríe) Lo que ocurre es que los cómicos tenemos las manos un poco más libres. Yo no creo que se haga mal periodismo en este país porque haya malos periodistas, será que hay malos medios de comunicación. Hay muy pocos sitios donde los buenos, enormes, periodistas que tenemos puedan ejercer porque ya todo son mega empresas que atienden más a los intereses de los accionistas que del lector, también porque el lector... Bueno... Es difícil hablar de esto pero creo que la gratuitad ha traído cosas buenas pero otras malas, por ejemplo, ha implicado una pérdida de calidad tremenda. El lector que ya no paga por lo que lee, sin saberlo él, se está condenando un poco a que no le puedan contar lo que debe saber.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios