Reserva flamenca

"Para mí el cante es todo, no sé ni clavar una puntilla, sólo cantar"

  • Manuel Moneo relata con entusiasmo su último premio recibido, la XX Palma de Plata, y solicita un mayor protagonismo en su tierra: "Aquí quedamos dos o tres y sin embargo nunca se acuerdan de nosotros"

Manuel Moneo Lara (1950) sigue siendo el patriarca de una dinastía con peso en el cante de Jerez. Con más de cuarenta años de trayectoria, el de La Plazuela aún saborea el último premio otorgado, la Palma de Plata Ciudad de Algeciras, un reconocimiento recibido el pasado viernes. A sus 62 años, el jerezano es una reliquia de los cantes de su tierra, unos cantes en los que conserva la tradición o lo que él llama "cante gitano andaluz" y que aliña con apuntes maireneros que domina como nadie.

-Está usted de enhorabuena con este último premio recibido...

-Sí, hombre, es algo que uno siempre recibe con alegría. Agradezco que se hayan acordado de mí y me hayan dado este premio. La verdad es que estoy muy contento de que se haya valorado mi carrera profesional, pasamos un buen ratito.

-Se acuerdan de usted lejos de su tierra, y ¿en su Jerez?

-Nadie es profeta en su tierra, será por eso que se acuerdan más por ahí que aquí en tu misma tierra. Aquí se han dado muchos premios pero a mí desde que me dieron la Copa Jerez no me han dado más. A cualquiera le han dado el Premio Nacional de Cante pero a mí no. Pasará lo que pasa siempre que se acordarán de mí cuando me muera. ¿Para qué querré yo esos honores entonces?

-¿Cómo lleva esto de la crisis?

-La crisis la estamos notando los artistas como yo, porque los que tienen el enchufe con los políticos no tienen problemas. Ahora a lo mejor tienen menos cosas que antes, pero las siguen teniendo, mientras que de nosotros nunca se acuerdan. Aquí parece que los que cantan bien trabajan menos, y los que cantan mal, más.

-Siempre ha criticado eso, sigue todo igual por lo que veo, ¿no?

-Hombre, claro y es una pena porque esto es la cultura de un pueblo y no se puede perder. Deberían proteger más al que canta bien y al que conoce bien el cante, no que ayudan a los que no tienen ni idea. Es así y desde Manuel Torre para acá siempre ha pasado, porque los que cantaban bien pasaban fatigas. Hoy sale cualquiera y de momento está arriba, y luego lo coges y no sabe hacer ni compás. Para hacer compás por soleá le tienen que amarrar las manos, están tiesos (risas).

-¿Encuentra alguna explicación a todo eso?

-Ya no sabe uno que pensar. Mi pueblo ha tenido ese don y ha dado al cante musicalidad y cantaores, más que en toda Andalucía junta, pero hijo, luego no te dan el sitio. En cambio va uno a Zamora, Valladolid, Cáceres, Madrid y Barcelona y te dan todos los honores. Si hay que hablar de cante en Jerez hay tres o cuatro personas nada más, y deberían ser la bandera, pero no, vamos muy poco a poco. Será porque hay mucha gente en mi pueblo y pasa como cuando llega la vendimia, que todo el mundo quiere trabajar.

-¿Hasta qué punto tiene que ver en todo esto la política?

-Mucho, la política le ha hecho mucho daño al cante porque al meterse ahí han empezado a cantar los cantaores de enchufe, y ha hecho que los que salgan a flote sean ellos, no los que cantan bien. De momento te dan 30 festivales y te tiran para arriba, y eso que van a esos festivales cantando las mismas letras. Es una lástima porque luego hay cantaores como Agujetas que están olvidados en el cante.

-¿Qué echa de menos en el cante actual?

-Muchas cosas, porque ya no se canta de verdad, no se canta con el alma. Los jóvenes nada más que hacen cantar cuplé y cosas raras, ya meten hasta las comparsas para cantar por bulerías (risas). Pero ¿qué ha pasado con el cante? Yo no sé pero hoy en día se confunde a la gente porque hasta Ketama dicen que es cante, eso es moderno, pero no cante gitano.

-O sea, que todo está desvirtuado...

-Te voy a decir un ejemplo. Antes el que venía a cantar a Jerez venía con respeto, y había algunos que ni venían, pero eso se ha perdido, ahora se atreve cualquiera, aunque cante fatal. Se aprenden dos canciones y ya se creen que son mitos, y a lo mejor no saben lo que es una malagueña, una soleá, un martinete o una debla. Además, tampoco tienen vergüenza, cantas tú y cantan detrás tuya. Antes íbamos a los tabancos o a alguna fiesta y nos poníamos a escuchar a los que cantaban, había una jerarquía. Mi padre Pacote me decía, 'házmelo otra vez' y le cantaba yo tres veces la misma letra. Pero hoy no, hoy dicen ¿quién es el que canta más malamente en Jerez? Fulano, y de ese aprenden.

-Se le ve poco por las peñas, ¿por alguna razón en particular?

-Las peñas se deberían de mojar un poquito más en esto del cante, pero no lo hacen porque llevan a cantar a cualquiera. En mi tierra hay quince peñas y yo he cantado en dos peñas. Todo el mundo dice 'el Moneo es el mejor', pero luego no me llaman para cantar. La última vez fui a Los Cernícalos porque me dieron la insignia y fue en 2009. A mí las peñas ni me hablan porque si me dijeran, 'Manuel que no hay dinero', ya veríamos cómo lo hacíamos, pero no, no te hablan siquiera.

-¿Cree que la gente necesita escuchar más cante en las peñas?

-Yo creo que sí, pero en las peñas y en los teatros. El año pasado hicimos lo de VORS y se llenó Villamarta, y es más, si pone un día más, se llena también. Eso es lo que hay y cabe en cualquier teatro, además, estoy seguro que lo llevas a Sevilla, Madrid o Barcelona y se llena. El problema es que después no nos llevan. La gente está deseando escuchar cante bueno, pero los managers no nos llaman.

-¿Se ha planteado dejarlo?

-Si te soy sincero sí. A mí me dan ganas de dejarlo todo y cantar nada más con mi gente. Lo he pensado y muchas veces, cuando uno se acuesta y piensa en lo mal que está todo se vienes abajo.

-¿Antes era más difícil hacerse cantaor?

-Yo creo que sí. Yo soy de los que pienso que para ser cantaor hay que pasar muchas fatigas y para hacerse un hueco hay que salir de Jerez y codearte con todo el mundo. También te tiene que tocar Dios como ha pasado con mi hermano Juan, que antes de cantar ya está la gente levantada, porque canta bien y canta bonito. Eso es una cosa que le ha mandado Dios y yo me tengo que partir la camisa para cantar por seguiriyas o por soleá.

-¿Qué añora de tiempos pasados?

-Todas esas reuniones que teníamos antes en las que se formaban unas buenas fiestas. Veo que la gente no tiene alegría y eso es una pena.

-Y eso a qué se debe, ¿a esta crisis de la que tanto se habla?

-Es un poco de todo, porque está cambiando mucho la vida. Antes había más unión, nos veíamos más y cantábamos más. Ahora hay mucha envidia, mucha maldad. A un cantaor de antes no le importaba reconocer que otro cantaba bien, pero ahora no, ahora van a perjudicarte. No hay comunicación ni compañerismo entre los artistas porque eso no es nada malo. En mi caso parece que soy un cantaor que molesto por cómo canto, pero contra eso no puedo hacer nada.

-¿Qué es para usted el cante?

-Para mí el cante lo es todo, yo no sé nada, ni siquiera clavar una puntilla, sólo sé cantar. Dios me ha mandado saber cantar y eso es lo que sé hacer, por eso quiero que me den mi sitio.

-¿Por qué nunca ha cantado pa bailar?

-No lo sé, quizás porque nunca me gustó salir de mi tierra y antes para cantar atrás había que salir. Puedo presumir de ser un cantaor que siempre he estado delante, y quizás sea el único cantaor en España que no ha cantado pa bailar a casi nadie. La única vez que lo hice fue con Manuel Morao y su espectáculo cuando me tocó cantarle a Sara Baras. Ella todavía se acuerda de eso y dijo una vez en el Canal Plus que el mejor que le había cantado pa bailar era Manuel Moneo, eso para mí es un orgullo.

-¿Para cuándo un disco?

-Me gustaría hacer una recopilación de todas las cositas que tengo buenas o hacer un disco en solitario, que para mí sería el disco de mi vida.

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