Steve Kahn. Fotógrafo

"La fotografía es una forma de vida, como el flamenco"

  • "Se tiene el mal concepto de que la fotografía es algo que todo el mundo puede hacer", señala el norteamericano.

Steve Kahn (California 1946) es el autor de las fotografías sobre flamenco que hasta finales de mayo podemos contemplar en la Galería Sánchez de Lamadrid, en la calle Pozo del Olivar nº 19. Ya conocimos su trabajo en aquella singular exposición de 2009 “Flamenco Project” que, con la sabiduría del desaparecido Paco de Río, Cajasol produjo.

En 1968, con 22 años, Steve llegó a Morón de la Frontera buscando al tocaor Diego de El Gastor para perfeccionar con él sus estudios de guitarra, que compaginaba con los de física en su California natal.

Al bajarse del autobús en aquella España de los sesenta lo primero que le sorprendió fue el olor a aceite, tabaco negro y a azahar; el enorme ruido de las motos y los gritos de los niños jugando en la calle… “Fue como llegar a la Luna”.

-¿Le sigue pareciendo esto la Luna?

- No... La Luna pero con mucha más luz. No, es España, peor.... (risas). Es complicado, pero si quieres mi opinión. Vine a España cuando era un joven de 22 años para estudiar flamenco y tenía una visión romántica. La forma de vivir, la música, la cultura, la comida, la bebida... todo era muy diferente a mi vida en Los Ángeles hasta ese momento. Todo era muy impresionante. Diego de El Gastor me acogió con mucha generosidad, como si fuera familia y me ayudó en todo.

-¿Le dio ventaja ser un “guiri”?

- Sí, fue mucho más fácil porque las limitaciones... Los gitanos tenían una vida con muchas dificultades, había muchas diferencias de clases y étnicas. Los gitanos tenían muchas suspicacias de los españoles en el pueblo. Pero de nosotros no sé por qué no las tenían. Podíamos entrar en sus familias, en sus fiestas, sus problemas, con nuestras cámaras.

-¿Qué queda de aquel joven que ansiaba descubrir el mundo? ¿En estos casi 50 años el mundo es el que ha cambiado o ha cambiado usted?

-Los dos, claro. Todo está cambiado aquí en España. Y yo también... En aquel entonces yo creía que podía cambiar algo. Ahora estoy aquí sentado, charlando, tocando un poco la guitarra... pero ya no es mi tiempo. 

-En este mundo tan global, ¿quedan paraísos auténticos? ¿Están en la música, en el arte, en la cultura...? ¿El flamenco ha cambiado tanto?

-Es una cuestión difícil. Mira, la pureza es una idea romántica. Está conectada a la edad pasada. Por mi parte tengo interés en la música, en el arte, en todo lo que tiene una honestidad. ¿Quién puede decir lo que es honestidad o no lo es? Lo que lo es hoy para mí, mañana deja de serlo. Esa es mi realidad. Para mí el flamenco hoy no es como el flamenco antes. Pero tampoco antes el flamenco era igual en unos sitios que otros. Pero el propósito ahora es diferente, porque hoy se puede ganar dinero con el flamenco y en los 50 y 60 era muy difícil. El mundo ha cambiando y el flamenco no es tanto del pueblo y sus raíces.

- Años sesenta: flamenco puro y fotografía en blanco y negro. ¿Qué echa de menos casi 50 años después en plena era digital?

-No nos podemos poner en frente del cambio. Para mí tiene mucho interés todo lo que supone nuevos valores. Desde hace tiempo llevo digitalizando mis imágenes anteriores incluso antes de photoshop. Me gusta trabajar en digital. El nivel que se consigue es muy alto. Y para mí es mejor que trabajar con líquidos, tengo mucho más control al hacer las cosas. Es un proceso imparable. Te permite vivir la fotografía de “segunda experiencia”. La experiencia de la vida cuando tomas la foto y la segunda experiencia cuando trabajas en la creación.

- ¿En qué proyectos fotográficos está trabajando ahora?

-Los dos últimos años estoy imprimiendo ediciones digitales de mi obra desde los setenta al año dos mil que me marché a Nueva York, porque tengo mucho interés. Porque hay muchas de mis obras que están hechas pero no impresas. Y ahora la estoy completando. Era interesante ver mi obra con ideas diferentes, ojos diferentes, técnica diferente. Es una manera de continuar mi faceta de artista. La fotografía es como el flamenco, una forma de vida, una forma de pensar, de mirar...

- Una muestra de su obra se expone estos días en la Galería Sánchez de Lamadrid, toda una aventura empresarial que intenta acercar fotografía de calidad a una ciudad como Jerez. ¿Qué consejo le daría a la galería desde su visión neoyorkina o americana?

-Hay que hacer siempre con tu vida lo que quieras hacer. Si puedes. Espero que pueda continuar en estos momentos difíciles.

 

-Está haciendo proyectos interesantes y conectándolos no sólo con España sino con el resto del mundo. Y eso es lo que creo que debe hacer, conectar con el mundo.

 

España no tiene tradición de colecciones privadas de fotografía. Y hoy en día se tiene el mal concepto de que la fotografía es algo que todo el mundo puede hacer, como el arte abstracto. Pero hay que distinguir la fotografía como “accidentes” y la fotografía como lenguaje y forma de expresión.

-Una última pregunta, ¿y la física...para cuándo?

- Para nunca... hubiera sido perder la vida.

Tras la entrevista tengo el privilegio de recorrer con Steve Kahn la exposición de sus fotografías en la Galería Sánchez de Lamadrid y escuchar anécdotas y comentarios de cada una. Y al terminar coge su guitarra y se pone a tocar... Diego de El Gastor, sin duda, hizo bien su trabajo…

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