"El padre Quart (el cura guapo) y Macarena Bruner volverán a pasear por Sevilla. Creo". Con estas palabras confirmaba ayer en Twitter el proyecto que había desvelado horas antes la agencia Efe: la adaptación al cine de La piel del tambor, la novela que publicó en 1995 y que ya inspiró una serie de televisión protagonizada por Roberto Enríquez, Quart. El hombre de Roma. El nuevo filme, que estará dirigido por el colombiano afincado en Chicago Sergio Dow, se filmará en España e Italia, aunque aún no está claro que se ruede en la capital andaluza, escenario fundamental de la narración: desde la Sevilla Film Office aseguraron a este periódico que no tenían constancia de que esta producción recalara en la ciudad. Dow, que admitió estar fascinado por el material servido por el autor, del que destacó el "hábil desarrollo" de su obra, la "riqueza" de los personajes y su "exquisito sentido del humor", no es el único que ha sucumbido a los encantos de un novelista con la virtud de conectar con el público. Éste es un breve repaso a las diversas, no siempre acertadas, relecturas que desde la gran y la pequeña pantalla se han hecho del autor de El asedio.

El maestro de esgrima. El propio autor se implicó en un guión que ganó el Goya. Es una de las mejores adaptaciones de su obra, gracias a la mano experimentada de Pedro Olea y la dignidad con que Omero Antonutti encarnaba a Jaime Astarloa, ese maestro de esgrima cuya vida se altera con la llegada de una dama, Assumpta Serna en uno de los papeles más destacados de su carrera.

La tabla de Flandes. La cinta que dirigía Jim McBride (Gran bola de fuego) y protagonizaba Kate Beckinsale ratificaba el éxito internacional que había alcanzado Pérez-Reverte. Pero el narrador no quedó contento con las licencias del filme: llegó a lamentar que su intriga sobre el secreto que esconde el cuadro de un maestro flamenco se convertía en "un tebeo barato con una trama infantil".

Cachito. El escritor concibió el relato corto Un asunto de honor con la voluntad expresa de que alguien lo acabara adaptando al cine. Enrique Urbizu se hizo cargo de orquestar el idilio entre un hombre rudo que no es sino un pobre infeliz (Jorge Perugorría) y una jovencita (Amara Carmona) en una ruta por bares de carretera que tenía a Sancho Gracia como villano.

Territorio comanche. Nadie como Pérez-Reverte podía escribir con mayor legitimidad sobre el trabajo de los corresponsales de guerra. Su potente reflexión sobre el papel de los medios ante el dolor ajeno, con Sarajevo como trasfondo, cayó en manos de un tibio Gerardo Herrero. Carmelo Gómez, Imanol Arias y la argentina Cecilia Dopazo protagonizaron un drama que no proponía sólo una mirada al conflicto de Bosnia, también hablaba de la amistad en situaciones extremas.

La novena puerta. Para el cartagenero, El club Dumas era uno de los títulos preferidos de su producción, una obra cuya redacción le otorgó confianza para sentirse en sus comienzos parte del mundo literario. Pero su versión no le hizo justicia, pese al deslumbrante equipo: nada menos que Polanski en la dirección -en un género que se le da tan bien como el thriller- y un reparto con grandes como Johnny Depp y Frank Langella.

Gitano. Era el primer guión original de Pérez-Reverte, otra historia de perdedores que se enfrentan con dignidad a un destino adverso, en este caso un músico que sale de la cárcel tras una condena por un crimen que no ha cometido. Joaquín Cortés y Laetitia Casta participaban en una aventura que no salió bien: incluso el autor fue denunciado por plagio, acusación que siempre ha negado.

Alatriste. El novelista confió en su amigo Agustín Díaz Yanes, que además de cineasta es historiador, para llevar a la pantalla un Alatriste "hiperrealista" que iba a reflejar "la decadencia del imperio" español. La ambiciosa producción y un entregado Viggo Mortensen no lograron que cuajara una película que, tal vez, debería haberse ceñido a un solo libro y no concentrar varios, dando la impresión de cierto rumbo errático.

La carta esférica. Imanol Uribe, que había escrito una versión de Cachito que no convenció al escritor, llevó a la pantalla la búsqueda de un barco hundido en el siglo XVIII. Aitana Sánchez-Gijón y Carmelo Gómez se pusieron a las órdenes del director para una película con la que Uribe quería homenajear a la literatura de Melville o Stevenson y a las aventuras que marcaron su infancia.

Quart, el hombre de Roma. Tener como reclamo uno de los textos más conocidos de Pérez-Reverte no ayudó a que la serie triunfara entre la audiencia. Roberto Enríquez encabezaba, como el padre Quart, un reparto que también incluía a José María Pou y Ana Álvarez, quien daba vida a Macarena, especialista en arte e imposible objeto de deseo del sacerdote.

La Reina del Sur. Pérez-Reverte se acercaba al mundo del contrabando y el narcotráfico a través de la peripecia, ambientada entre México y España, de Teresa Mendoza, a la que interpretaba en la serie Kate del Castillo. La ficción funcionó mejor en Estados Unidos y México que en España.

Alatriste (la serie). El Capitán Alatriste cobra una nueva vida en una superproducción que emitirá Telecinco y que cuenta con el aval de tener a Enrique Urbizu como director de los dos primeros capítulos. Aitor Luna (Los hombres de Paco, Gran Reserva) toma el testigo del gran Viggo Mortensen.