Cultura

Lo que contaban los trovadores y los movimientos migratorios

  • Rafael Valencia, Vicenç Beltrán y Josep Lluís Martos cierran una intensa jornada alfonsí

La tarde continuó con Rafael Valencia, profesor de Historia de Al-Andalus y Literatura Andalusí de la Universidad de Sevilla, que ofreció una conferencia sobre ‘Lo árabe en la corte de Alfonso X’, presentado por el exgerente (ya jubilado) de la Fundación Fernando Domínguez, que confesó ver este año el congreso “desde otro punto vista, ya que ahora me da tiempo a seguir todas las charlas”. Domínguez, que ha compartido algún que otro bocata de calamares con Valencia ya que lo conoce “desde hace 41 años y un día”, hizo una cariñosa introducción del autor, quien ha dedicado gran parte de su obra al estudio de la época medieval, “es un referente del arabismo español”, y otra parte “a su querida” Sevilla.

El profesor apuntó que lo árabe en la época de Alfonso X tiene muchas imbricaciones, y es algo residual en la historia de la península. “Ha terminado la reconquista, de tal modo, que los restos de Al-Andalus eran vasallos del rey de Castilla. Es una relación de fronteras que no tiene nada que ver con el siglo X. Ahora queda algo de mudejarismo”. Enfrentamientos, mezclas de todo tipo, en un conglomerado donde las circunstancias han cambiado: elementos cristianos que pasan a ser árabes, ahora hacen lo contrario. Un ejemplo: Alonso Pérez de Guzmán lucha con los almohades, como un soldado almohade, y una vez que acaba, sin futuro, vuelve a la península. Una época, “con mucho poderío”, en la que emigran familias y establecen poderes en otras localidades, como hizo Sevilla en Ceuta. Otras gentes menos pudientes emigran al sultanato nazarí de Granada. Otros, muy ricos, se quedaron en su ciudad y compraron el cambio de nombre. Esto supuso una debacle económica para el Valle del Guadalquivir y problemas de repoblación, pero un enriquecimiento del norte de África. Del XIIIal XV también se produce una transferencia de conocimientos que abarca todos los aspectos de la vida, literatura, formas de vida, de organización y las técnicas de traducción. Valencia calificó a Alfonso X, como “un hombre muy válido, con una idea de país muy definida, así como de universidad, aunque no la consiguiera”. 

Por su parte, Vicenç Beltrán, catedrático de Literatura Española y Filología Románica de la Universidad de Roma-La Sapienza, habló de ‘Los trovadores provenzales en la corte alfonsí’, y fue presentado por Ana Rodríguez Tenorio. Un “apasionado” de los trovadores, como así se reconoció el autor, que hizo un repaso de la función de estos personajes y describió  a los que estuvieron en contacto con Alfonso X, que provenían de lugares dispares. Explicaban con sus poemas, por ejemplo, cómo debía ser el amor o cómo debía ser un buen rey, trabajos en los que ponían ‘dedicatorias’ con fechas, ubicación y personas con las que se encontraban, lo que ha permitido construir la historia de estos trovadores. Por supuesto, en estos versos también hay mucha sátira en la que se pone verde al clero, a los abusos de los grandes  señores o a la falta del buen juicio del pueblo llano cuando ofendía al señor. Poemas de política interior, de cortesía, de amor y de cohesión social. Todo con el fin social de la poesía. Poetas adelantados a su época que crearon una doctrina que revolucionó a la Europa occidental siglos después. 

Cerró la jornada Josep Lluís Martos, profesor del Departamento de Filología Catalana de la Universidad de Alicante, que charló de ‘La cosmografía en época de Alfonso X’, introducido por Jesús Fernández Palacios. Martos habló del interés por la astrología y la astromagia de Alfonso X, presentes en muchas de sus obras.  

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