Cultura

En los confines del mar

  • La serie de Makoto Yukimura adapta un tono ágil y muy violento en su viaje a la Europa del siglo XI para narrar las aventuras de los vikingos.

Vinland Saga, 2. Makoto Yukimura. Planeta. 232 páginas. 12,95 euros.

Lejos del Japón feudal de los jidaimono o tebeos históricos del país del sol naciente, Vinland Saga, la serie de Makoto Yukimura, se desplaza a la Europa del siglo XI para narrar las aventuras de uno de los pueblos guerreros por excelencia, los vikingos. Y lo hace con un aliento épico y una atención al detalle realmente encomiables. Ya desde el principio, Yukimura establece un tono ágil y muy violento, en sintonía con los gustos actuales, que arrastra al lector sin pausa por los mares tormentosos y los aún más tormentosos campos de batalla de una época sin ley. Pocas veces se ha visto tanta carnalidad en las viñetas de época, y eso que, en estos primeros episodios, la acción no alcanza aún la temperatura de lo que está por venir. No por casualidad, la serie comenzó su andadura en una cabecera juvenil, Weekly Shonen Magazine (entre abril y octubre de 2005), y pasó después a otra destinada a un público más adulto, Afternoon (desde diciembre de 2005 hasta la actualidad).

Dice la información sobre Vinland Saga que el tebeo usa distintas fuentes literarias como el Libro de Flatey, la Saga de losGroenlandeses o la Saga de Erik el Rojo, manuscritos islandeses medievales que contienen los hechos históricos de los reyes nórdicos y dan fe del descubrimiento y colonización de América por parte de los vikingos. El protagonista es Thorfinn, hijo de Thors, un mocoso que sirve a las órdenes del propio asesino de su padre, el comandante Askeladd, con quien ansía batirse en duelo para ejecutar la venganza familiar. A este argumento se sumará más adelante la invasión vikinga de Inglaterra y la llegada al poder del joven rey danés Canuto el Grande, amén de diversas complicaciones y subtramas que enriquecen el conjunto. Y es que, en última instancia, Vinland Saga es una historia de personajes, un fascinante culebrón en la mejor tradición del manga.

Las batallas, los duelos y los enfrentamientos verbales se complementan con el lirismo de los paisajes, y el ansia de sangre contrasta con el deseo de alcanzar una tierra legendaria situada al oeste, "mucho más cálida que Islandia (…), una nueva tierra con verdes y ondeantes prados y rebosante de frutos", en donde los hombres puedan establecerse en libertad. Ese lugar es Vinland, que significa sencillamente "tierra de prados" y, claro está, es también el nombre norteño de América. Mención aparte merece el dibujo de Yukimura, tan realista como permite la estética manga. Si el guion resulta sólido, no cabe duda de que la estética es el verdadero punto fuerte de Vinland Saga. A un storytelling vertiginoso, Yukimura (y su equipo de colaboradores, no acreditados) añade una cuidada caracterización, una ambientación minuciosa, fruto de un excelente trabajo de documentación, y un hermoso entintado que dota de vida a las imágenes.

Nominada al premio Manga Taisho en 2008 y ganadora del Gran Premio de 2009 en el Japan Media Arts Festival, Vinland Saga presume de ventas millonarias en Japón, y se prepara ya para convertirse en un fenómeno en el resto del mundo.

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