Julio de la Rosa. Músico

"El premio va para casa de mis padres, así que el Goya se queda en Jerez"

  • Después de intentarlo hace dos años con la película 'Grupo 7', el jerezano ganó el sábado su primer Goya en la categoría de Mejor Música Original gracias a su trabajo en 'La isla mínima'.

A la segunda fue la vencida. El binomio compuesto por el director Alberto Rodríguez y el músico Julio de la Rosa (Jerez, 1971) fue por fin reconocido en los Goya gracias al resultado de 'La isla mínima' que se trajo para Andalucía un total de diez premios. Entre ellos, el que lleva la firma el jerezano es el de Mejor Música Original, misma candidatura que defendió hace dos años con 'Grupo 7' y no pudo ser.

-La pregunta de rigor, ¿esperaba llevarse el Goya este año?

-No. Sabía que tenía ciertas posibilidades pero también que competía con grandes como Gustavo Santaolalla con dos Oscar, Roque Baños con tres Goyas, y Gaigne con cuarenta años a sus espaldas. Como nominado me consideraba con un 25% pero ya había ido cambiando porcentaje en función del currículum de ellos y yo me hacía con un 9% de posibilidades y mira tú por donde que me lo he llevado.

-¿Y cómo se le queda el cuerpo a un 9% que termina ganando?

-Muy contento, ya no solo por el premio y el reconocimiento personal, sino por la alegría que sabes que le estás dando a tu familia, a la gente que te quiere, esos que sabes que están gritando y pegando un salto en el sofá.

-Ha trabajado bastante con Alberto Rodríguez, ¿llegaron a coincidir en la facultad?

-Sí, nos conocimos en esa época y por eso la alegría es aún mayor, ya que nos reconocieron a un puñado de amigos que llevamos haciendo películas desde hace muchos años. Él, Alberto, ha sabido mantener a su equipo a lo largo de los años como el buen grande que es.

-Después de cuatro películas con Rodríguez, ¿cómo se fragua la colaboración para La isla mínima?

-Alberto y Rafael Cobos (el guionista de la película) me enviaron el guión y a partir de ahí fuimos hablando, como siempre. Cada vez hablamos menos porque nos conocemos más, entonces ya basta con una simple conversación. En cuanto me envían los primeros montajes me pongo a currar y ya pues meses y meses de pin-pon, de música y montaje, montaje, montaje. Casi como un castillito de arena.

-Siempre se habla y se conoce la dificultad de la construcción de la película pero poco se suele hablar de cómo se cocina una banda sonora, ¿cuánto tarda?

-En mi caso, y puesto que Alberto trabaja despacio, suelo tardar entre tres meses o tres meses y medio en hacer una banda sonora. En este caso creo que fueron seis o incluso más porque es el tiempo que tardó en montar la película. Hasta que no se cierra el montaje yo no puedo terminar mi labor porque trabajo en paralelo a ellos, por eso me llevó eso, más de medio año.

-Una película muy cuidada con un argumento visual y estético muy currado. Defíname la música que acompaña a ese ambiente.

-Había que hacer una música que además de apoyar narrativamente mostrara cómo el mal se puede esconder detrás de cualquier cara conocida, a pesar de ser una cara afable. Había que mostrar eso. En parte era uno de los encargados de ir contando al espectador ese tipo de cosas... La música tenía que ser turbia y tener algunos momentos de tristeza para manipular al espectador y que fuera sintiendo algo.

-¿Orgulloso con el resultado?

-Muy contento.

-La gala del pasado sábado pasará además a la historia por tener un marcado acento andaluz.

-La verdad es que se gritaba en la gala más de lo habitual, y eso era porque estábamos todos los andaluces allí (risas). En Andalucía ya se sabe que el arte es algo que no nos falta, nos pueden faltar otras cosas, pero el arte desde hace siglos viene siendo así. Esto es solo una prueba más.

-Derrumbando clichés.

-Claro, aunque los clichés es algo que nos ponen los demás. Nosotros sabemos lo que hacemos y lo que somos, pero está bien que la mayoría de la gente se entere de que en Andalucía hay muchas cosas más aparte de sevillanas, ¿no?

-Se han hecho muchas valoraciones de la gala de los Goya desde fuera pero, ¿cómo es desde dentro?

-Esta es la segunda a la que voy y si te soy sincero no me enteré de nada, tío. Yo veía delante de mí hablando a Banderas pero yo no me estaba enterando de nada de lo que decía don Antonio. Estaba pendiente de que iba a salir mi premio en breve y no sabía si me lo iban a dar o no y no paraba de darle vueltas a las palabras que tenía que decir, a las personas a las que tenía que agradecer... La verdad es que fue bastante estresante.

-¿Sabe dónde va a poner el Goya?

-Se lo tengo que llevar a mis padres a Jerez y que los pongan ellos donde quieran. Este Goya va para mi ciudad.

-¿Nuevo disco a la vista?

-Ando componiendo. Llevo un tiempo con nuevas canciones y a ver si una vez que pasen estas tres semanas de jaleo me vuelvo a poner con ello.

-También produce el disco de Helena Goch.

-Sí, que además es mi chica y sale hoy. La verdad es que estamos muy contentos porque las primeras canciones han tenido mucho éxito. Ha quedado un disco muy bonito, objetivamente.

-¿En qué momento ha llegado el Goya en su vida?

-En un momento de felicidad, básicamente por haber conocido a Helena, así que creo que es un premio a todo esto.

-¿Le oiremos en alguna otra película próximamente?

-En abril se estrena, cambiando de registro, 'Sexo fácil, películas tristes' dirigida por Alejo Flah con Quim Gutiérrez, Marta Etura, Carlos Areces...

-¿Qué fue lo primero que le dijo a Alberto tras ganar el Goya?

-Creo que ni siquiera nos dijimos nada, nos miramos y nos dimos un abrazo. No hizo falta más.

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