Cómics

Contra Dios y el demonio

  • 'La secta', recuperado por la editorial ECC, presenta el enfrentamiento de Batman contra el diácono Joseph Blackfire y sus mortíferos acólitos.

Batman: La secta. Jim Starlin, Bernie Wrightson. ECC. 352 páginas. 18,95 euros.

Entre los trabajos escritos por Jim Starlin para DC a finales de los 80, destaca la miniserie La secta, protagonizada por Batman. Y destaca, sobre todo, porque el artista encargado de plasmar sus ideas fue el sin par Bernie Wrightson, uno de los dibujantes más influyentes de la industria estadounidense. Muy conocido por su fenomenal aportación al género de terror (siguen brillando con fuerza las ilustraciones para Frankestein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley), Wrightson realizó incursiones esporádicas en el terreno de los superhéroes desde que, allá por 1971, diera vida a La Cosa del Pantano junto a Len Wein. Hacia 1988, fecha de edición original de La secta (en original, The Cult), quedaban pocas trazas de sus queridos Frazetta o Ingels en el estilo de Wrightson, pues hacía ya tiempo que este había desarrollado una estética propia, y una versión más suelta de la misma (a ratos, descuidada) fue la que usó el dibujante en este y otros cómics del mainstream. Recordemos que, por aquellos años, se publicaron varios trabajos superheroicos de Wrightson: las novelas gráficas Hooky (1986, protagonizada por Spiderman y escrita por Susan K. Putney) y ¡El gran cambio! (1987, enésima pelea entre Hulk y la Cosa, escrita por Starlin), las dos para Marvel; además de las miniseries La secta y The Weird (1988), ambas con Starlin, para DC.

La secta exhibe aún la enorme sombra de El regreso del Caballero Oscuro, de Frank Miller, y presenta el enfrentamiento del héroe contra el diácono Joseph Blackfire y sus mortíferos acólitos, una suerte de turbador culto religioso dispuesto a erradicar el crimen de Gotham. Starlin sirve una historia violenta y macabra que permite a Wrightson lucirse en la descripción del inframundo urbano, con escenas de auténtica pesadilla. Hay que decir que el volumen de ECC mejora de modo notable las anteriores ediciones en nuestro idioma y tiene el aliciente de incluir otras dos soberbias aportaciones del dibujante a la mitología de Batman. La primera de ellas es Splash, un relato de Ron Marz ilustrado por Wrightson, con tintas de Kevin Nowlan, que extrañamente se había quedado en un cajón en DC; y la segunda, el ya mítico número 7 de Swamp Thing (1973), escrito por el citado Wein.

Por último, y ya que hoy la cosa va de Batman, aprovecho para comentar un nuevo tomo de la compilación de la larga etapa de Grant Morrison al frente del personaje. En esta ocasión se trata de La resurrección de Ra's Al Ghul, especie de paréntesis colectivo anterior a Batman R.I.P. Digo colectivo pues esta saga, que devuelve a la vida al demoniaco supervillano creado en su día por Dennis O'Neil y Neal Adams, está compuesta por los números 168 y 169 de la serie Robin, los 838 a 840 de Detective Comics, los 670 y 671 de Batman, los 138 y 139 de Nightwing, el Annual 26 de Batman y el Annual 7 de Robin (publicados entre 2007 y 2008). Así que solo un par de episodios son propiamente de Morrison, los demás lo firman una miríada de guionistas y dibujantes, lo que le resta cierta consistencia al conjunto.

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