Cultura

Adiós al genio del humor absurdo

  • El carismático intérprete, director y cómico Pedro Reyes fallece a los 53 años de un infarto en su casa de Valencia. Nacido en Tánger, forjó en Huelva su carrera profesional.

Actores, cómicos y representantes del mundo de la cultura lamentaron ayer la muerte del humorista Pedro Reyes, fallecido de un infarto a los 53 años de edad el martes en su casa de Valencia. Nacido en Tánger, Reyes se crió en Huelva -ciudad natal de su madre-, donde forjó su carrera profesional. Sus inicios en el mundo de la comedia, del teatro y de los sketches están directamente vinculados con la ciudad donde pasó su infancia y adolescencia y donde coincidiría con Pablo Carbonell, junto al que integraría el grupo teatral Centuria. 

Con Carbonell, que aseguró ayer que Reyes "bien se merece una calle en Huelva", recorrió la provincia onubense haciendo teatro y humor desde la costa hasta la sierra. A Huelva volvería años más tarde para realizar varias representaciones con Marcos Arizmendi (otro humorista onubense) de la obra Vaya par de 3, en la que ambos demostraron todo su ingenio. 

Como Pedro y Pablo formó con Carbonell una pareja artística que dio sus primeros pasos profesionales en Sevilla, antes de trasladarse, a comienzos de los años 80, a Madrid. Allí alcanzaron popularidad nacional gracias a su aparición en varios programas de Televisión Española, incluido el recordado La bola de cristal. En solitario, Reyes realizó diversas incursiones en la dirección teatral -fue a su vez autor de varias obras dramáticas- y cinematográfica -tras el galardonado cortoEl niño pollo, preparaba su primer largometraje-, amén de continuar su actividad escénica como humorista. Su última función fue el pasado domingo en el Teatro Alameda de Málaga, donde interpretaba la obra de teatro Taxi junto a Josema Yuste, quien ayer aseguró a Canal Sur que su muerte "ha sido un mazazo" y ha llegado en un momento en el que Reyes "estaba feliz".  

En Twitter, el hashtag Pedro Reyes se convirtió ayer en trending topic poco después de que el propio Carbonell diera la noticia en esta red social. "Me acaban de anunciar que Pedro Reyes, mi compañero y amigo, ha muerto esta noche. Era un gran cómico y buena persona. Descansa en paz", escribió. A Carbonell le respondió el actor Antonio Banderas, quien dijo sentir "enormemente" la pérdida. El director de cine Santiago Segura alabó al humorista, a quien definió como "el primer auténtico y revolucionario stand up comedian de España" y recordó que Reyes fue el primero en darle trabajo "como guionista". El también humorista Berto Romero agradeció a Pedro Reyes su "locura". 

En declaraciones al Grupo Joly, el comunicador onubense Jesús Quintero destacó que le "había impresionado profundamente" la noticia de la muerte de Pedro Reyes, "tan sorprendente e inesperada como él mismo, porque Pedro era sorprendente, imprevisible, genial, es decir, todo lo necesario para ser un artista único e irrepetible. Creó un estilo propio, no se parecía a nadie, nadie hacía el mismo humor que él". Para Quintero, "Reyes era puro surrealismo andaluz llevado a la máxima locura de lo andaluz. Recuerdo nuestra última entrevista en la que nos enredamos sobre su lugar de nacimiento, pero naciera donde naciera, jugó y creció en Huelva y era de los nuestros. Pensaba verlo en Sevilla, pero un infarto en una noche se lo ha llevado en la flor de la vida, se ha llevado la gracia y el talento". 

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, lamentó a su vez la pérdida del humorista y aseguró que "pese a su éxito profesional, nunca se olvidó de esta ciudad y de esta provincia, con la que ha mantenido una relación constante y adonde regresaba cada vez que podía". La Diputación de Huelva y la Junta de Andalucía también expresaron sus condolencias. 

Y es que el maestro del humor absurdo, al que la muerte sorprendió sin avisar, se ha marchado dejando impronta en aquellos que lo conocieron personalmente y destacan ahora su calidad humana, así como en los miles de españoles que se han reído con sus chistes incomprensibles, con sus monólogos o han disfrutado con sus representaciones; se marcha todo un artista en la acepción más amplia de su palabra. Humorista, escritor, actor, director... múltiples facetas que revelaban su propia personalidad y su forma de enfrentarse al mundo, que se agudizó en los últimos años con la llegada de la crisis, porque consideraba que frente a ella "no se puede perder el tiempo en lamentaciones".

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