En el tiempo que dura el acto de mirar, se pueden hacer dos cosas: sólo mirar, o mirar y exprimir cada segundo. No todos los ojos están preparados, ni a todos los cerebros se les activa ese 'clic' de acción-reacción. Entre los agraciados está José Antonio Carmona Otero, que ha hecho del acto de mirar una prolongación vital. Y ha querido dejar constancia de ello en una merecida obra recopilatoria de su trabajo fotográfico, que ayer presentó en las Bodegas Williams & Humbert, arropado por amigos, familiares y compañeros de pasión. "Esta obra -titulada precisamente 'Acto de mirar'- es un resumen de mi trayectoria fotográfica desde el año 1978 a 2014. No es una colección de fotografías, y aunque no hay una temática única, sí hay una unidad de imagen, una homogeneidad de estilo. Son 47 fotografías en blanco y negro, que han sido difíciles de seleccionar en el sentido en que me ha costado encontrar imágenes de las que yo esté satisfecho para este tipo de libros, porque uno con los años se vuelve más exigente. Pero las he encontrado", apunta el autor.

Todas las imágenes parten de una base que supone el inicio de la trayectoria creativa de Carmona, y es la serie denominada 'El guateque', de 1978, "porque yo siempre he sido un tipo muy soso y cuando voy a las fiestas, como yo no bebo ni canto, pues cojo mi cámara y observo a través del objetivo. Llega un momento en que paso desapercibido para los demás y lo aprovecho para hacer encuadres diferentes con luz natural. Y hoy sigo haciéndolo así".

El libro lo componen además imágenes personales, su viaje de bodas en los 80 a Grecia, hasta algunas más frescas del pasado año. "He estado -añade- haciendo fotografía durante 40 años y empecé con 25. Pasé de la analógica a la digital. Siempre voy con una cámara a cuestas por si algo surge, por si algo me llama la atención y disparo". Es la primera obra recopilatoria de gran volumen de Carmona, "que creo que permanecerá más que una exposición". Un autor que ha trabajado, además de en la creativa, en la fotografía de prensa. "Porque a Carmona le basta con abrir la puerta de su casa, pisar la calle, y ofrecernos lo que siempre han hecho los verdaderos creadores: alumbrar lo que nos rodea y no somos capaces de ver. Y hacerlo de un modo silencioso y sereno", dice de él Alberto Corazón en el prólogo. "Este proyecto me hace mucha ilusión porque es una recopilación de todo lo que he hecho desde los inicios. Aunque todavía hay tantas cosas que hacer que no he hecho... El siguiente proyecto que tengo entre manos no es algo que no haya hecho, sino que como se me asocia a la fotografía en blanco y negro -aunque su primera exposición fuera en color-, es algo a lo que quiero volver, al color. La fotografía en color no es hacer una en blanco y negro en color, es otro concepto. Y en ello estoy. Es mi objetivo a medio plazo".