Juan Miguel del Castillo. Director de cine y guionista

"Esta película es un guantazo de realidad; es un cine necesario"

  • 'Techo y comida', la primera cinta del jerezano, ha conseguido tres premios en el Festival de Málaga Ahora, el objetivo es llegar a las salas comerciales

-Festival de Cine de Málaga. Biznaga a Mejor Actriz, Premio del Público y el Asecan. ¿Cómo está el director?

-Súper contento, ya ves. Para nosotros estar en Málaga ya era un sueño. Con hacer una película y que entre en la sección oficial, yo estaba ya encantado. Nos traemos tres premios del Festival, ha gustado muchísimo a la crítica y al público, tuvimos una ovación de diez minutos en el Teatro Cervantes con la gente en pie. Fantástico.

-El Premio del Público, esencial en el certamen.

-Rompemos el tópico de que en España solo triunfan las comedias en la taquilla, cuando un drama toca la fibra, transmite y cuenta algo importante... La prueba está ahí, en que tenemos ese galardón.

-Techo y comida cuenta una situación que a todo el mundo toca de alguna forma.

-Claro, la gente está muy sensibilizada con el tema de los desahucios. ¿Quién no conoce a nadie o lo vive en sus propias carnes? Aquí, en Jerez, eso ha sido de siempre y así lo decía en cada entrevista en Málaga. Incluso cuando en España iban las cosas bien, en Jerez ya había mucho paro y se pasaba mucha fatiga. Es triste decirlo, pero el que es de aquí lo sabe. Detrás de la peli hay un compromiso, que yo asumo como director y es que la historia llegue al máximo de gente posible.

-¿A cuántas Rocíos Gómez (la protagonista) conoce?

-Por desgracia, a unas cuantas. La que más me afectó fue una vecina que me di cuenta al tiempo que se encontraba en esa situación. Venía a pedirme leche y cosas así, pero no caes en que es por eso. Ella era normal, no veías nada raro. Al tiempo lo vi en un reportaje de una cadena nacional sobre los desahucios en la televisión. Y vivía pared con pared con ella. Me afectó bastante porque me di cuenta la soledad en la que viven, porque es un drama y les da vergüenza contarlo.

-Como guionista, ¿cuál fue el punto más difícil?

-Cómo abordar el tema, porque quería que fuera muy realista. Tiene un tono muy documental, pero sin caer en el morbo y en la lágrima fácil. Es muy austera, cuento lo justo y con mucho respeto. Creo que se ha conseguido, es lo que nos han dicho. Es una película sin música, con la imagen y el sonido en bruto. Si con el dramón que es la acompañamos con una musiquita de estas tristes, no veas. Es la verdad dura y pura, sin ningún truco. Es la manera en que yo lo quería hacer, otra cosa es ahora que tenga más o menos éxito, pero como autor lo que quería hacer está ahí. Eso es otro premio.

-La crítica ha puesto en valor la relación entre la madre y su hijo, los protagonistas de la cinta.

-A mí su relación me ha transmitido mucha dulzura, mucha ternura. Está planteada desde el prisma que los dos están solos en el mundo y eso se transmite al público, la gente empatiza pronto. Es muy doloroso a la vez que muy bonito. Te quedas clavado en la butaca. Yo vi hasta a miembros del jurado del Festival llorando.

-¿Cómo vivió la proyección?

-Me puse nervioso en la rueda de prensa porque fue la presentación oficial y hubo una ovación muy grande. Para nosotros era todo muy nuevo, me llevé cinco hora atendiendo a medios de comunicación, uno detrás de otro. Me emocioné muchísimo, sobre todo cuando vi a todo el equipo llorando en primera fila. Me tuve que aguantar para no hacerlo yo. Cuando llegué al estreno estaba más relajado y lo disfruté mucho, aunque a mitad de proyección me salí, porque con tantas emociones tuve que despejarme un poco. Fui para la última media hora que es lo más fuerte de la película.

-¿Cuál es la crítica o el comentario que más le ha llegado?

-La cara de la gente y que me han comparado con el cine de los hermanos Dardenne, que para mí son los número uno del cine social a nivel europeo, ganando la Palma de Oro en Cannes varias veces.

-El tráiler de la película ya apunta fuerte con un mensaje claro: "¿Y a ti quién te rescata?".

-Claro, porque veo que la gente necesitada está olvidada. Ponemos el foco donde otros no miran, es una película reivindicativa. Esa es la gente que me preocupa. La película es un guantazo de realidad, una muestra de lo que pasa a esa gente, a los que están más olvidados. He sido valiente, este era mi debut y yo sabía que la gente iba a hablar mucho de la película porque no deja indiferente.

-Cuando la vio montada por primera vez...

-Vi cosas que funcionan mejor y peor, porque no es una película perfecta. No puedo decir que sea una obra maestra, pero lo más importante es que llegue al público. Si a la gente le motiva, me doy por satisfecho. Esto ha sido un sueño. Con 13 años hacía mis cortos con mi hermano y decía que de mayor quería hacer estas cosas. Son más de 20 años de trabajo.

-Natalia de Molina ha sido uno de los puntos más importantes del proyecto, ¿cómo llega a Techo y comida?

-A través de su representante. Lo que dijo que le motivó fue el guión, me llamó y me dijo 'Juan yo me he hartado de llorar, ¿eh? Tengo que estar ahí como sea'. El resto de actores, lo mismo. La clave ha sido el mensaje de la obra.

-He leído que es una película sencilla técnicamente.

-Es una apuesta creativa. La podíamos haber hecho distinta porque teníamos medios y dinero para hacerlo, pero lo que acompañaba a esa historia es eso. Hemos mostrado la crudeza de esas personas, no hay efectos, no hay videoclip ni planos espectaculares. Para mí el cine es transmitir algo y creía que así se conseguía. La técnica, para mí, no significa nada. Todo es plano secuencia, no hay cortes porque en la vida real no los hay. Eso choca a la gente y por eso me comparan con los hermanos Dardenne.

-¿Otros festivales a la vista?

-No sé cuáles son porque son muchísimos, eso lo lleva la productora. Estando en Málaga nos han venido los responsables del Festival de Marsella, en París va a haber una muestra para buscar distribución, hay un festival también en Argentina, otro en Estonia... Hay muchos a la vista.

-Ahora la clave es la distribución.

-Lo bueno es que una distribuidora se interese por la película y la ponga en las salas, pero es un circuito cerrado y en el que es difícil entrar porque competimos a nivel internacional. Las películas americanas son las que más se venden, las españolas ya cuestan pero la nuestra a ver. Algunas ya la han visto en Málaga y están en trámites con la productora, de aquí a una semana sabremos algo para bien o para mal.

-¿Qué le late?

-Yo creo que sí, pero sino ya haremos nosotros una distribución de alguna forma porque hay un circuito de cine más independiente que tienen unas 20 salas en España y ahí no tendríamos problemas.

-Jerez no entra ahí.

-Aquí se han cerrado todos los cines menos el Yelmo, no hay nada. Si viene sería a través de esta distribuidora. Haremos un preestreno privado y particular en Jerez y otro en Barcelona. Si llega al cine será por otra vía.

-Tirando alto, ¿piensa en los Premios Goya?

-Hombre, ¡ojalá! Auguro que si se estrena Natalia de Molina va a dar que hablar con este personaje y será, como mínimo, candidata en los Goya. Me estoy mojando pero es como lo siento. Está fantástica, ha superado todas las expectativas. Yo se lo he dicho, que si hubiera dado menos me hubiera conformado, pero es que ha dado tanto que es increíble. En 'Techo y comida' demuestra el talento que se ha metido en la piel de Rocío y lo ha bordado. Hay un antes y un después en su carrera.

-Venda la película.

-Diría que es una película necesaria y que nos hace a todos mejores, que no pierda la oportunidad de formar parte de la familia techo y comida. De hecho hay gente que me han dicho que después de la película ha cambiado algo dentro de ellos.

-¿Qué es el cine necesario?

-Es una manera de contribuir a través del cine, un arma de protesta. No digo que se utilice solo para eso, pero es que en esta película creo que es así. Necesario que eso se vea, que quede constancia para un futuro en estos años de crisis.

-Habrá quien diga que ha pegado el pelotazo.

-No voy a llorarle a nadie, pero ni somos millonarios ni el mundo del cine es así. De esos hay cuatro. Nosotros somos normales y corrientes y para llegar aquí no veas lo que nos ha costado. Nos quitamos el disfraz cuando terminan las galas y los premios y seguimos currando.

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