Lleva desde 1987 organizando los Viernes Flamencos, salvo años contados, a través de su empresa, 'Arte Sherry', que ha estado detrás de otras producciones como las Fiestas de la Bulería. Incluso realizó colaboraciones en el Pabellón Tierras del Jerez de la Expo'92, que califica personalmente un antes y un después como promotor de espectáculos.

-¿Cómo es preparar un cartel entre tantas estrecheces? Ahora hay nuevas condiciones y un mayor control de Hacienda, Seguridad Social y demás.

-Es muy difícil, porque a la crisis económica se unen nuevos requerimientos. Tenemos un IVA al 21%, una nueva ley de contratación desde 2014, ordenanzas locales más exigentes... Antes, las cosas no eran así y se nota. Lo mismo había quien hacía un contrato a un artista como servicios de limpieza y venga, a cantar.

-Pero no podíamos continuar en ese limbo fiscal y laboral...

-Claro, es bueno que haya un mayor control. El problema es que lo estamos pagando en el peor momento los que llevamos 30 años luchando por sacar esto adelante. Además, los Viernes Flamencos competimos durante el verano con las actuaciones en la calle, donde se montan dos a un escenario en el centro sin papeles en regla. Yo exijo igualdad, y denunciaré al que se salte la ley.

-Entonces, ¿cómo se puede sobrevivir en esta situación?

-Los hay que están perdiendo dinero sacando adelante espectáculos flamencos y de todo tipo, y ese riesgo es normal. Hay quien hace cálculos para una taquilla sobre 1.000 euros y cuando hace 700 se acabó, salió rana. Se sobrevive ganando menos el artista. Y el empresario, pues haciendo una comisión más pequeña.

-Esto le puede hacer daño al flamenco puro. La gente acaba pidiendo bulerías y tangos y si no se les da no acude.

-Cada artista tiene su sello y cada público también. Es verdad que la juventud aguanta sólo media seguiriya, que la mayoría busca cantes festeros. Pero ese es el lugar de las peñas, que deben ser la garantía, con su público más específico de amantes del flamenco puro. En un festival no se puede meter a cinco por tarantos.

-Usted apostó el año pasado por dos bailaores en cada sesión de los Viernes. ¿Por qué uno solo esta edición?

-Nosotros introdujimos dos bailaores el año pasado, es cierto. El baile es más completo porque lleva también guitarra y voz, y a la gente le gusta mucho. Este año es el Ayuntamiento el que ha decidido volver a un bailaor. Pero, oye, lo mismo eso funciona mejor, si llegamos a esa conclusión, dejaremos de promocionar espectáculos de dos bailaores, rectificar es de sabios.

-Con todo, a pesar de las dificultades, los Viernes Flamencos abren con Luis El Zambo.

-Más no se puede hacer con el margen que hay. Estamos contentos por calidad-precio. Al Ayuntamiento no le cuesta nada, y el productor se la juega al completo.

-Este año se sube al escenario el jovencísimo cantaor vasco Lander Egaña 'Maizenita', en la segunda sesión, la del día 14.

-A todos los efectos ya es de aquí. A la hora del concurso público ante el Ayuntamiento para organizar los Viernes, computaba como artista jerezano porque está empadronado, reside en Jerez.

-Quizás, a algún cantaor joven de aquí le habrá molestado.

-Jerez es la cuna natural del flamenco, con muchos artistas, y muchos se estorban.

-¿Esperan a muchos aficionados de fuera que vengan específicamente a los Viernes?

-Ayudamos a pegar un tirón al turismo en verano. En su momento, el sector en Jerez se vendió bajando precios y siendo más atractivos para que el turista de playa prefiriese coger el coche y dormir aquí, era el turismo de pulserita. Eso nos ayudaba como espectáculo. Con la crisis, los propios establecimientos de la costa bajaron precios y dejó de venir gente. Pero existe otro filón, las academias flamencas. Tienen estudiantes estos meses que no se pierden por un precio tan bajo a tantos artistas como traemos a los Viernes.