"Un ejemplo de colaboración entre instituciones públicas y privadas"; "un festival que convence a público y al sector profesional"; "una iniciativa que crea cultura y empleo"; "una oportunidad para potenciar el turismo en temporada media-baja"; "una posibilidad para crear afición al circuito de música no comercial"; "la ocasión para escuchar hoy las bandas que sonarán mañana"... Múltiples fueron las definiciones del festival Monkey Week en la puesta de largo de su séptima edición ayer en Cádiz; tantas como artífices de la cita que se celebrará en El Puerto entre los próximos 9 y 11 de octubre. Y es que en una nutrida mesa de presentación se dio cuenta de la edición "con mayor participación de bandas" de la historia de este festival que en seis años de éxito rotundo ha convencido a unos y a otros. Porque Monkey Week es la monería que ha seducido a todos.    

Tali Carreto, uno de los tres impulsores de la cita junto a los hermanos Guisado, defendía la presencia de los nueve protagonistas de la presentación argumentando que "un festival de las características de Monkey Week" sería "muy complicado de realizar sin la suma de voluntades". Un festival que este año bate su propio récord con la inclusión en su programa de 196 actuaciones, a cargo de 150 bandas de la escena independiente, que se celebrarán en la ciudad durante tres días. Una oferta enriquecida por las jornadas para los profesionales del sector y por todo un circuito externo de conciertos que ha ido "creciendo y consolidándose" alrededor de la programación oficial cumpliendo, así, con uno de los objetivos fundaciones de Monkey Week, "convertir a El Puerto en la ciudad de la música" durante el festival, se congratulaba Carreto.  

En completa sintonía con las palabras del emprendedor sonaban las declaraciones del resto de artífices, desde el alcalde de El Puerto, David de la Encina, a la diputada de Cultura, María Dolores Varo, pasando por la coordinadora de SGAE y Fundación SGAE en Andalucía, Verónica Repiso, el director de Comunicación de Osborne, Iván Llanza, el director creativo de Babyradio, Benjamín Montoya, el artista Daniel Sueiras, autor de la imagen de esta edición y Francisco Fernández, de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales de la Junta de Andalucía, que fueron presentados por el  director del Instituto Andaluz de la Juventud, Francisco Pizarro.

Todos quisieron dejar patente "la importancia" de esta cita tanto para los creadores de la provincia como para el propio territorio pues Monkey Week genera "riqueza empresarial a su alrededor" poniendo a la cultura también en el centro "del cambio del modelo productivo".

Así, Monkey Week no sólo es un escaparate para las bandas emergentes y de vanguardia que componen el grueso de su programación, también es un escaparate para las marcas con presencia en el festival. Un buen ejemplo es la alianza surgida entre las legendarias casas Osborne y Gibson que han materializado algunas de sus virtudes en la creación conjunta de una Gibson SG división Custom cuya masa madre sale de una de las barricas de la bodega, concretamente, de la madera de una bota contenedora de un oloroso de 1903. De esta materia prima con denominación de origen han salido dos guitarras, una de ellas, la que ayer mostró Llanza en rueda de prensa, se quedará en El Puerto, en el futuro Museo Taurino y otra se quedará en Nashville (Tennessee), de donde ha salido el modelo cuyos distintivos cutaways recuerdan a la testuz del toro de Osborne.

Además, Monkey y, por ende, El Puerto, también se convierte en el escenario perfecto de creación de relaciones entre los actores de la industria musical independiente. Así, el festival acogerá la celebración del Mercado Profesional Monkey Market, las Jornadas Profesionales Monkey Brain (con la participación ya confirmada de representantes de citas punteras como la estadounidense SXSW, la francesa Pitchfork Music Festival Paris, la inglesa The Great Escape o la china Sounds From the Xity) y la novedad de un Congreso de Audio donde se contará con productores del sector tan renombrados como Ricky Falkner, Paco Loco y Mario G. Alberni.