El futuro de la Fundación Villamarta sigue pendiendo de un hilo a menos de tres días hábiles para que la ley de la reforma de la administración local la pueda dejar disuelta al no cumplir con la normativa económica. De momento, nadie en el gobierno municipal ha alzado la voz al respecto, una situación que no ha pasado desapercibida para el mundo del arte, indignado y a la vez preocupado con lo que pueda pasar ya no sólo con la propia fundación, sino con el Teatro Villamarta.

Desde la oposición, y a la espera de que el PSOE ofrezca en el pleno de hoy alguna directriz sobre cuál va a ser el plan de trabajo a seguir con esta entidad, han mostrado su preocupación con el asunto ofreciéndose en algunos casos, como Izquierda Unida, a aportar claves y soluciones para atajar el problema.

Ana Fernández, patrona de Izquierda Unida en la Fundación, lamentaba ayer que "se haya llegado a esta situación porque se podía haber evitado" y culpaba directamente "al gobierno del Partido Popular, que no ha tenido voluntad política de invertir en cultura".

Fernández de Cosa ofrecía ayer alternativas para el futuro de la entidad que pasa "o por su disolución o una privatización, que por supuesto no es nuestra idea, o la municipalización del servicio, que es una apuesta a estudiar y que se hace en otros lugares".

Desde Ganemos Jerez, Santiago Sánchez admitía ayer su "preocupación por el futuro" de la Fundación Villamarta. "Creemos que las administraciones autonómica y central deben contribuir mucho más a su sostenimiento pues es un patrimonio cultural muy importante para Jerez. No sólo se debe garantizar su actividad inmediata, sino trabajar por un proyecto de futuro que garantice su viabilidad, que disponga de una programación sólida y variada, siempre accesible a todos los ciudadanos".

Sobre este modelo se pronunciaba ayer el director de orquesta jerezano Juan Luis Pérez, quien cataloga la situación actual como "muy grave", ya que a su entender si deja de ser fundación "se perdería autonomía y sobre todo capacidad para programar". A su juicio, "Jerez no puede ser como esos teatros de pueblos pequeños que tienen programaciones mínimas e improvisadas y que están a expensas de lo que le ofrezcan las instituciones, eso no puede ser".

Para Juan Luis Pérez, la disolución de la Fundación o la municipalización "sería un paso atrás enorme, espero que este gobierno no cometa ese error". Por último, insistió en que "Jerez no es un pueblo, es una ciudad focalizada en el Teatro Villamarta", al tiempo que recordó que en los últimos años y ante la falta de ayudas "se ha ido perdiendo ese florecimiento que tuvo durante sus primeros años, ahí hay que elogiar el trabajo que hizo Pedro Pacheco sobre todo en cuesiontes líricas".

Igual de crítico es el barítono madrileño Luis Cansino, una persona muy vinculada al teatro desde hace años. De hecho, de él ha surgido la iniciativa de recoger firmas para evitar la disolución de la Fundación en la plataforma change.org, que acumula ya casi cinco mil peticiones. "Quiero mucho al teatro y a la gente que trabaja en él, porque conozco el esfuerzo que han hecho, al menos en la parcela lírica, durante años, por eso decidí de manera espontánea promover esta iniciativa".

Cansino, gran conocedor de la situación actual del mundo de la cultura, admite que este mal "no tiene que ver con la gestión, sino con los recortes y sobre todo con el IVA cultural, que ha hecho mucho daño a los teatros y artistas". Desde su experiencia, "sólo espero que no ocurra como lo que ha pasado con el teatro Albéniz de Madrid, que se hizo cargo de él la Comunidad de Madrid y ahora está cerrado, o lo que sucedió con el Palacio de Festivales de Santander". No obstante, y pese a estar llegando firmas desde todo el mundo, pide "sobre todo la implicación de los jerezanos, son ellos los que deben luchar por su teatro y por la cultura".

Curiosamente, muchas de las firmas que se están recogiendo en change.org son personas vinculadas al Festival de Jerez, en su mayoría de fuera de España. Dentro de ese mundo se encuentran los diferentes artistas jerezanos a los que el Festival de Jerez ha marcado. María del Mar Moreno no ve a Jerez sin "una institución que lleve los designios del Teatro Villamarta, sobre todo porque de una forma u otra es cultura y el futuro de nuestra gente joven. A mí me ha marcado mi vida, pero ya no sólo a nivel artístico sino a nivel personal, emocional, económico y empresarial porque gracias a ello hemos creado la empresa. Si se pierde eso se pierde el foco del futuro en Jerez. Si nos quitan la cultura, nos quitan el alma, y si nos quitan el alma nos morimos".

"Desde aquí sólo pido a los políticos que no lo dejen morir, porque en Jerez necesitamos flamenco, necesitamos ópera, necesitamos vida", prosigue.

Antonio El Pipa, por su parte, reconoce que "quedarnos sin Villamarta y su Fundación es quedarnos sin una pata de la mesa, sin la representación de la cultura y Jerez de la Frontera no puede vivir sin cultura, porque ha sido una de las mejores tarjetas de presentación que ha tenido esta tierra. El vino, el caballo, los toros, pero sobre todo el arte. Sólo pido que jamás tengamos que plantearnos esa posibilidad porque ya estuvimos sin teatro una vez y esa situación no se puede repetir".