Aunque la ley de Reforma Local recoge como el día 1 de diciembre, o sea hoy, la fecha límite para equilibrar las cuentas, desde el gobierno municipal se sigue trabajando para evitar que la disolución, como marca la legislación, sea efectiva en los próximos tres meses.

A última hora de la tarde de ayer, el Consistorio todavía no había recibido notificación alguna acerca de la posibilidad de ampliar el plazo legal hasta el día 31 de diciembre, una posibilidad que planteó el pasado viernes por el delegado Francisco Camas; ni de la opción de que el Ayuntamiento pueda contribuir aportando una cantidad económica en caso de encontrar patrocinadores.

Mientras tanto, el gobierno municipal prosigue su ronda de contactos tratando de encontrar apoyo en patrocinadores privados y públicos, que sirvan para solventar la situación económica y evitar así una hipotética disolución. El principal problema en esta parcela es el tiempo, toda vez que pese a haberse reunido ya con algunos delegados de empresas, éstos están a expensas de comunicar la propuesta a sus respectivos consejos, una circunstancia que alargaría más el proceso. En lo que respecta al tema público, los contactos existen, si bien las posibles ayudas tendrían que llegar de una manera concreta, ya que por ley no se puede destinar cantidad económica a sanear las cuentas de una institución. Aún así, en el Consistorio se respiraba ayer un clima de optimismo generalizado, e incluso algunas voces autorizadas daban por hecho que en el transcurso de la semana habrá novedades significativas.

Entretanto, la plantilla del Teatro Villamarta vive días de incertidumbre a la espera de que se esclarezca cuál será su futuro. En las últimas horas una representación de los trabajadores ha llevado a cabo una ronda de entrevistas con los distintos grupos políticos del Ayuntamiento para trasladarle su preocupación. En dichas reuniones, los representantes políticos han coincidido en el planteamiento exhibido la pasada semana con el actual gobierno local, que no es otro que mantener como primera figura legal a la Fundación Teatro Villamarta, sobre todo porque con ella se mantendría un grado de autonomía importante. No obstante, muchos de ellos ya manejan otras opciones como municipalizar al teatro en caso de no fructificar esta primera posibilidad.

Por el momento, además de las firmas que se están recogiendo a través de la plataforma change.org, que se acerca ya a las cinco mil peticiones, los trabajadores están recibiendo multitud de octavillas firmadas en las que se apoya la continuidad de la Fundación. Hay que recordar que en las últimas funciones, la plantilla puso a disposición del público unas folletos informativas en las que se daba cuenta de la actual situación y se pedía el apoyo de la ciudadanía.

Dentro de esa familia del teatro aparecen los casi setenta miembros que conforman actualmente el Coro del Teatro Villamarta. Su presidente, José Ramón López, no ocultaba ayer su "tristeza por la incertidumbre que estamos viviendo, creo que la labor que ha hecho la fundación y sobre todo la gente del teatro durante estos últimos años no se merecen esta situación, por eso desde aquí queremos apoyarles".

Esta asociación, que lleva funcionando de la mano del teatro desde el año 1999, ha recorrido multitud de ciudades en todo este tiempo y son conscientes de que "el teatro Villamarta hoy por hoy es un referente no sólo a nivel nacional, sino a nivel internacional. Muchas veces algunos artistas bajan incluso su caché con tal de venir aquí", reconoce José Ramón López.

En esa línea de "desazón y preocupación" se mostraba ayer el director del coro, Joan Cabero, quien como el resto de componentes "estamos viviendo todo esto con mucha angustia porque además, lo que sabemos es a través de la prensa".Cabero defiende la continuidad de la fundación "porque si no el teatro perdería funcionalidad" pues a su juicio "gestionar una institución de este calibre es una labor intensa y requiere una estructura bastante fuerte, por eso creo que se debe reconocer el trabajo que se ha hecho durante los últimos veinte años".

A este respecto, Joan Cabero mencionó "el premio de la Fundación Teatro Campoamor que le concedieron el otro día a Villamarta, eso quiere decir que las cosas se han hecho bien". "Sería una pena-continúa- que se mermara otra vez el trabajo del teatro, hay mucha gente, al menos en el coro, que lleva 15 años cantando y está sufriendo con esta incertidumbre".