Sara Baras · Coreógrafa y bailaora

"No creo que ayudar sea una obligación, poder ayudar es, realmente, un privilegio"

  • La gaditana estará este miércoles en el Falla para bailar por y para las las niñas afectadas por el síndrome de Rett. La artista es una fiel colaboradora de la asociación Mi Princesa Rett.

Por y para las princesas Rett. Sara Baras, la gaditana más internacional, demuestra una vez más su compromiso a favor de la investigación y de la mejora de la calidad de vida de las niñas afectadas con el síndrome de Rett protagonizando este miércoles un espectáculo en el Gran Teatro Falla a beneficio de la delegación gaditana de la asociación Mi Princesa Rett.

Con la base de su última creación, Voces, y nuevas coreografías y detalles realizados ex profeso para este montaje, la bailaora y coreógrafa ofrece una propuesta de 90 minutos de duración cuyas entradas, a partir de 20 euros, ya pueden adquirirse en la web de tickentradas y en la taquilla del Teatro Falla de once de la mañana a dos de la tarde y de seis de la tarde a nueve de la noche.

-Aunque está vinculada a varias causas sociales como la lucha contra el cáncer, la donación de órganos o el apoyo a las asociaciones de Síndrome de Down, su implicación con el Síndrome de Rett es mucho más fuerte, más especial, ¿por qué?

-La verdad es que bendito sea el día en el que eres consciente de que el baile, tu trabajo, te pone en una situación en la que puedes ayudar a las personas de diferentes maneras. Es cierto que colaboro con muchas cosas pero también es cierto que tengo algo especial con las Princesas Rett. Todo empieza cuando buscando apoyos en las redes sociales, Paco, el papá de Martina, que es quien hace la asociación en Badajoz me escribe, entre a otras personas conocidas, explicándome lo que le ocurría a su hija y pidiendo nuestra ayuda. A mí me llegó mucho y me impactó mucho aquel mensaje porque Martina tiene la misma edad de mi peque y esa enfermedad cruel pasa desapercibida durante el primer año, donde todo parece normal, pero, de repente, empieza a manifestarse. Paco contaba cómo se sentía y por todo lo que estaban pasando en un blog que también comencé a leer y todo lo que allí contaba mí me marcó mucho. Así que lo llamé y aprovechando que yo actuaba en el Teatro Romano de Mérida quedamos y conocí a Paco, a Marina, su mujer, y a su hija, Martina. Fue tremendo, siempre hablo de la admiración profunda y enorme que le tengo a esos papás y mamás pero es que no me canso de decirlo porque son un ejemplo de lucha, de entrega, de amor y de fuerza. Para mí conocer a Martina y a su familia, que ya son también mi familia, y conocer a las Princesas Rett ha sido un antes y un después en mi vida.

-¿Qué le pidieron al principio?

-Pues al principio yo me preguntaba eso, que qué podía hacer porque no soy nadie ante algo grande, pero Paco y su familia me dijeron que para ellos muy poquito significa mucho. Él me decía que, solamente, con hablar de la enfermedad, con darle un nombre a lo que les estaba ocurriendo y que la gente fuera quedándose con ese nombre ya contribuía mucho. Entonces lo que se me ocurrió es que coincidiendo con mi gira por España iba a ir conociendo a las niñas Rett de cada sitio y así además de conocer yo la enfermedad más de cerca también hemos podido hacer más ruido y que esto se divulgue para que la gente conozca el problema y pueda prestar su ayuda. Y ahora la verdad es que estamos muy contentos porque tenemos la posibilidades de que las diferentes delegaciones de la Asociación Mi Princesa Rett también pueden ofrecer ayuda directa a las familias y a las niñas, además de seguir realizando su labor de divulgación de la enfermedad y de apoyo a la investigación. La delegación de Cádiz funciona muy bien, la lleva Pepe, el padre de Paula, una lindura de niña. Así que ahora vamos a colaborar con la delegación de Cádiz y ocuparnos de Paula, de Lucía, de Elsa, de Lola... De todas las princesas.

-¿Hay avances? ¿Están consiguiendo algo?

-Aunque todavía falta mucho camino por recorrer es increíble lo que han cambiado las cosas en estos tres años y pico que llevo siguiendo la enfermedad de cerca. Fíjate, cuando hicimos la temporada de Voces en Barcelona nos recibió el equipo de investigación del hospital San Juan de Dios, un equipo fantástico que explicó a algunos papás y mamás, y yo tuve la suerte de estar ahí y de compartir ese encuentro con ellos, las cosas que se están consiguiendo y en un lenguaje que todos podían entender. Como te digo, queda camino, eso nos dijeron, pero hay ciertos avances en la mejora de la calidad de vida y mucha esperanza en que la investigación para atajar la enfermedad definitivamente tenga resultados. Se ha recaudado bastante dinero en este tiempo y parte de él se ha dedicado a la ampliación y el fortalecimiento del equipo de investigación. Por otro lado, está la concienciación en la calle, ya lo de Rett no suena a chino, ya no es una enfermedad rara perdida entre otras muchas enfermedades raras que, por otra parte, también se merecen nuestra atención y la entrega más grande del mundo, Pero en este caso yo en este caso la de Rett que el poder. Eso ha sido importante a nivel tanto de recaudar ayuda como de poner en contacto a las familias que tienen esta enfermedad en casa y eso es importantísimo, ha sido bestial, porque hemos logrado crear una red de apoyo donde los padres y las madres se consultan, comparten información sobre terapias, sobre cómo reaccionar a ciertos problemas... Ahí se ha mejorado mucho.

-Terapias que, supongo, serán costosas...

-Sí, bastante por ahora por eso es importante la ayuda directa que ahora se ofrece. Lo de las terapias es un mundo increíble, hay muchos tratamientos que están ayudando a mejorar la calidad de vida de las niñas, de hecho, los familiares cuentan que les ven la mejoría cuando se someten a ellas. Ahora hemos ganado el premio Inocente y con eso hemos conseguido siete becas de Delfino Terapia durante cinco años. Estamos muy contentos.

-Hábleme de la gala del miércoles. Básicamente está basada en 'Voces' pero con ciertas piezas nuevas, ¿es así?

-Sí realmente es como un espectáculo nuestro al uso pero con muchos detalles dedicados a las princesas. Detalles, porque queremos que se note que pensamos en todo momento en nuestras princesas, que el flamenco, el arte y la cultura se acuerdan de ellas, pero sin salirnos de la sobriedad de la propuesta. Pero sí, creyendo firmemente que el flamenco, el arte y la cultura están ahí con ellas, tienen que estar ahí. Como dices, la mayoría de las coreografías son de Voces pero tienen aquí un sentido distinto. Si bailas la farruca te acuerdas de Antonio Gades pero de otra manera, con un punto de rabia, con un pellizquito en el corazón distinto porque sabes que estás bailando por una causa, por acabar con una enfermedad bien dura de pelar, por eso el baile tiene aquí que contagiar esperanza y cariño a todas esas familias y a las niñas, como diciéndoles que sí, que algún día se podrá acabar con ese monstruo. El espectáculo tiene un alma tremenda.

-¿Cómo está respondiendo Cádiz a su llamada?

-Para mí era muy importante hacer esta gala en Cádiz porque siempre es hermoso compartir mi baile con la gente de Cádiz y porque nuestra tierra, teniendo más o teniendo menos, tiene un corazón inmenso. Como en la gala que hicieron desde el mundo del Carnaval donde los carnavaleros se entregaron con estas niñas y el público también. Y sé que ahora va a ocurrir lo mismo. Por eso quiero dar las gracias al equipo del Gran Teatro Falla, al Ayuntamiento de Cádiz y a Diario de Cádiz que también ha colaborado porque es muy importante la unión de todos porque la unión hace que podamos ayudar para este tipo de cosas. Mirar para otro lado no sirve de nada, no lleva a ningún lado y creo que la gente ya se ha dado cuenta de eso. La cadena Ser también nos está apoyando y creo que todos juntos podemos hacer con estas familias un poco ruido y conseguir con esta gala los recursos para sus terapias.

-No puedo dejar de preguntarle por 'Voces'. Dos años de su estreno y sigue girando. ¿Lo esperaba?

-Es increíble lo que está pasando con Voces. Y es que muchas veces parece que las cosas te son devueltas porque Voces fue una necesidad de agradecer todo lo que me habían dado los maestros pero parece que todo ese cariño se ha dado la vuelta y ahora soy yo la que recibe todo ese cariño.... No es normal la gira que llevamos y todo lo que nos queda. a mi hermano se lo digo, que esta es la gira más bonita que ha hecho en su vida, y mira que él cuida cada una, pero ésta es una pasada. Ahora viene Dubai, Singapur, Melbourne, Bangkok... En Dubai estamos en el teatro de la Ópera que inauguró Plácido Domingo, es un orgullo estar ahí. Después volvemos a España a Salamanca, Logroño, Valladolid, a Jerez en diciembre, que tengo muchas ganas y también repetimos espectáculo, por primera vez, en París. Y para el año que viene tenemos la temporada en Madrid a partir de febrero. Impresionante. La gira está siendo un regalo y como Voces es un espectáculo con muchos momentos sentimentales y de entrega pues está creciendo mucho, te permite buscar muchos momentos para la improvisación. Y, como te digo, estamos también pensando en las princesas Rett y cuando aparecen esos teatro maravillosos, esos festivales, las giras por diferentes lugares siempre estoy pensando en qué sitio me pongo la camiseta o llevando otras si viene alguien conocido a verme... Con esto en la cabeza siempre.

-¿Y un nuevo espectáculo? ¿Hay lugar ahora en su cabeza para ir dándole vueltas a lo próximo?

-Pues la verdad es que ahora estoy en Voces, también haciendo tanto el documental que vamos a presentar sobre el espectáculo, pero es verdad que a veces cuando mi hermano Bibi y yo nos sentamos a ver lo nuevo ya me van dando ganas de empezar a soñar, como yo digo (ríe) pero como aún me queda un año de distancia voy soñando diferentes cosas. A veces pienso en un tipo de espectáculo, escribo un pequeño guión, luego me surge otra idea, escribo unas líneas sobre ella... Y así... Tener la libertad para hacer lo que quieras es lo que tiene, que se abren muchas posibilidades y que tienes que asegurarte bien de qué te apetece porque puede salirte un Voces y estar casi tres años a tope, así que tiene que ser algo que te apetezca mucho y que sepas que te vas a entregar siempre. Aunque para mí cualquier excusa es buena para bailar (ríe), me encanta bailar pero también es verdad que ya tienes que pensar que cuando te subes a un escenario con una propuesta es para aportar algo más, para subir un escalón y procurar no quedarte en lo que sabes funciona. Eso sí te lo puedo adelantar, que lo que venga tendrá ese espíritu de aportar algo más, y de que tendrá elementos que nos recuerden de dónde venimos y que habrá mucho trabajo y un equipo entregado detrás pero, realmente, no sé todavía del todo por dónde vamos a tirar. No sé si será tipo concierto o una obra con dramaturgia, siempre hay un momento para cada cosa, y si intentas no hacer lo mismo pues quizás ahora toca variar... o no sé (vuelve a reír intrigante...) No sé qué decirte aún... Tenemos tiempo, afortunadamente para poder madurar la historia y aportar algo más. Ocurre también que ahora al ser mamá todo es diferente porque para mí el tiempo con mi hijo y poder disfrutarlo es fundamental. De hecho, es lo más importante.

-¿Y para el documental hay fecha de estreno?

-Pues aún no. Está casi casi listo pero queda un poquito. Sí te puedo decir que el documental empieza y acaba en Cádiz. Comienza con el preestreno que hicimos en El Puerto, viendo así el montaje y eso, y nos sigue hasta que llegamos a Cádiz, al Falla, y pasa por Nueva York, Tokio, México, París... Es un recorrido bastante bonito.

-El éxito, la fama, la repercusión mediática, llámelo como quiera, ¿conlleva cierta responsabilidad? ¿Siente que es su deber colaborar con las causas sociales?

-Primero, sinceramente, pienso que se puede hacer mucho más de lo que se hace pero no creo que ayudar sea una obligación, poder ayudar, realmente, es un privilegio. Para mí es una satisfacción muy grande poder estar cerca de las niñas y de su familia, o de los chicos con Síndrome de Down, lo pasamos muy bien cuando damos clases. Te prometo que es así, que poder ayudar es el mayor privilegio que te puede dar la vida y sientes una cosa tan grande que se nota hasta en el baile. Te da corazón. Porque no es que tengas que bailar bien, es que no sientes bailar de otra manera. Mira para personas como yo que somos unas enamoradas del flamenco es ya una suerte dedicarte a esto y poder subirte a un escenario pero si encima le puedes dar un sentido, como en este caso, pues ya es algo hermosísimo. Pero es que todos podemos ayudar de alguna manera, con muy poquito se hace mucho. Comprar una pulsera, dejarles un mensaje, ponerte su camiseta... Todo les vale porque todo suma.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios