Obituario La música pierde a uno de los máximos especialistas mundiales en la obra de Manuel de Falla

Adiós al pianista Jacinto Matute

  • El intérprete, nacido en Cádiz en 1936, ganó la primera edición del premio Jaén

El pasado sábado un infarto acabó con la vida del pianista gaditano Jacinto Matute, quien fue enterrado el domingo en el cementerio de la Soledad, en Huelva, la ciudad de donde era oriunda su madre y en la que estaba pasando las vacaciones de Semana Santa en compañía de sus primos.

Perteneció Matute a la pléyade de alumnos de José Cubiles -gaditano también-, catedrático de virtuosismo en el Conservatorio de Madrid allá por los años 50 del pasado siglo, el mismo que estrenó Noches en los Jardines de España, de Manuel de Falla. Formó Matute grupo en aquella cátedra de la calle San Bernardo madrileña con lo más granado del pianismo español de todos los tiempos. Vean si no: Rafael Orozco, José Río -otro gaditano-, Félix Lavilla, Manuel Carra, Miguel Zanetti, Joaquín Achúcarro…

Acompañado por la Orquesta Nacional de España, la Ciudad de Barcelona, la de Radio Televisión Española, o formando dúo con la pianista Ángeles Rentería -cuánto le estará doliendo esta muerte-, Jacinto Matute consiguió un perfil profesional jalonado siempre por el éxito. El dúo con Rentería estaba considerado como uno de los mejores de Europa. Cuando se le preguntaba cómo era posible lograr tal coordinación estilítica y conceptual entre ambos contestaba: "Trabajando mucho. Es una labor muy interesante, ya que obliga a racionalizar y plantear matices de expresión que en una interpretación a solo no se dan".

Empujado a la vida viajera de todo músico solicitado confesaba que en los viajes era el mar de Cádiz, cuyo puerto divisiba de niño desde la residencia familiar en Canalejas, lo que más echaba en falta. De su vocación decía: "Se la debo a mi padre. Él era músico y en casa viví un ambiente musical: piano, canto, ensayos con instrumentos… También tuvo mucho que ver la labor de mi inolvidable profesora Carmen del Castillo, en Cádiz". No en vano el padre de Jacinto, Enrique Matute, era un gran músico que dirigió durante varios años el Conservatorio Superior de Música de Cádiz.

Pocas veces se ha escuchado en un piano un sonido como el que Jacinto Matute exploraba y que le valió, en 1956, conquistar la primera edición del prestigioso certamen Jaén de piano. Matute decía que el sonido había que hacerlo, explorarlo al máximo en las posibilidades de cada instrumento, pues no consideraba que fuera una cualidad natural, sino que había que hacerlo. Que un intérprete, a la hora de preparar una obra, tenía que experimentar con él imaginando un efecto determinado. "Yo pruebo", decía, una y otra vez, "el ataque a las teclas, buscando la pulsación que en cada momento conviene al pasaje en curso".

Su opinión de las vanguardias, serialismo, aleatorismo..., era asunto que miraba con cierto recelo, aunque admitiendo que en cada estética se podían hacer cosas con calidad y sin ella. Socarrón, apuntaba que muchas de las vanguardias hacía años que peinaban canas, y que era hora de arriesgarse a formular un juicio de valor de ciertos modernismos.

Sus autores preferidos eran, simplicando mucho, algún barroco, casi todo el romanticismo, incluyendo a Beethoven, y las grandes figuras del siglo XX, Debussy, Ravel, Bartok, Prokofiev, Stravinsky, Hindemith… Con todos ellos debería estar ahora. Descanse en paz.

Jacinto Matute ha sido uno de los gaditanos más ilustres del siglo XX y principios del XXI, aunque no figure en el callejero. Nacido en Cádiz, donde comenzó los estudios musicales que continuó en Madrid y en Munich, alcanzó las máximas cotas interpretativas sin dejar nunca de ejercer como registrador de la propiedad. Esta profesión le llevó primero a Huelva, de donde era su madre, Herminia Narro, y adonde la familia se trasladó al morir el padre, el también músico Enrique Matute. Tras fallecer Herminia, Jacinto pidió su traslado a Madrid, donde se jubiló como registrador hace unos cinco años. El hijo de una de sus sobrinas, el también pianista Álvaro Corral Matute, lo recuerda como "un músico de sonido excelente, que te atravesaba el alma". Y también, añade, "como uno de los mejores intérpretes de la obra pianística de Manuel de Falla y, en general, de todo el repertorio español, tanto en su carrera individual como en el dúo que mantuvo con Rentería". A principios de la Semana Santa, Jacinto se sintió enfermo y trató de aplazar el viaje que tenía previsto realizar a Huelva, donde le esperaban sus primos. Al sentir una ligera mejoría, decidió emprender el trayecto. En la capital onubense sufrió varios infartos de miocardio y fue trasladado a un hospital de Sevilla, donde falleció./ch.r.

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