El conocido cofrade jerezano José Castaño se ha colocado de nuevo ante el teclado para publicar un libro que, una vez más, tendrá fines benéficos con objeto de recaudar fondos para la asociación Obispo Rafael Bellido. Se trata de un 'Estudio sociológico de las cofradías jerezanas desde el siglo XVI', que será presentado el próximo viernes día 11, a las ocho de la noche, en la sede del Consejo Regulador del Jerez.

El autor explica que "hace ya tiempo que tenía la idea de hacer un análisis profundo de las cofradías en esta ciudad. Desde el siglo XVI, cuando nacen las cofradías de penitencia, hago un recorrido histórico de cómo se fundan las distintas devociones iconográficas hasta la actualidad: cofradías gremiales, hospitalarias y de penitencia".

Entre los asuntos que José Castaño aborda en su libro, se encuentra la "infundada democracia cofrade". En este apartado argumenta que "si durante muchos siglos las cofradías fueron un coto cerrado donde las clases humildes eran simples figurantes de los cortejos procesionales, hoy, una infundada democracia cofrade, se ha instalado dentro de las hermandades y cofradías. Porque la auténtica democracia no brilla en exceso. Es algo más aparente o de cara a la calle, que la que se practica verdaderamente en ellas, principalmente en las relaciones y el trato entre los integrantes".

También tiene un espacio el autor para analizar las cofradías como manifestación turística , la vinculación entre la política y el mundo de las cofradías y un estudio sobre lo que puede ser el estudio de las cofradías.

"Yo no hablo de imágenes -dice José Castaño- sino de las cofradías y hago unas críticas muy fuertes tanto a la Iglesia como a los propios cofrades y a los políticos". Sobre la primera señala que "la Iglesia ha tenido en un principio una idea de las cofradías que luego ha ido transformando y en un momento dado, un sector de la Iglesia nos ha tratado como a unos idólatras". En este sentido, admite que "los cofrades hemos sentido una cierta orfandad espiritual por parte de cierto sector de la Iglesia".

No le duelen prendas tampoco al hablar de la generosidad cofrade e insiste en "el compromiso de las cofradías con la situación tan precaria que hay en Jerez".

En otro apartado hace un análisis de los beneficios que deja la Semana Santa en esta ciudad y dice que "cuando se critica la instalación de los palcos, el exorno, las joyas... yo recordaría que hay mucha gente que come de ello".

Castaño quiere resaltar asimismo que "la asociación Obispo Rafael Bellido no patrocina el libro, sino que soy yo el que lo dono a la asociación". También es consciente de que este nuevo trabajo suyo "me va a traer muchos problemas y creo que es uno de los más polémicos que he hecho".

El autor está convencido de hecho de que "a pesar de tantas críticas y deseos de que las cofradías desaparezcan, las muchas actividades y compromisos sociales que estas atienden han hecho que ambas cosas sean frenadas por el temor de lo que les puede suponer enfrentarse al colectivo humano más importante y numerosos de la ciudad".

En este sentido considera que "incluso cierta clase política que generalmente no son creyentes o que simulan serlo cuando les conviene, no ha tenido más remedio que, en contra de sus más íntimos deseos y ante el temor de perder semejante vivero de votantes, que apoyarlos y manifestar públicamente que son muy partidarios de su existencia".