LLEGA a su fin hoy nuestro repaso por la imaginería procesional anónima de la Semana Santa de Jerez y acabamos con el Viernes Santo, citando primero a la Virgen de Loreto. Se atribuye a Juan de Astorga (1779-1849) pero puede considerarse en buena medida creación de Antonio Eslava pues la remodeló ampliamente en 1953. La del Valle ha sido erróneamente considerada durante un tiempo como del siglo XVI. Ahora se incluye dentro de la producción de Diego Roldán, como defiende Fernando Aroca Vicenti, si bien hay que advertir que debe parte de su aspecto actual a Francisco Buiza, quien la "restauró" en 1985. Para concluir, puede decirse sobre los titulares del Santo Entierro que el Yacente parece de la segunda mitad del XVI, sin poder por ahora añadir nada más, mientras que del grupo de la Virgen de la Piedad, San Juan y las tres Marías sabemos a través de José Jácome González y Jesús Antón Portillo que se bendijo en 1718. Últimamente se viene aceptando mi atribución a Ignacio López, frente a anteriores teorías que llegaron a encuadrarlo, entre otros, dentro del círculo de Francisco Camacho de Mendoza.

Aunque pertenezcan a una época felizmente ya superada, ejemplos como los de las dolorosas de Loreto y del Valle, tallas que perdieron parte de su aspecto primitivo y de su valor artístico tras ser restauradas, merecen ser recordados y denunciados. No fueron además casos aislados. Ahí están la irrespetuosa intervención de Luis Ortega Bru sobre el ángel de la Confortación o la larga serie de destrozos cometidos a finales de los setenta o principios de los ochenta por cierto artista local, cuyo nombre callaré porque sigue todavía entre nosotros y alardeando de haber "mejorado" ciertas imágenes. Y es que cuando la soberbia y la ignorancia se unen el resultado es una bomba de destrucción masiva.