Crónica personal

Pilar Cernuda

El regreso de Chacón

EL viaje de Carme Chacon era de ida y vuelta, como ella misma explicó cuando hace apenas un año hizo las maletas para instalarse en Miami, contratada por una universidad para dar clases durante un curso, prorrogable si la ex ministra estaba interesada en continuar. En este tiempo se ha trasladado a España en las fechas importantes para su partido, nunca ha dejado de pensar en clave PSOE, no sólo por sus propias aspiraciones de futuro, absolutamente legítimas, sino porque es militante de hace años y se siente muy vinculada al partido en el que ha hecho importante carrera. Le gustaría participar en la campaña europea pidiendo el voto para la lista encabezada por Elena Valenciano, pero algunas de las personas que preparan la campaña no la ven con buenos ojos.

Chacón tiene seguidores de relevancia, el congreso de Sevilla lo perdió porque Rubalcaba le sacó apenas una veintena de votos de diferencia y su nombre suena en todas las quinielas que se hacen sobre quién será el sucesor de Rubalcaba el día que deje la secretaría general. El problema para Chacón es que en este tiempo han surgido varios nombres que aspiran a ese puesto, incluso el del propio Rubalcaba, que aún no ha dicho esta boca es mía respecto a sus intenciones; y si a Carme Chacón la ausencia la ha enriquecido en lo personal, probablemente la ha perjudicado en lo político. Al marcharse a Miami perdió el escaño de diputada, así que a su regreso tendrá que buscar alguna responsabilidad política que le permita mantenerse en primer plano. Y no es fácil. El PSC, donde milita, está manga por hombro, dividido y escindido, y en el PSOE nadie del equipo de Rubalcaba le va a dar excesiva cancha. Hace unas semanas, sugirió a Eduardo Madina trabajar juntos para ganar las primarias, pero Madina le dio calabazas. Es decir, que si Chacón pretende ser más de lo que hoy es, y desde luego hay gente relevante en el PSOE que piensa que tiene más bagaje profesional y político que algunos de los que aspiran a dirigir el partido, deberá hacer un esfuerzo importante y prácticamente en solitario, porque durante su ausencia se han repartido cartas y va a tener que trabajar a fondo para recordar que está ahí, dispuesta a hacer lo que haga falta para que el PSOE vuelva a ser el partido del gobierno.

No está el PSOE sobrado de banquillo, aunque sí de hombres y mujeres que se consideran con méritos suficientes. Y miran con recelo a una Chacón que cometió un error al dejar desocupada su silla tanto tiempo.

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