La ciudad y los días

carlos / colón

Futuro social demócrata

MANUEL Valls acusa a la derecha de "falta de coraje" por no haber acometido las duras reformas que su Gobierno ha puesto en marcha. "En contra de lo que ocurría en Alemania -ha dicho-, Francia, con la derecha en el poder, no hizo las reformas estructurales necesarias. La competitividad de nuestra economía se resintió gravemente. Las reformas que no se hicieron entonces las tenemos que hacer ahora nosotros". Y lo que está haciendo Valls no es lo mismo, pero se parece mucho a lo que el PP está haciendo aquí. Y más aún a lo que hizo Merkel.

En la entrevista publicada ayer en El País, Valls bosqueja una nueva "respuesta de izquierdas a los desafíos del presente". ¿Sus referencias? Los socialdemócratas Rocard, Brandt, Palme y González, "porque ellos asumían plenamente el ejercicio del poder". El peligro de que sus medidas le valgan ser etiquetado de derechas socialista no le preocupa: "A los franceses no les interesa saber si es de izquierdas o derechas. Quieren pragmatismo. Asumimos nuestras opciones presupuestarias: reducir el déficit a la vez que mantenemos nuestras prioridades [educación, seguridad, justicia, investigación y universidades]".

Lo más esperanzador es su convicción autocrítica (es decir, inteligente) en un futuro para la socialdemocracia: "La izquierda reformista, socialdemócrata, tiene ante sí verdaderos desafíos en toda Europa, en particular los efectos de la globalización o la crisis del Estado de Bienestar. En un mundo que cambia, no siempre hemos sabido encontrar las respuestas adecuadas. Pero los valores siguen ahí: la indignación ante la pobreza y las desigualdades. La izquierda puede morir si no se reinventa, si renuncia a gobernar, a participar en la construcción europea, si renuncia a un progreso económico, social, educativo, energético. Tengo, sobre todo, esta convicción: la izquierda no es nunca tan fuerte como cuando se dirige a todos, y no sólo a una parte de la población".

Justo lo contrario de lo que Pedro Sánchez ha dicho y de momento ha hecho. Aunque quienes le hemos seguido como tertuliano argumentador y nunca dogmático esperamos que se centre, que tenga como referencias a esos grandes socialdemócratas y que se afrancese haciendo suya la convicción de Valls, demostrada en España ente 1982 y 1996, de que nunca es tan fuerte la izquierda como cuando se dirige a todos. We ' ll Always Have Paris.

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