La columna

Bernardo Palomo

Hasta que la pandereta suene

HAN terminado esas Fiestas de la Vendimia que, a pesar de los esfuerzos, nunca acaban de quedar redondas. Estos años hemos asistido a muchísimos proyectos, no me cabe la menor duda de que con muy buenas intenciones pero con desiguales resultados, Son estas fiestas asignatura pendiente por no terminar de acoplarse con determinación al calendario festivo de la ciudad. Todo esto se constata cuando, todavía, existe latente el recuerdo de aquella feria de Septiembre; señal inequívoca que lo que vino no superó a lo que se dejó. Una vez acabados los fastos vendimiadores, la ciudad emprende unos meses de inquietud y expectación que se mantienen hasta que los primeros sones de las zambombas se oigan a finales de noviembre - o cuando los arbitrarios designios de la modernidad consideren oportuno, que puede ser, como están transcurriendo las cosas, después del día del Pilar -. Es el momento, ahora de echar la pata palante y, de verdad, sin la cohetería que ofrecen los acontecimientos lúdicos, dar el verdadero sentido a esta ciudad con muchos argumentos para que esté más arriba de donde está. En los últimos tiempos hemos visto, tímidamente, renacer la esperanza ciudadana. Parece que el jerezano se ha dado cuenta de que quedándose en su casa y con la cabeza entre las alas, no sólo era el camino de la depresión sino que se fomentaban los paupérrimos designios de esos dirigentes apocalípticos y miedosos. Con poca cosa que se ofrezca - y existe mucho que ofrecer - la gente responde y sale la calle y, además, por simpatía, los vecinos de otras localidades cercanas vienen a Jerez a experimentar esos tímidos cambios que dicen. Aprovechemos el rebujo de todo lo bueno que hemos tenido; no nos encerremos en los cuarteles de invierno a esperar sones navideños. Jerez es una marca - como hoy se dice - que hay que explotar, en primer lugar, aquí. La ciudad ha respondido espectacularmente cuando se lo han pedido. Ahora es el tiempo de saber responder a tanto bueno como nos circunda y que se merece el más descarado apoyo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios