A palo seco

Juan Salido Freyre

La soleá de Jerez (V)

A José Soto Vega, cantaor gitano, siempre se le ha conocido con su propio nombre artístico de Tío José de Paula. Nació en Jerez el día 10 de agosto del año de 1871, y murió igualmente en Jerez el día 9 de marzo de 1955. Trabajó como manijero en los cortijos de la campiña jerezana, y fue una de las personas más entrañables y queridas del bario de Santiago, como recoge en su libro “De cantes y Cantaores de Jerez”, Manuel Ríos Ruiz. En sus últimos años se dedicó, con un canastito, a vender tabaco y golosinas por las calles. Su cante se desarrolló en las fiestas y reuniones íntimas, donde se valoraba su personalísima forma de expresarlo. Tanto la soleá como la siguiriya las ejecutaba casi habladas, cortas y directas, pero que resultaban de una gran brillantez porque cantaba sin aliviarse y ligando los tercios casi sin respirar. Juan de la Plata lo ha glosado en su libro “Flamencos de Jerez”: ‘Tío José de Paula fue un maestro que hizo llorar con la emoción contenida de sus cantes cortitos’. Y sigue: ‘Siempre dejando en los labios el regusto a miel de su cante jerezano, añejo y puro’.  

El estilo de Tío José por soleá, solamente lo grabaron José Cepero en 1.929, acompañado a la guitarra por Miguel Borrull hijo, cantando la letra: ‘De pagarte he prometido/de no olvidarte en la vida/aunque la puñalada me mate’,  y Tía Anica La Piriñaca, que en 1971 con Pedro Peña como guitarrista graba la letra siguiente: ‘Tan imposible lo hallo de darte/que yo a ti los buenos días/como se hacía padre un bautismo/en tierra de morería’. En el primer caso, los ya mencionados en otras ocasiones anteriores, Luis y Ramón Soler en su extraordinario libro ‘Antonio Mairena en el mundo de la siguiriya y la soleá’, sin lugar a dudas el trabajo más completo de investigación sobre estos estilos, además de la figura de tan insigne cantaor, destacan el arranque del cante siguiendo musicalmente el estilo del Mellizo, sigue con el de Joaquín el de La Paula y termina en aires de Paquirri “El Guanté”.

 Dicho de otra manera, empieza y termina en música de Cádiz y por en medio incluye la de Alcalá. En la soleá de Tía Anica es claramente apreciable cómo finaliza  la repetición de los versos con la clásica caída tonal de Frijones. De estas consideraciones también se hace eco el flamencólogo jerezano José María Castaño en su libro ‘De Jerez y sus cantes’, donde señala que “musicalmente puede decirse que esta soleá es un ligadillo entre matices de Alcalá, El Mellizo y las caídas de Frijones, y se asocia a Tío José por su manera de interpretarse tan ligada, en cortito y muy hablada, tal como sus siguiriyas”.

Para quien quiera escucharlas les recomiendo la página web Fonoteca de soleares, así como canteytoque.es y flamencopolis.com. 

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