SI suele conectarse a internet y es tan seguidor de las 'redes' como yo (solo una mijita), no habrá escapado del drama que sacudió ayer a la comunidad internauta: ¿ve el vestido blanco y dorado o negro y azul? Ni en una boda real se ha hablado tanto de un vestido (y mira que es feo el condenado). Eso me hizo pensar lo subjetivo que puede llegar a ser hasta la visión, algo que me llevaba rondando la cabeza desde hace unos días cuando José Ignacio Wert, ese buen hombre convertido en ministro de Educación, decía que el seguimiento de la última huelga estudiantil era "minoritario". Estas declaraciones, politizadas sin ningún tipo de sutileza ni arte, no dejan entrever más que el hecho de que una vez llegados al poder los políticos no ven más allá de sus narices. El mismo ejemplo tenemos, en un escenario más cercano, cuando la delegación territorial de Salud habla sobre los 'no' colapsos de Urgencias y lo mucho que invierten en hospitales. El blanco contra el negro, ya ven.