Un día en la vida

manuel Barea /

España en serio

EL único eslógan preelectoral en el que he reparado hasta la fecha ha sido el del PP, España en serio. Tuve al principio alguna duda sobre si llevaba una coma. No es lo mismo España se acabó que España, se acabó. Lo primero se lo pueden estampar los de la CUP en unas camisetas y lo segundo puede ser la determinación de un refugiado exhausto, un "esto está bien, aquí me quedo, ya no ando más".

Pero vuelvo a lo del eslógan. Veo a un político del PP tras su atril de mitin o rueda de prensa, antecedido por la exhortación, esa llamada a la seriedad, e imagino la escena: no sé si es Rajoy quien se dirige a un subalterno o si es el asesor el que saca a su jefe del ensimismamiento. Opto por esto último.

-Señor presidente, hay gente que se está tomando lo nuestro a cachondeo.

-No veo por qué.

-Habría que advertirles que esto es muy serio. Lo del 20 de diciembre...

-Sí, bien. ¿A qué hora es la grabación con Bertín?¿Aquí o en su casa?

-Le pregunto a Casado. Hemos pensado... ¿Qué le parece España en serio?

-¿En serio?

-Sí, en serio.

-No, digo que si en serio se les ha ocurrido eso, España en serio.

-Sí, claro, ha sido en serio.

-No sé si habría sido mejor En serio, España en serio. Es que parece que hasta ayer teníamos levantado aquí un circo o montado un tablao y ahora, de repente, nos ha dado por la formalidad, hartos ya de tanta farra. No sé, carallo. Poned lo que os parezca. Yo tengo mucho lío. ¿Cuándo es lo mío con la Campos?

-No sé, lo lleva Casado. Le pregunto.

-Gran mujer esta María Teresa. Un programa muy serio. Me vendrá bien aparecer en él.

¿Quién sabe? Quizá la presentadora haya leído a Jankélévitch en sus ratos libres -cosas más raras se han visto- e inquiera a Rajoy por la seriedad, la de su partido y la de él. Y los imagino a ambos, arrellanados en Qué tiempo tan feliz, con ella planteándole al presidente y candidato a la reelección si ha tenido en cuenta que la seriedad "toma en consideración el futuro [o sea, el 20-D] y prevé las azarosas posibilidades aún envueltas en las brumas de la incertidumbre" o si por el contrario lo suyo no es seriedad sino "preocupación ante un futuro que depara sorpresas y calamidades".

A lo que Rajoy, siempre fiel a su estilo, probablemente conteste:

-Pues María Teresa, qué quieres que te responda. Yo diría que a la primera ya tal y a la segunda tal cual.

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