Desde la ciudad olvidada

José Manuel / Moreno / Arana

Villapanés, otra vez

HAY edificios históricos que desaparecen fugazmente en días, e incluso en horas, y otros que lo hacen a lo largo de años, y hasta décadas, a lo largo de un proceso lento y silencioso, aunque no menos inexorable. Lo súbito produce mayor impacto que el mal crónico y, sin embargo, el resultado será el mismo, si no logramos atajar sus oscuras consecuencias. Da igual que aniquilemos una bodega decimonónica en un abrir y cerrar de ojos o dejemos pudrir el interior de un palacio dieciochesco poco a poco. El resultado será el mismo. Una destrucción que, por lo general, no es violenta pues con frecuencia puede ser fruto de la insensibilidad más paciente y calmada. Esto último me recuerda el caso tantas veces citado aquí del Palacio de Villapanés, ahora de nuevo de actualidad tras anunciarse la pasada semana la intención municipal de convertirlo en sede de la "Fundación Universitaria para las Artes Escénicas y el Flamenco de Jerez". Si finalmente se lleva a cabo este proyecto, el último dentro de la larga y variopinta lista de usos que han sido ideados en tiempos recientes para Villapanés, estaremos de enhorabuena. Asimismo, aguardamos a que por fin se aborde la restauración de la zona trasera del palacio, cuyas obras de consolidación fueron presupuestadas ya en 2013. Hasta entonces no tendremos la tranquilidad de saber que el magnífico conjunto de pinturas murales y yeserías que atesora esta casa señorial se han salvado. Porque la arquitectura histórica no es sólo una fachada monumental, un bonito continente para anodinos y novísimos interiores, cuya esencia original es arrasada sin piedad. Eso fue lo que ocurrió en la parte rehabilitada que da a la Cruz Vieja y ese es un error que no debería volver a cometerse. Pero mientras tanto nada de esto ocurra, toca sólo soñar y esperar que las promesas se hagan realidad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios