A la sombra de los olmos

José / Martínez / olmos

Investidura sí o sí

AYER Rajoy aceptó el encargo del rey para la investidura a la presidencia del gobierno de España; pero cuando le preguntaron si contemplaba la posibilidad de no acudir a la sesión de investidura en caso de no tener asegurados los apoyos, su respuesta dejó la duda en el ambiente. De inmediato comenzaron a correr ríos de tinta y comentarios en las ondas por parte de los expertos constitucionalistas que coincidían en el hecho de que tal eventualidad sería contraria a la Constitución.

El simple hecho de que el presidente del gobierno en funciones y aspirante a reeditar el cargo deje en el aire la posibilidad de incumplir el mandato constitucional es de una gravedad impresionante. Más aún cuando estamos inmersos en el desafío soberanista de los independentistas catalanes que basan su estrategia en incumplir la Constitución y desoír los requerimientos del tribunal constitucional.

Esta es para mí la consecuencia más grave de la posición de Rajoy que con sus manifestaciones, no sólo deja claro que tiene pocas ganas de ir a la investidura, sino que pretende presionar a otras formaciones políticas como son el PSOE y Ciudadanos. Es una posición de una enorme irresponsabilidad porque si su objetivo es presionar a estas fuerzas políticas, debería haber buscado cualquier otro tipo de argumentos en lugar de amenazar con no acudir a la sesión de investidura y bloquear la situación pretendiendo responsabilizar a estas fuerzas políticas de esa situación.

Rajoy se está poniendo en evidencia ante los españoles y ante el resto del mundo; su desgana es tan patente que se muestra incapaz de analizar las consecuencias políticas de sus posiciones partidarias. En estos momentos de la política nacional es de una enorme irresponsabilidad entregar argumentos de esta naturaleza a los independentistas que basan su estrategia política en el incumplimiento de los mandatos constitucionales.

¿Se imaginan ustedes con qué fuerza moral se puede enfrentar la actual situación de Cataluña en su desafío institucional al Estado español en el caso de que Rajoy finalmente se sitúe fuera de la Constitución? En esta equivocada estrategia, Rajoy cuenta con la alianza de Ana Pastor que ayer comenzó a dar pruebas de su falta de neutralidad en el ejercicio de su cargo como presidenta del Congreso de los Diputados.

Es deseable que Rajoy regrese a posiciones razonables, descarte la posibilidad de incumplir su obligación de acudir a la investidura y asuma el resultado de la votación, sea cual sea, con la normalidad a la que todos estamos obligados.

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