Ando un tanto confuso con las cosas de nuestro gobierno municipal, resulta que aquello que no se podía hacer hace unas semanas, ahora es un acto de responsabilidad política y, además, supone un importante ahorro, 700.000 euros, para las arcas municipales. Asumir la gestión del Servicio de Ayuda a Domicilio era algo técnica y económicamente demasiado complejo, ahora el rescate del servicio se puede y se debe hacer el próximo día 1 de enero de 2017. Es una buena noticia para las 400 trabajadoras y para todos y todas que necesitaremos o necesitamos de esos cuidados cuando suframos situaciones de dependencia.

Resulta penoso, dice muy poco de nuestra sociedad, de nuestros dirigentes y de nosotros mismos, que la función más importante para todos y todas, la función de ser cuidados sea de las menos valoradas. Seguro que las condiciones laborales en la Ayuda a Domicilio tienen que ver con el hecho de que, según el Observatorio de Personas Mayores, el 84 por ciento de las tareas de cuidados las realicen mujeres. Dimos un salto cualitativo, signo de decencia política, en diciembre de 2006 aprobando la Ley para la promoción de la autonomía, la prevención y la atención en situaciones de dependencia, pero si a estos servicios no se les da un impulso de reconocimiento, todo puede quedar en papel mojado.

Es una buena noticia que nuestro gobierno municipal asuma su responsabilidad, asuma la gestión de este servicio, debería asumir, sería señal de que valoramos lo importante, la mejora de las condiciones laborales de las 400 personas que lo garantizan. Dado los precedentes no podemos sino estar preocupados, no vaya la alcaldesa a encargar un informe y nos se nos atraganten las uvas y las expectativas de estas trabajadoras, y se vean tiradas al mismo cubo donde ahora están las de los 116 despedidos por el ERE.