A la vuelta de la esquina

Francisco Reinoso

Cofradías, Hermandades y gremios

Fueron numerosísimas las cofradías que se fundaron desde la Edad Media. La mayoría con fines mutualistas, de ayudas en caso de necesidad. Como en aquella época lo más importante era el bien morir, muchas de ellas se fundaron para enterrar a sus cofrades, celebrar funerales, eran muy caros y solo al alcance de los más pudientes, y decir misas por sus almas. La limosna era medio para aliviar penas en el Purgatorio y las daban a los huérfanos y viudas.

Eran organizaciones fundamentalmente ciudadanas, unidas a la existencia de la ciudad, en la cual existían artesanos como tejedores, toneleros, mercaderes, plateros, marineros, cordeleros... Les era más fácil organizarse a través de una cofradía con un santo patrón. No existía libertad de asociación, aunque no fueran ilegales sus fines. Se asocian en organizaciones religiosas de ayuda mutua.

En Jerez tenemos, entre otras, la cofradía del Nazareno que agrupaba al gremio de los toneleros a través del culto a San Andrés.  En la Hermandad de Las Angustias en una de sus reglas dice que debe existir un muñidor para organizar el reparto de cera y su recogida, en procesiones y entierros. En la de ‘Los Judíos’ se cree que fue origen de una confraternidad de cardadores o de tejedores de mantas.

Los artesanos que no pertenecían a las cofradías tenían impedimentos para el acceso al mercado de trabajo. Los gremios prohibían ejercer si no pertenecían al sindicato, perdón, al gremio. Los gremios y grupos de artesanos no organizados comienzan a ir pensando en otro tipo de organización más allá del entierro cofrade.

Posteriormente se fundan hermandades con fines caritativos: pobres, enseñanza, hospitales, enterrar a los muertos... Las hermandades se hacen más fuertes y se agrupan para la devoción y el culto, en las que pueden participar todas las personas que se consideran devotas agrupadas por cualquier especificidad. Por ejemplo ‘Los Negritos’ de Sevilla, ‘Los gitanos’ de Utrera. Actualmente se crea una advocación, se dota de una imagen y se promociona el culto en el barrio para poder lograr la salida procesional.

El periodo constitucional desde 1810 a 1813, con la promulgación de ‘La Pepa’, trajo consigo el mayor intento de modernización de la historia de España. Fue en el año 1813 cuando en las Cortes de Cádiz, y promovido por los liberales, se abolieron los gremios, se proclamó la libertad económica, de trabajo, comercial y de fabricación. Anteriormente en 1810 se procedió a proclamar la libertad de imprenta.

En 1814 Fernando VII derogó todo lo aprobado, y aunque los gremios ya no tenían sentido en una época de capitalismo incipiente, las hermandades, cofradías y asociaciones gremiales optaron por la monarquía absolutista y volvió el proteccionismo, los señoríos, la propiedad de los terratenientes y la división entre fe y razón.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios