Pasarela

Famosos que necesitan penitencia

  • Podrían tenerlo todo, pero su rebeldía les lleva a vérselas con la Justicia

Quizás sea porque creen, erróneamente, que la fama los convierte en 'intocables' o porque, como cualquier otro ser humano, también cometen errores. Lo cierto es que son muchas las celebridades del mundo del espectáculo que se han visto y se ven en problemas con la Justicia. A veces, esos famosos han sido declarados culpables y han tenido que pagar grandes multas o trabajar determinado número de horas en servicios comunitarios. Tienen fama de rebeldes... y es merecida.

Una que esta Semana Santa tendría que hacer penitencia y propósito de enmienda es Lindsay Lohan, pues desde el 2007 ha vivido varios juicios por conducir en estado de ebriedad y también por posesión de drogas. Cuando la actriz de 27 años parecía haberse tranquilizado y estaba retomando su carrera, otro lío apareció en su camino. En un accidente de tráfico en Nueva York golpeó a un peatón con su coche cuando estaba aparcando y luego entró a su hotel sin preocuparse por el herido. Desde entonces, la ex chica Disney no sale de un juzgado para meterse en otro. El año pasado interpretó a Elizabeth Taylor en una película para televisión y ha participado en varias películas independientes. Pero la verdad es que su fama de problemática y alcohólica la precede, a pesar de entrar en rehabilitación cada dos por tres, y ya son pocas producciones las que quieren contar con ella. De momento, no levanta cabeza.

Otra figura juvenil que parece seguir los pasos de la polémica Lindsay es Amanda Bynes. Ya la policía la detuvo en una ocasión por conducir ebria y también protagonizó un accidente automovilístico en West Hollywood, en el que chocó contra un coche de la policía. Como resultado de ese incidente estuvo unas horas detenida y su padre tuvo que pagar una alta fianza para sacarla de la cárcel. Pero Amanda fue vista, a los pocos días, conduciendo su automóvil y mandando al mismo tiempo mensajes de texto desde su iPhone. ¿Resultado? La policía le puso una merecida multa. Por si fuera poco, la protagonista de películas como Hairspray fue fotografiada mientras fumaba marihuana. Los familiares y amigos de Amanda no ocultan su preocupación por este comportamiento y modo de vida. Pero la ex estrella de Nickelodeon lo único que ha hecho es responder amenazando con poner punto final a su carrera para dedicarse al diseño de moda.

Desde luego son muchos los famosos que aparecen en las noticias no precisamente por sus discos, sus desfiles de modas o sus películas, sino por el mal ejemplo que dan. La top model Naomi Campbell se metió en aprietos más de una vez por su agresividad (sonadas fueron sus discusiones con Joaquín Cortés cuando salían juntos. Alguna acabó con una habitación de hotel destrozada) y lo mismo le ocurrió en su día al actor Russell Crowe, más calmado desde hace unos años.

Otros chicos malos del mundo del espectáculo son Charlie Sheen, Kiefer Sutherland y Gary Coleman. Los tres actores han protagonizado situaciones de violencia doméstica que los han colocado también ante la Justicia. El protagonista de la serie Anger management fue arrestado a finales de 2009 por las autoridades de Colorado debido a una denuncia de maltrato de género interpuesta por su tercera esposa, Brooke Muller, de la que se estaba separando en esos momentos. Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo y la demanda no prosperó.

Mel Gibson también es un asiduo del banquillo de acusados. Además de sus polémicas y reiteradas declaraciones antisemitas y homófobas (que le han llevado a protagonizar diversos altercados públicos), el intérprete ha sido detenido varias veces por conducir borracho o bajo los efectos de sustancias ilegales. La primera vez fue en 1984 pero a lo largo de los 90 sus entradas y salidas de la cárcel se convirtieron en algo frecuente. Como si no tuviera suficiente con esto, en 2011 fue condenado a tres años de libertad condicional por violencia doméstica hacia su ex pareja, Oksana Grigorieva, con la que tuvo una hija. Se logró librar de la cárcel pero tuvo que seguir una terapia prescrita por el juez, hacer 16 horas de servicio comunitario y pagar 600 dólares de multa. Su novia, una cantante griega, lo denunció por agresión y hasta llevó a los medios grabaciones telefónicas en las que se escucha a Gibson amenazándola de muerte. Él admitió haberle pegado "en un intento de devolverla a la realidad", argumentó, "pero no la abofeteé fuerte".

La lista de quienes han tenido en algún momento de sus vidas problemas con la ley no se queda ahí e incluye, entre otros muchos, a Eminem, Nick Nolte, Fiona Apple, Hugh Grant, Winona Ryder, Robert Downey Jr., Nicole Richie, Daniel Baldwin, Matthew McConaughey y Haley Joel Osmen, entre otros.

El rapero Chris Brown es otro caso de reincidencia. A sus problemas con las drogas (de los que se intenta redimir en un centro de rehabilitación), se une la condena por agredir a su entonces novia, la cantante Rihanna, en 2009. Le impusieron una libertad condicional que él ha infringido varias veces y por ello ha llegado a entrar a la cárcel. Pero, como el resto de famosos rebeldes con la Justicia, parece que les gusta andar quebrantando la ley. Lo malo es que cualquier día la espiral de desorden y delito acaba definitivamente con sus carreras, y con sus vidas.

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