Provincia de Cádiz

Entender el Parkinson desde una mirada familiar y profesional

  • La alta demanda para participar en unas jornadas sobre la enfermedad celebradas en El Puerto obliga a la Diputación Provincial a aumentar el número de plazas ofertadas

Si el Parkinson es una enfermedad que tradicionalmente ha llevado aparejada cierta estigmatización social, cada vez son más las personas que dejan de lado esa visión prejuiciada y afrontan la realidad para poder entender esta patología y convivir con ella de la forma más normalizada posible. El interés que ha despertado la jornada sobre Parkinson organizada ayer en el portuense hotel Monasterio de San Miguel, viene a mostrar que los enfermos han adquirido mayor visibilidad, y que ello ha sido posible gracias a su coraje y al esfuerzo personal de los afectados y sus familiares. También los profesionales y administraciones se han implicado para hacer entender una enfermedad que "afecta a todos los ámbitos de la vida y exige a quienes la padecen un esfuerzo continuo de superación para no dejarse llevar por el desánimo", tal como expresó el diputado de Bienestar Social, Alfonso Candón, durante la apertura del encuentro, en el que estuvieron presentes el alcalde de El Puerto Enrique Moresco y la concejala de Bienestar Social, Mariola Tocino.

En principio, las plazas ofertadas por el área de Bienestar Social de la Diputación Provincial para las jornadas eran 150 pero finalmente ese número fue ampliado hasta 196 participantes, debido a la alta demanda de participación registrada. Entre ellos, se contaban numerosos profesionales del ámbito social, sanitario y de la rama de la geriatría, así como estudiantes especializados en atención a dependientes y trabajo social, pero también un núcleo importante de familias afectadas, pertenecientes a asociaciones de Cádiz, Algeciras (Santa Adela), San Fernando y El Puerto, que vienen trabajando en la atención al parkinson desde hace tiempo.

Tal como explicó a este diario el médico José María Mejías, técnico del área de Desarrollo y Bienestar Social de la Diputación Provincial, el objetivo de la jornada ha sido "sensibilizar e informar, para obtener una serie de conclusiones claras", destinadas sobre todo a los familiares, ya que el parkinson forma parte de un grupo de enfermedades que deteriora tanto al afectado y a su entorno "que es fundamental buscar métodos para que los cuidadores tengan información para afrontar los imprevistos que van surgiendo en el día a día".

Con este horizonte práctico, la jornada se estructuró de forma dinámica, pedagógica pero también médica, con la intervención de distintos especialistas. El título del encuentro, Parkinson, algo más que un temblor, es ilustrativo de las distintas miradas de las que es susceptible la enfermedad, y de la implicación necesaria de los profesionales y familias desde el punto de vista fisioterapeútico, psicológico, social y afectivo. En suma, la jornada se ha dirigida a todas las personas que intervienen en la atención a una enfermedad que es crónica y degenerativa, y que se manifiesta especialmente a partir de los 60 años.

Como introducción, a la entrada del auditorio Monasterio de San Miguel se instaló la exposición 'Sin Palabras', formada por paneles fotográficos y organizada por Parkinson Blanes con el patrocinio de Laboratorios Lundbeck, mediante la cual se traslada al visitante a la realidad que vive el enfermo de parkinson. La exposición se trasladará en los próximos días a la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz.

El paralelo a la muestra se han celebrado una serie de conferencias y talleres de sensibilización con la participación del auditorio. La conferencia inaugural estuvo a cargo de una profesional que participa de forma habitual en la jornada (que cumple su quinta edición), Susana Donate Martínez, neuropsicóloga de la asociación Parkinson Madrid. En su ponencia, titulada La vida familiar y social del enfermo de Parkinson, hizo una breve disertación sobre la enfermedad, dividiendo al público en seis grupos para el taller 'Vive un minuto con parkinson', en el que asignó diferentes tareas entre el auditorio para hacer sentir a los participantes algunos de los síntomas (lentitud de gestos, dificultades en la dicción y en la marcha...), que pueden fluctuar a lo largo del día pero que requieren tratamiento farmacológico, vida activa y participativa y terapia física para mantener la movilidad de la persona afectada. Después de Susana Donate, intervino la antropóloga y DUE Inmaculada Quiles, para hablar sobre La vida afectiva de la persona con enfermedad de Parkinson. El encuentro fue clausurado por Alfonso Candón con la entrega de diplomas a los asistentes y un homenaje en recuerdo de Miguel Vélez, una persona que colaboró con las asociaciones que atienden el Parkinson en la provincia.

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