Hace apenas una semana se pensaba que la jura de bandera que ayer acogió el Centro de Formación de Tropa número dos (CEFOT-2) de Camposoto podía haber sido la última de 50 años de historia. El medio millar de aspirantes que se incorporó a mediados de octubre iba a ser la última remesa de profesionales que pasaba por estas instalaciones, los últimos soldados del Ejército de Tierra formados en La Isla. Tras su marcha, el centro habría tenido que cerrar sus puertas -el cese de la actividad estaba planteado para el segundo semestre de 2015- y la ciudad habría perdido otra instalación militar más, en este caso además, muy rentable económicamente.

Los primeros rumores acerca de la continuidad de este centro docente militar se escucharon en el acuartelamiento el lunes, aunque ya el alcalde isleño, José Loaiza, había dejado entrever días antes que el futuro de las instalaciones estaba garantizado al hablar de "noticias esperanzadoras". El martes, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, confirmó la noticia que al día siguiente repitió en la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados: "El CEFOT no se cierra". Es más, incluso, se ha hablado de potenciar las instalaciones con la llegada de nuevas unidades, que podría derivarse de una reorganización de las instalaciones que el Ejército tiene por el sur de la provincia para multiplicar el potencial de la base isleña.

Así que, ayer, en la jura de bandera que se pensaba que iba ser la última y que finalmente será la primera de muchas una vez que las instalaciones han cumplido medio siglo de vida en San Fernando, el ambiente que reinaba en el acuartelamiento de Camposoto era bien distinto. Se trata, además, de la primera vez que La Isla ha conseguido frenar el cierre de unas instalaciones militares, una historia que es sobradamente conocida en la ciudad y cuyas consecuencias han servido de acicate para rechazar el cierre de medio Camposoto a pesar de la histórica reivindicación de suelo para el desarrollo turístico del municipio.

Ayer no se hablaba ya de cierre en el CEFOT, sino de la próxima oferta de empleo público que Defensa sacará a principios de año y que se repartirá nuevamente en dos ciclos que se formarán a partir de mediados de 2015.

Un total de 490 aspirantes de los 506 que entraron el pasado 20 de octubre en el CEFOT-2 prestó ayer su juramento a la bandera tras completar dos meses de formación básica. Pertenecen al segundo ciclo de 2014. Presidió el acto el general de brigada Manuel Ruiz Benítez, subdirector de Enseñanza del Ejército de Tierra.

Al acto asistió también una nutrida representación de autoridades entre las que se encontraba la diputada nacional Felicidad Rodríguez, así como el presidente de la Audiencia Provincial, Manuel Estrella, y buena parte de la Corporación Municipal, encabezada por el alcalde. También estuvo presente la directiva de la federación de asociaciones de vecinos Isla de León, que quiso de esta forma mostrar su compromiso y apoyo con Camposoto.

La fuerza en formación, al mando del comandante Jesús Acevedo, estuvo compuesta por la escuedra de gastadores, la banda de guerra del CEFOT-2, la Banda de Música de Fuerza Terrestre y las tres compañías con los aspirantes a profesionales de tropa. La mayoría -461- son hombres, pero hay 29 mujeres.

El 40% se irá destinado a la Brigada Paracaidista. El resto se distribuirá entre unidades de Artillería de Campaña, de Ingenieros y de Transmisiones. Antes, no obstante, tendrán que completar su instrucción en Camposoto con la fase de formación específica de su especialidad, que se desarrollará entre el 7 de enero y el 20 de febrero.

De su valía como "los mejores soldados que ha podido haber", a tenor de la demanda de plazas existente y de la cantidad de jóvenes que optan a las plazas ofertadas, habló también en su alocución el coronel director del CEFOT-2, Fernando Caballero.