Lotería de Navidad

El Bosque reparte 80 millones del Gordo

  • La única administración del municipio vende 20 series del 13.437 del primer premio El pueblo recibe más de ocho millones y el resto vuela a otros puntos de la provincia

La localidad de El Bosque repartió ayer 80 millones de euros del Gordo de la Navidad, desbordando de alegría a los poco más de 2.000 habitantes de la población. La suerte la repartió la única administración de la séptima localidad más pequeña de la provincia, de nombre La Trucha, situada en la Avenida de la Diputación, que vendió nada menos que 20 de las 160 series del número 13.437, un Gordo que se hizo de rogar ya que apareció pasada la una de la tarde. 

Un buen pellizco del premio se quedó en la misma población, un mínimo de ocho millones de euros, y el resto voló a municipios del entorno como Villamartín, Ubrique, y otras localidades como Ronda, Chiclana o El Puerto de Santa María. 

 

Francisco Neira, el propietario del establecimiento no podía imaginarse que después de 30 años regentando el establecimiento fuera el valedor de tanta felicidad para muchas familias, la mayoría con algunos de sus miembros en paro. Sin parar de contestar al teléfono, de atender a medios de comunicación que se agolpaban a la entrada de su negocio y luciendo una camiseta blanca con la leyenda Primer premio: vendido aquí, Francisco hacía lo imposible por dilucidar a dónde o a quién había llegado la suerte. Sí tenía claro que el premio estaba muy repartido. "Se ha vendido por ventanilla, en bares y a través de vendedores ambulantes que los han adquirido aquí", explicaba este hombre  "emocionado" por dar por primera vez en su vida un premio tan especial. De su administración salieron nada menos que 200 décimos a 400.000 euros por unidad.

 

Rosa y Lolo fueron  dos de esos loteros ambulantes, que llevaron la alegría a los hogares tras vender billetes de La Trucha entre los vecinos, convirtiéndose casi en héroes de una jornada histórica para la Sierra. Rosa lo hizo en El Bosque, donde vendió 20 décimos, repartiendo entre sus paisanos del pueblo la friolera de ocho millones de euros y encima arrancó un pellizco pues fue, también, una de las agraciadas. "Me han tocado unos 100.000 euros", confesó esta mujer, que dice haber repartido la suerte en muchas ocasiones a través de otros juegos del azar. 

 

Hasta Villamartín llegó una serie del 13.437, dejando en esta localidad, de unos 13.000 habitantes, unos cuatro millones de euros.   "Como mínimo en Villamartín se han vendido 10 décimos. En Ronda, entre 20 ó 30, y en Ubrique un número que ahora no sé precisar", explicaba Francisco Neira, el administrador bosqueño, que pese a repartir tantas alegrías no se quedó con ningún  boleto agraciado. "No hemos devuelto ninguno de las 20 series. Todo está vendido", añadía. Cabe destacar que esta administración de El Bosque se encuentra situada en todo el corazón de este municipio eminentemente turístico, con lo que muchos visitantes de distintos puntos de la geografía española, a buen seguro, que han aprovechado para llevarse lotería de este establecimiento. "Hay mucha gente que está llamándonos, diciendo que les ha tocado", concluía Francisco, que repetía cuando alguien quería recabar más información: "Lo siento. No te puedo atender más. Aquí tengo un lío muy gordo". Y tan gordo. No todos los días se dan 80 millones de euros.

 

Y es que en El Bosque, ayer, era un no parar. Coches pitando, amigos abrazándose, gente en las calles, unidades móviles a la captura de la mejor de las imágenes y mucha, mucha alegría. 

 

La cerveza corría como la pólvora en el Mesón El Duque, epicentro de la celebración de la lluvia de millones que se repartió en El Bosque. Los trabajadores de este local estaban de enhorabuena. Habían sido agraciados con el primer premio , ése que sirve para tapar agujeros y abrigar esos bolsillos que, por culpa de la machacona crisis, se encontraban hasta hace menos de 24 horas tiritando. Así que los once trabajadores del establecimiento no podían creérselo. A todos les había tocado un pellizco del ya mítico 13.437. También a clientes, que celebraban la dicha, emocionados. A los empleados de El Duque,  la suerte les llegó gracias al bote que acumulan de las propinas que van dejando los clientes. Por tanto, con lo que fueron recaudando en meses pasados pudieron comprar cuatro décimos, de los que uno fue el premiado, cuenta Alberto, uno de los camareros. Así que unos 400.000 euros se los repartirán entre todos, incluido el dueño.  

Magdalena, otra vecina del pueblo, lo soñó. Por eso se desveló a media noche y no consiguió pegar ojo. Soñó que le tocaba y así fue. Sostiene a su niña de ocho meses en los brazos celebrando la suerte en El Duque. Tiene claro que con el décimo que le ha tocado a ella y a su marido, Juan, lo primero que harán será "levantar la hipoteca" para vivir más holgadamente. Con el vértigo que produce tener de sopetón 400.000 euros en tus manos, esta peluquera de profesión, de 35 años y en paro, quiere que mejoren las condiciones de vida de su marido, todo el día a lomos de un camión. "Lo primero que haremos será quitarnos trampas. Después ya veremos", dicen. 

 

En la salita de la modesta casa de Paqui, otra agraciada de El Bosque, las lágrimas se han adueñado en un segundo de todos los presentes. Su familia y sus vecinas lloran por unos instantes de felicidad. La mujer se abraza a sus dos hijos, de 30 y 24 años, que andan en paro desde que la construcción cayó en picado. El padre, con el décimo premiado con 400.000 euros, ha salido 'pitando' para enseñárselo a la abuela, quien puso el dinero, como todos los años, para adquirirlo. En casa de Paqui, la crisis se nota como en millones de hogares españoles. Los padres echan todas las manos del mundo a los dos hijos, albañiles de profesión, y a los nietos. "Los ayudo a diario. Ahora con más razón", dice la mujer que preguntada por si se dará algún capricho, dice: "yo, con que sean felices, y no les falte de nada, me conformo", asiente.

 

En mitad de la calle frena el coche que trae a Rosi y a su familia desde Prado del Rey a El Bosque. Está nerviosa. Emocionada. A la una de la tarde, cuando salió el Gordo más rezagado de los últimos 25 años no se lo podía creer. Y no era para menos. Le había tocado a esta cocinera parte del décimo que compartía con sus compañeros del famoso mesón El Duque, además de otro décimo que compró. Hasta este restaurante, que ya se está haciendo más famoso que el bar de Antonio, el del anuncio de la Lotería, se dirige la mujer para abrazar a sus compañeros. Rosi es una más de las agraciadas, pero por partida doble. La suerte le endulzará la vida a esta mujer, madre de tres hijos, que anda de baja laboral por enfermedad. A su lado, su tía Isabel Vázquez Manzano, que comparte premio con ella ya ha echado cuentas. "Me han tocado 200.000 euros,  menos lo que se lleve Rajoy", dice esta mujer, que tiene memorizado el número de la suerte en su cabeza. "Estaba viendo la televisión y tenía un pálpito. Lo dijeron. Y no me lo podía creer", sentencia. La misma suerte que Rosi corrió otra trabajadora de El Duque, que ha rascado el consabido pellizco del décimo compartido con los compañeros de este establecimiento más otro que adquirió junto con tres hermanas. A la agraciada, de nombre Isabel, el dinero le viene de perlas para levantar los ánimos en su casa, donde la crisis se ha cebado con la economía familiar.

Cocinera de profesión, Isabel no entiende de macroeconomía. Sólo de que el paro ha arrastrado a su marido y a sus hijos. "Imagínate. Soy la única que trabaja en mi casa. Tengo a mi marido y a mis cuatro hijos en el paro, y tengo cuatro nietos", señalaba la mujer, muy emocionada junto a los suyos, mientras contabilizaba que, de golpe, le han caído unos 150.000 euros que, en principio, ayudarán para burlar las estrecheces. La alcaldesa de El Bosque, Inmaculada Gil (PP), declaró tras conocer la noticia la "enorme" inyección económica que supondrá para el municipio haber repartido alrededor de 80 millones de euros del primer premio de la Lotería extraordinaria de Navidad.  Gil se mostró "contentísima" por el hecho de que el Gordo haya caído en un municipio en el que "todo el mundo se conoce". Y recordó que El Bosque es un municipio que económicamente "funciona" gracias a su apuesta por el turismo, por compartir el Parque de Grazalema.

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