Vivienda

Desahucian por error un piso en Puerto Real y 'limpian' su interior

  • El secretario judicial se confundió de vivienda El cerrajero se llevó de la casa varios enseres que luego tuvo que devolver.

Una historia rocambolesca, un cúmulo de casualidades (o errores) que casi dejan a una familia en la calle. Sucedía en el número 2 de la Avenida de Cádiz, en Puerto Real. A primera hora de la mañana del pasado lunes, un secretario judicial acompañado de un cerrajero llegaba con una orden de desahucio para una vivienda situada en el 1ºC del edificio. Sin embargo se personaba, por error, en el Bajo C. Llamaron a la puerta y al ver que nadie abría, partieron la cerradura, entraron en su interior y pusieron una nueva.

La vivienda que abrieron sólo está ocupada por temporadas. Es una herencia familiar de un grupo de seis hermanos que suele ocupar una de ellas, que reside en Barcelona, para sus vacaciones. Según relató a este periódico una de las hermanas, Josefa Roca, "una vecina llamó a mi hermana para preguntar si mi otra hermana había venido a pasar la Semana Santa; cuando le dijo que llegaba en unos días le respondió que en la casa había gente". Dos de las hermanas se dirigieron a la vivienda y comprobaron que habían roto la cerradura, habían sellado su hueco y habían instalado una nueva. "Llamamos y no abrían la puerta, así que nos fuimos directamente a la Comisaría de Policía Nacional porque pensamos que alguien había ocupado la casa". Las hermanas explicaron a este periódico que se pusieron muy nerviosas ante la situación, más si cabe, porque en estos días va a llegar la persona que usa la vivienda.

Fue en la propia Policía donde les dijeron que fuesen al Juzgado porque se trataba de un desahucio. "No podíamos creer lo que estábamos oyendo, el piso está pagado y estamos al corriente de todos los recibos de IBI, de luz y de agua. Estábamos convencidas de que había sido un error y así nos lo confirmaron en el Juzgado cuando nos presentamos allí con las escrituras del piso".

El error tiene una explicación. El bloque de viviendas tiene cuatro plantas. Un bajo y tres más. Sin embargo, en el descansillo de la planta no hay ninguna señalización que indique si es una planta baja o el primer piso. De hecho, en el portero automático del bloque la planta baja no existe.

"Es verdad que no está bien señalizado, pero en la puerta de la casa pone bien claro el nombre de mi padre y no el de la persona que iban a desahuciar, por lo menos podría haber preguntado o informarse mejor", apunta Josefa.

Pero además, por si el disgusto de la familia fuera poco, la mayor sorpresa se la llevaron cuando accedieron a la vivienda. "Habían registrado la casa entera y nos dimos cuenta de que se habían llevado un montón de cosas: el microondas, una vaporeta, dos estufas, sillas y sombrillas para la playa, e incluso el cable de antena de la televisión, entre otras cosas", lamentan.

Para su sorpresa, cuando abandonaron el Juzgado, según asegura una de las hermanas, el propio cerrajero reconoció que había sido él quien se llevó "un microondas" y que iba a devolverlo. "A las cuatro de la tarde apareció para devolverlo pero no era sólo eso, traía una furgoneta casi llena con nuestras cosas".

También explicaron que se han producido otros destrozos: "En la cocina hay una columna forrada de madera con varias falsas puertas, a modo de decoración, que han querido abrir a la fuerza y las han roto". Según contaron, el cerrajero les dijo que "como la casa era propiedad del banco había que limpiar la casa porque eso se tiraba todo".

La familia ha optado por no presentar denuncia y agradecen la buena disposición del juez para aclarar el asunto. Ahora esperan que se les arregle la puerta y devuelvan todo a su estado original. No obstante, la familia no termina de estar tranquila porque ya les han advertido que la situación se podría volver a repetir. "Nos han dicho que si la próxima orden de desahucio sale de otro Juzgado lo mismo se repite la escena, pero ya nosotros nos encargaremos de poner un papel en la puerta para explicar que allí no es". La propia familia ha explicado que el vecino del primero les ha reconocido que había recibido la orden de desahucio de la vivienda pero que entendía que tenía 15 días para desalojar la casa. Ante esta situación, según relatan vecinos del mismo bloque, esta familia empezó ayer a hacer la mudanza.

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