salud | la primera apertura del hospital militar

San Carlos cumpleDIEZ AÑOS tratando a pacientes del SAS

Ha pasado a ser un hecho cotidiano. Que los isleños acudan al hospital de San Carlos cuando tienen cita con su cardiólogo o cuando tienen que hacerse algunas pruebas médicas es algo bastante corriente que ya no sorprende a nadie. Pero no era así hace apenas unos años. El uso de estas enormes instalaciones estaba vetado para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Solo el personal militar y sus familias tenían acceso a ellas.

Ahora acaban de cumplirse diez años de la firma de un acuerdo histórico que abrió la puerta de este emblemático hospital a la población civil. San Carlos -que desde hace diez meses pertenece por completo a la Junta de Andalucía- ha cumplido ya una década tratando a pacientes del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Y, a pesar de que tan solo se hace uso de una pequeña parte del inmenso potencial que tienen estas instalaciones, las cifras hablan por sí solas: casi 470.000 consultas externas practicadas, en torno a 20.000 intervenciones de cirugía mayor ambulatoria y hasta 170.000 pruebas diagnósticas. Los números han ido creciendo exponencialmente con el paso de los años para poner de manifiesto las enormes posibilidades del hospital isleño.

El uso compartido del centro sanitario militar por parte de la población civil se había estado demandando desde la década de los 90 sin resultado alguno. En realidad, el Ministerio de Defensa rechazó por completo esta posibilidad hasta que descendió la actividad asistencial en el centro a causa de la desaparición del servicio militar obligatorio, la reorganización y modernización de las Fuerzas Armadas y el consiguiente replanteamiento de toda su antigua red sanitaria. Fue el principio de un declive que dejaría durante años al hospital con solo dos plantas en uso y que en 2013 llevó a anunciar su cierre militar, lo que derivó en la posterior transferencia al SAS de estas instalaciones, que ya carecían por completo de interés para Defensa.

Hay una fecha clave: el 19 de julio de 2005. Ese día la consejera de Salud, por entonces María Jesús Montero, firmó con el subsecretario de Defensa, Justo Zambrana, un convenio que establecía las bases de colaboración entre la Junta de Andalucía y el Ministerio para el uso compartido de San Carlos. El acuerdo, que se rubricó en La Isla con toda la trascendencia que requería el momento, abrió la puerta del hospital militar a los pacientes del SAS, a los que a la semana siguiente se empezó ya a atender en este centro.

En términos generales, el convenio contemplaba la posibilidad de proporcionar atención sanitaria a los habitantes de San Fernando y de otros municipios de la Bahía de Cádiz en este hospital militar en tanto que el SAS, por su parte, se comprometía también a atender en sus centros a los titulares y beneficiarios de la sanidad militar. Para la Junta, era una oportunidad de dar respuesta a una demanda histórica de los isleños, solucionar en parte sus carencias sanitarias -basta recordar que apenas unos años antes se había proyectado levantar un centro de especialidades en La Ardila, justo donde hoy se ubica el nuevo centro de UPACE- y de reducir las enormes listas de espera que registraba el hospital Puerta del Mar. El convenio, básicamente, aumentaba la capacidad del SAS para atender las especialidades, pruebas diagnósticas e intervenciones de cirugía mayor ambulatoria más demandadas.

Las especialidades de dermatología y traumatología fueron los primeros servicios que se pusieron en marcha al entrar en vigor el acuerdo alcanzado entre ambas administraciones. En la primera semana se atendieron 77 pacientes. En los meses siguientes la cartera se amplió con cardiología, cirugía general y digestiva, neurología, oftalmología, otorrinolaringología, preanestesia y urología. Y a lo largo del primer trimestre de 2006 se sumaron también, gracias a una ampliación del acuerdo, las especialidades de digestivo, endocrinología, ginecología y obstetricia y neumología. De 2.600 consultas mensuales -que era la media con la que arrancó el uso compartido de San Carlos- se pasó a 4.500 al año siguiente.

En el primer año de funcionamiento del convenio se contabilizaron 36.500 consultas médicas y 790 intervenciones quirúrgicas a través de las técnicas de cirugía mayor y menor ambulatoria, que al utilizar técnicas menos invasivas evitaban la hospitalización de los pacientes. Éstas se circunscribieron en un primer momento al abordaje de patologías de cirugía general, dermatología, ginecología, oftalmología, traumatología y urología.

El concierto tomó cuerpo y se afianzó durante los años siguientes. Entre 2007 y 2010 se realizaron en el hospital de San Carlos 233.538 actos clínicos de las trece especialidades existentes. Hasta 175.649 fueron consultas externas, de las que 90.438 fueron primeras consultas y el resto -85.211- revisiones médicas. También se practicaron 7.325 procedimientos de cirugía mayor ambulatoria y 50.564 pruebas diagnósticas. El balance de estos años realizado por el SAS no podía ser más positivo. Los datos -aseguraba- eran un exponente de los desplazamientos evitados a los pacientes isleños al poder acceder a estas consultas y procedimientos en su propia localidad.

Entre 2010 y 2014 se calcula que en el hospital de San Carlos se han atendido más de 257.700 consultas externas, 11.800 procedimientos de cirugía mayor ambulatoria y 119.600 procedimientos diagnósticos.

El concierto, con sus especialidades, pruebas e intervenciones, siguió la misma dinámica hasta el año pasado, cuando el Ministerio de Defensa se desligó definitivamente del hospital de San Carlos al transferir la titularidad del centro y todo el personal -308 profesionales- al Servicio Andaluz de Salud (SAS). Es otra de las fechas clave del proceso. El 12 de septiembre de 2014, el Gobierno central y la Junta de Andalucía firmaron el acuerdo definitivo del traspaso al sistema sanitario público andaluz, que se hizo efectivo el 1 de octubre. Ayer, precisamente, el antiguo hospital militar cumplió diez meses como centro del SAS. En este tiempo se han incorporado a los servicios concertados desde hace una década otros nuevos como la rehabilitación hospitalaria, el hospital de día de hematología y la unidad de salud mental que se ha trasladado desde La Ardila, así como dos nuevas áreas de exploraciones digestivas y dermatología, un hospital de día médico polivalente y nuevos quirófanos de cirugía mayor ambulatoria.

En breve, se pretende que San Carlos incorpore también un TAC que se calcula que realizará entre 9.000 y 10.000 exploraciones anuales. También se dotará de un aparato para realizar resonancias magnéticas, un equipo de radiología simple digital y un mamógrafo.

El siguiente paso, asegura Salud, será la apertura de las Urgencias y de una unidad de hospitalización. Para ello, precisa, será necesario previamente abcometer una reforma integral de la antigua área y dotarla de recursos materiales. Existe, dice el SAS, un proyeto de remodelación y ampliación. Por otro lado, la unidad de hospitalización ocuparía en una primera fase una planta del hospital de San Carlos y ofrecería asistencia a aquellos pacientes que requieren ingresos. Sin duda, serán dos pasos esenciales en la progresiva puesta en uso de este enorme edificio, el hospital que La Isla anhela tener desde hace décadas y que hace ya diez años empezó a utilizar.

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