La Costa de la Luz ha vivido durante el último año el insólito fenómeno de la ausencia de grúas. No hay un sólo proyecto hotelero de envergadura en desarrollo desde la inauguración, en abril de 2008, del hotel Elba Costa Ballena. Fue el último estreno antes de que la crisis inmobiliaria, el final de las alegres concesiones financieras de antaño y la pérdida de rentabilidad del sector frenaran en seco cualquier iniciativa. Pese a que el mercado mantiene todos estos condicionantes, dos empresas, la cadena Hipotels y el andaluz Grupo Tarje, han anunciado en este último tramo de 2009 su intención de reactivar el desarrollo urbanístico del litoral con grandes proyectos hoteleros. Son cautelosas novedades en el desierto que atraviesa el negocio de la promoción turística.

La apuesta más decidida llega de la cartera del empresario mallorquín Juan Llull, al frente de la firma Hipotels, artífice en los albores de la década de los noventa de la construcción de Novo Sancti Petri. Hipotels, con cuatro hoteles en Chiclana, uno en Jerez y uno más en Conil, se ha embarcado en un séptimo proyecto en la playa conileña de La Fontanilla: un nuevo cuatro estrellas con 340 habitaciones junto al feudo de Fuerte Hoteles.

"Aunque los tiempos son difíciles para todos, ésta es una oportunidad para devolver al destino un poco de la alegría que nos ha dado", señaló hace dos semanas un directivo de la empresa, que tiene un apretado calendario de actuación sobre la mesa: inicio de obras en el arranque de 2010 con el objetivo de que el hotel reciba a sus primeros clientes en el verano de 2011.

Conil aún cuenta con otro plan hotelero con expectativas de desarrollo a medio plazo en la playa de El Roqueo. La sociedad gaditana Towsur impulsó en 2008 la construcción de un apartahotel de 113 apartamentos y cuatro estrellas de categoría. Hace dos meses, sin que se hubieran registrado avances significativos, el proyecto fue adquirido por Netmobilia, vinculada a la Caja de Ahorros de Baleares, informaron fuentes de la operación.

Esta semana el Ayuntamiento de Vejer también ha anunciado un cambio de cartas en el proyecto hotelero de El Palmar. La firma Chival Promociones, integrada en Grupo Tarje y respaldada por Cajasol, ha confirmado que reflotará la iniciativa abandonada por Riera Marsá, en pleno desierto financiero, para levantar un complejo con dos apartahoteles y 1.300 plazas en la playa vejeriega. El alcalde, Antonio Verdú, ha estimado un plazo de dos años para el desarrollo del mayor proyecto hotelero de la costa jandeña, con alrededor de 90 millones de euros de inversión, aunque la previsión es más que incierta para un plan que el propio Verdú presentó en el año 2001.

Al margen de plazos, los desarrollos previstos en las playas de El Palmar, La Fontanilla y El Roqueo cuentan con el aval de haber superado su tramitación administrativa y disponer, por tanto, de la ansiada y costosa aprobación de la Junta de Andalucía. En este grupo de proyectos de la Costa de la Luz ya respaldados por el Gobierno regional existen otras tres históricas iniciativas: Costa Ballena Chipiona, el plan hotelero de Trafalgar y la ampliación de Atlanterra, en Tarifa.

Las empresas con intereses en Costa Ballena, entre las que destaca la firma Best Hotels, se han dado de bruces con la crisis y aguardan tiempos mejores para levantar los cuatro hoteles y más de 1.300 habitaciones previstas en primera línea de la playa chipionera. También están agazapados ante la inactividad del mercado los promotores de una nueva fase de Atlanterra con un millar de camas hoteleras y otro millar de apartamentos, mientras que el proyecto para construir dos hoteles en Trafalgar languidece por el enfrentamiento enquistado entre promotores turísticos y propietarios de la parcela situada junto al faro. Pese a su paralización, los tres son planes en cartera para la próxima década, desarrollos pendientes que perfilarán, para bien o para mal, la costa gaditana.