Conocedor a fondo del sector naval, Ramón López Eady tiene claro que los astilleros de España no están pasando por un buen momento y, lo que es peor, tampoco lo pasarán bien en el futuro. El director general de la Unión Española de Construcciones Navales (Uninave) visitó recientemente Cádiz para participar en unas jornadas que analizaban la relación entre los astilleros y la industria auxiliar naval. Sin embargo, la sombra de la crisis rodeó a unas alternativas de futuro que siempre pasan por la innovación.

Por eso, está convencido de que a pesar de que la situación hoy no es mala, sí lo será dentro de poco más de un año. En su opinión, "la cosa no está tan complicada; con 800.000 toneladas compensadas y consumiendo a raíz de 300.000, supone que hay dos años y medio de trabajo, y el mundo militar tiene una cartera de pedidos aceptablemente buena. Quizás en esta zona de España, en la Bahía, la situación es más comprometida".

En su experta opinión, "en el futuro inmediato lo pasarán peor los astilleros que las industrias auxiliares, porque la necesidad de contratación está en la cabecera y en estos momentos el mercado está muy mal". También tiene claro que, en las actuales circunstancias, "el mercado militar es el mejor compañero de viaje para Navantia".

Otro asunto al que se refirió López Eady es el de la competencia asiática. En su opinión, hay una explicación de por qué son competidores. "Se habla mucho de que nuestros competidores son Corea o Japón, pero lo son porque nos van a arrebatar los mercados que ahora tenemos en Europa". Pero, como señaló, también hay competidores en el resto de Europa que ya están moviendo ficha.

"Muchos están optando por la inversión pública a través de la actividad militar, le están dando trabajo a ciertos astilleros europeos que han entrado en crisis con contrataciones para sus propias Armadas, y astilleros que son tradicionalmente civiles se convierten en subcontratistas de astilleros militares". Eso, asegura, salvará el tránsito del mercado civil al militar pero en España "tenemos un mamparo estanco y ese trasvase civil-militar va a ser complicado". De esta forma, el representante de Uninave tiene claro que "en España vamos a sufrir y los astilleros privados sobre todo, el arrebato de nuestros mercados tradicionales desde los países del lejano Oriente".

Pero no todo son malas noticias y Ramón López Eady arroja algo de luz en el túnel. Explica que en el tercer trimestre del presente año se ha producido una "ligera reactivación" mundial del mercado naval. En consecuencia, y "dado que el ciclo de construcción de un barco es de dos años y el año que viene empezaremos a notar en cabecera de producción los efectos de la crisis, si esta reactivación se consolidara podríamos enlazar con un nuevo ciclo. Y digo esto con optimismo porque no dependemos de la reactivación de la economía española, sino de la economía de los países que compran barcos, que casi en un 50% son europeos".

También se cancelan contratos ya firmados, sobre todo en países del "lejano Oriente" y en buques convencionales. López Eady señala que "en estos mercados se habla de ferrys offshore, que es un mercado algo más sólido y es el que nos van a arrebatar si pueden".

Preguntado sobre si los astilleros españoles pueden tener alguna defensa, este experto tiene claro que el apoyo del Gobierno "es fundamental, pero si de verdad tenemos que hacer una reflexión interna somos nosotros mismos los que tenemos que defender la situación".

Por último, hace referencia a la actividad de contratación de industria auxiliar naval que se da en los astilleros privados que se dedican a construir yates y barcos de recreo en Pontevedra. Sobre esto, asegura que "no voy a descartar posibilidades, pero esos astilleros también lo pasan mal, máxime en estos momentos en que la crisis hace que esos grandes yates no se hagan y algunos están cancelando. Si hay iniciativas, las apoyaremos, pero no para cambiar el modelo previsto".