Actualmente hay algunos complementos dietéticos como los ácidos grasos omega 3, la vitamina D o la fibra que son beneficiosos para reducir el riesgo cardiovascular y la hipertensión arterial pero su uso debería limitarse a aquellos pacientes de alto riesgo, como aquellos con una alteración del perfil lipídico, de la presión arterial o en los que se considere que existe un riesgo cardiovascular aumentado, aunque todavía no esté presente enfermedad.
Así lo ha reconocido el profesor de Nutrición en la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid Carlos Iglesias, durante la 19 Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial celebrado en Madrid.
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