Salud y Bienestar

El paciente en el centro del sistema

  • Un servicio de salud que ponga al paciente en su centro neurálgico debería prestar menos atención a las cifras y dedicar más esfuerzos a personalizar terapias y costes.

Un sistema sanitario cuyos cimientos sean los beneficios para la salud del paciente es el deseo y la voluntad de todos cuantos trabajan en centros médicos y hospitales. Sin embargo, no hay un criterio homogéneo para medir dichos beneficios. Mientras que para unos va indisolublemente unido a los resultados de las analíticas y las mediciones de los procesos médicos, para otros los beneficios se miden por el bienestar del paciente, su menor exposición a riesgos y efectos adversos y su mejor estado de salud.

En medio de la polémica acerca de qué valor ha de privilegiarse para que el sistema sanitario tenga calidad y siga siendo sostenible el Instituto Roche celebró en Madrid la jornada 'Hacia un sistema sanitario basado en la creación de valor: un nuevo marco para la financiación de medicamentos'. El encuentro quiso favoerecer el debate entre expertos de referencia sobre los beneficios y la viabilidad de la medición de resultados en salud desde la perspectiva clínica y farmacéutica, así como analizar su implantación actual en el ámbito europeo, teniendo como referencia el marco legal de nuestro entorno sobre el uso de los registros de pacientes.

Un sistema sanitario que ponga al paciente en su centro neurálgico debería prestar menos atención a las cifras y dedicar más esfuerzos a personalizar terapias y costes. "Estamos en un momento de cambio y aún seguimos con el reto de lograr la sostenibilidad del sistema sin perder su excelencia, explica Federico Plaza, vicepresidente del Instituto Roche, y agrega: "La creación de valor es un concepto íntimamente unido al de Medicina Personalizada, ya que se trata de adecuar y evaluar el impacto de cada una de las intervenciones sanitarias en una persona concreta."

El doctor Julio Mayol, director de Innovación del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) estuvo a cargo de moderar un debate que considera "crucial" para el momento que vive la sanidad en España. "Si realmente queremos centrarnos en el paciente, es indispensable aplicar el concepto de creación de valor y esto supone dejar de medir indicadores de procesos y de servicios, algo que hasta el momento ha sido el objetivo prioritario de las autoridades sanitarias. Se tendría que dar un salto de calidad y centrarse en la evaluación de los beneficios para la salud de las pruebas o tratamientos que reciben cada uno de los pacientes, analizando sus resultados pero también su impacto monetario, la inversión en tiempo y el consumo de energía".

En varias comunidades autónomas se está poniendo en marcha una especie de reembolso personalizado de los fármacos que pretende establecer la financiación de los fármacos en función del valor que aportan. De este modo se optimizan recursos y se ajusta el reembolso público al efecto real que la molécula tiene en el paciente.

"El futuro está en pagar por los resultados generados y no por las cajas de medicamento compradas", apunta Miguel Ángel Calleja, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Virgen de las Nieves (Granada). En su opinión la innovación debe valorarse de acuerdo a la respuesta terapéutica de cada paciente.

En el encuentro al que acudieron clínicos, investigadores biomédicos, gestores y autoridades sanitarias quedó patente que los registros de pacientes son una herramienta clara para conseguir personalizar los tratamientos. Sin embargo, varios asistentes señalaron que en España todavía tienen "problemas serios" que limitan su uso.

Entre ellos, Julio Sánchez Fierro, ex subsecretario de Sanidad y miembro de la Asociación Española de Derecho Sanitario señaló su "carácter temporal", "parcialidad" y "heterogeneidad". "Queda mucho por hacer -dijo- sobre todo porque aún deben digitalizarse más de 24 millones de historias clínicas".

Sánchez Fierro recordó que, aún no existe una regulación de los registros de pacientes en España, lo que impide la existencia de unas pautas básicas sobre su uso. Por ejemplo, cómo introducir los datos y cómo anonimizarlos (eliminar los datos referentes a la identidad)".

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