maternidad

Trabas a la lactancia

  • La vida profesional es la primera razón que impide alimentar a los bebés solamente con leche materna durante los seis primeros meses.

En torno al 80% de las mujeres españolas amamantan a su hijo tras dar a luz; cuando el niño tiene seis semanas este porcentaje se reduce al 68%; la cifra desciende al 52% a los tres meses y hasta el 36% a los seis meses del parto.

Son los datos del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra la semana próxima, los pediatras han querido subrayar la importancia de amantar a los bebés hasta los seis meses de edad y después continuar dándoles el pecho junto con la alimentación complementaria.

La imposibilidad de conciliar la vida familiar con la profesional es una de la causas más frecuentes de abandono. En España no hay más que ver la caída que se produce en las cifras a partir de las 16 semanas de permiso de maternidad que fija la ley. Hasta poco antes de esa fecha el 52% de las madres da el pecho -en exclusiva- a su hijo, según revela la Encuesta Nacional sobre Hábitos de elaborada por la Iniciativa Mundial de Lactancia Materna (IMLM). Son el 69% si se suma a aquellas que combinan esta leche con la artificial (la llamada lactancia mixta). Unas cifras que no están muy cercanas de lo aconsejado por la OMS, que recomienda que la leche materna sea la única alimentación del 100% de los bebés hasta los seis meses. La falta de información, los mitos y hábitos sociales y, sobre todo, la reincorporación de la mujer al trabajo lastran esta práctica.

La AEP ha identificado otras causas del abandono de la lactancia materna. Entre ellas apuntan a la falta de confianza de las madres en la cantidad y calidad de la leche que producen para alimentar a su bebé. También se producen errores de la técnica de lactancia que favorecen el abandono.

Los más comunes son el inicio tardío de la lactancia (por eso recomiendan poner el pecho nada más nacer), adoptar una mala posición al dar de mamar al bebé y el hecho de que el bebé agarre mal el pecho, lo que ocasiona que el niño no se alimente bien además de fuertes dolores a la madre.

Por otro lado, la AEP asegura que hay todavía cierto desconocimiento en el manejo de la lactancia materna entre el personal sanitario, y por esta razón no es capaz de dar soluciones a los problemas que plantean las madres. En muchos hospitales se da al recién nacido complementos a la leche que ocasiona el inicio tardío de la lactancia.

Abandonar la lactancia de forma precoz es dañino tanto para la madre como para el bebé. Por un lado se rompe muy pronto el vínculo que el pequeño ha creado con su madre.

Asimismo, el bebé pierde todos los beneficios inmunológicos que aporta la leche materna que supone la protección de enfermedades como catarros, bronquitis, neumonía, meningitis o infecciones de orina. Existen evidencias de que mientras el bebé está siendo amamantado el riesgo de muerte súbita en el lactante es menor.

Además, se reduce el riesgo de desarrollar otros problemas de salud como asma, obesidad, diabetes, infarto de miocardio o alergia.

Por otra parte, la madre pierde beneficios como la rápida recuperación el peso original que se produce con la lactancia y cierta protección contra la anemia pos parto, la depresión pos parto, la depresión y el desarrollo de varios tumores, entre ellos el de mama y ovarios.

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2016. WABA (Alianza Mundial pro Lactancia Materna), entidad que trabaja conjuntamente con OMS y Unicef es la organización que coordina cada año la celebración de este evento. El lema escogido para este año es: "Lactancia Materna: clave para el desarrollo sostenible". La semana se centrará en la relación de la lactancia materna con la sostenibilidad y más importante aún, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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