Lunes Santo

Reinventando la Semana Santa

  • La hermandad de la Paz de Fátima se estrena con brillantez en una jornada de lunes con miradas al cielo por la mañana y tranquilidad por la tarde

La Semana Santa es como un lienzo en blanco que cada año recibe nuevas pinceladas que le dan matices diferentes. Ayer ese matiz nuevo era la hermandad de La Paz de Fátima, que se estrenaba ayer en el Lunes Santo para reinventar nuestra Semana Santa.

 Pero la jornada empezaba bien temprano, con cofradías del Domingo de Ramos todavía en la calle y con un fuerte viento que fue ‘in crescendo’ conforme fueron pasando las horas. Las Angustias tuvo que recortar su camino de vuelta a su capilla precisamente por un problema con el levante, que tiró del manto y provocó problemas en el  hombro izquierdo de la dolorosa.

La Coronación, por su parte, se recogió a su hora, eso sí, con la candelería del palio completamente apagada, mientras que el Transporte se recogió cuarenta minutos más tarde de su hora prevista, a eso de las 2 y 20 minutos de la madrugada, algo que provocó que la plaza de la Merced no tuviera el ambiente de otros años, sobre todo, por el frío reinante.

Ya por la mañana el viento trajo nubes y las nubes, agua, poca, pero la justa para estropear las ilusiones de un año. Afortunadamente los partes decían que a eso de las cuatro de la tarde el cielo abriría, y no se equivocaron, lo que llenó de gozo y alegría a todas y cada una de las hermandades de la jornada.

Desde Fátima, La Paz demostró por qué se ha ganado ocupar una plaza en la jornada del Lunes Santo. Un nutrido cuerpo de nazarenos, cercano a los 200, ordenados y elegantes, puso en la calle la hermandad en su primera estación de penitencia hasta la Catedral. Junto a ellos, 19 miembros del Cuerpo de Bomberos, hermanos honorarios, que lucieron su uniforme de gala.

Por San Marcos, Jesús de la Cena volvió a impartir la Eucaristía entre izquierdos y costeros. Los hombres de Martín Gómez volvieron a demostrar por qué son una de las cuadrillas más completas de toda la Semana Santa. A destacar que la hermandad decidió antes de salir coger a la vuelta por José Luis Díez para evitar una posible ‘mojá’ como el año pasado.

La Candelaria vive este año una jornada histórica por eso de que en verano el misterio participará en el Via-Crucis que se celebrará en Madrid con el Papa de testigo de excepción durante las Jornadas Mundiales de la Juventud. Allí lo hará sólo con el Señor y la Verónica, tal y como salía hace unos años. Ayer, la hermandad derrochó categoría a raudales, como corresponde a una cofradía de barrio. Por cierto, que la Agrupación de la Sentencia, banda que acompañó al Señor de las Misericordias, con motivo de su aniversario llevó los cinco banderines que han lucido a lo largo de su historia.

Por Madre de Dios, Amor y Sacrificio ponía la nota ascética a la jornada del lunes. Lejos de la estética barroca andaluza, los aires castellanos y el soniquete del Santo Rosario volvían a invadir el flamenco barrio de San Miguel. A destacar un año más el nutrido cortejo que puso en la calle la hermandad, muestra de la devoción que despierta la dolorosa de mirada perdida.

Y en la Catedral, el Cristo de la Viga se ponía en la calle con honores de alcalde, portando en su paso el bastón de mando de la ciudad en lo que fue la recuperación de una tradición perdida hace 40 años.

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