Diario de Pasión

Ya llegó coronado a la Albarizuela

  • El de esta cofradía fue el primer paso de misterio que se hizo en Jerez, en la primera mitad del siglo XVIII

CUESTA desligar a una hermandad como La Coronación de un barrio como es la Albarizuela y los callejones de San Pedro. A pesar de este ejercicio mental cofrade, la historia de esta cofradía que cumple este año su cuarto centenario, sitúa sus raíces entorno a la antigua colegial de San Salvador, hoy Santa Iglesia Catedral. Es en el primer templo jerezano donde se aprueban sus primeras reglas de la primitiva hermandad de San Juan Bautista el 29 de julio de 1.615.

En la colegial pasó sus primeros cuarenta años, donde adquirió una notable popularidad gracias a ser la primera hermandad que no practicaba la procesión de penitentes de sangre o flagelantes. Incluso algunos historiadores apuntan que al ser una de las primeras procesiones donde los hermanos portaban cruces, esta hermandad dio nombre a la calle Cruces.

En 1.649 los frailes agustinos terminaron la construcción del convento de San Agustín (hoy en proceso de reconversión en área de negocios) e invitaron a la corporación a residir en el templo debido al mal estado de la colegial. Hasta esta fecha, la hermandad no tenía más que de la talla de San Juan Bautista, pues hasta 1.665 no encargó la construcción de un misterio completo, que costó 1.900 reales de vellón de entonces. Según los datos, este parece ser el primer misterio que se hizo en Jerez.

A principios del siglo XVIII, la hermandad mandó a construir una urna (así se llamaba al mueble sobre el que se portaba un misterio) para el paso de misterio, a cargo de Francisco Camacho. Años antes los hermanos habían adquirido la talla de la Nuestra Señora de la Mayor Aflicción, hoy Virgen de los Dolores de Villaluenga del Rosario. En este momento se produce el cambio 'popular' de la advocación de la imagen titular de la Virgen, que hasta ese momento había sido María de la Paz y que los devotos empezaron a denominar como Mayor Aflicción.

Tras la adquisición de los pasos de misterio y palio, así como de multitud de enseres, la hermandad se enfrentó a su primer traspiés en 1.779 con la supresión y extinción de las cofradías debido a la desamortización de Mendizábal.

No fue hasta 1.896 cuando se reorganizó la hermandad, saliendo el Domingo de Ramos de aquel año, que curiosamente fue el mismo día que este 2015, el 29 de marzo. Aquella Semana Santa nueve cofradías procesionaron por las calles: Coronación (Domingo de Ramos), Prendimiento (Miércoles Santo), Ecce-Homo y Expiración (Jueves Santo), Nazareno y Piedad (Madrugada) y Santo Entierro, Desconsuelo y Soledad (Viernes Santo). A pesar de este impulso, la hermandad sufrió durante los primeros años del siglo XX una serie de dificultades económicas que impidieron la salida procesional e incluso la celebración de los cultos.

En 1.913, el ruinoso convento de San Agustín acogió el último culto de la hermandad, que volvió al primer templo jerezano hasta que en 1.924 pudo instalarse en la iglesia de los Desamparados. Un año después, la hermandad de la Coronación hizo estación de penitencia, por primera vez, desde el que hoy es su templo e hizo suyo el barrio de San Pedro y la Albarizuela.

Con la inestabilidad causada por la irrupción de la II República, las hermandades de Jerez (a excepción de El Cristo), no procesionaron hasta la Semana Santa de 1.935. Desgraciadamente, en mayo de ese mismo año la vela de un fiel provocó un incendio fortuito que abrasó la talla de María Santísima en su Mayor Aflicción. La junta de gobierno de entonces se reunió para acometer lo antes posible la restauración de la Virgen a cargo de Sánchez-Cid, que supuso un coste de 2.000 pesetas.

En 1.947, los hermanos decidieron añadir la advocación de Paz a la Virgen, en recuerdo de los comienzos de la hermandad para terminar denominándose María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción. Dos años después la Coronación adquirió la imagen titular actual de la cofradía para, a mitad de siglo, salir por primera vez bajo palio después de ser bendecida. Precisamente, las dudas acerca de la talla de María es una de las cuestiones más debatidas por los hermanos, ya que hay quien la considera una creación del reconocido imaginero Juan de Astorga mientras que otros una copia fiel del mismo autor.

La hermandad de la Coronación goza desde mitad del siglo pasado una estabilidad y un reconocimiento notorio, que la coronan como una de las cofradías más destacadas del Domingo de Ramos en particular y la Semana Santa en general. En una simbiosis ejemplar, la hermandad se ha convertido en parte inseparable de uno de los barrios más añejos de la ciudad.

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