El ritual de todos los años del pase de revista, antes llamado paseíllo, tuvo lugar ayer con la reunión que mantuvieron el Consejo, los hermanos mayores y las primeras autoridades civil y religiosa de la ciudad. Fue en los Claustros de Santo Domingo, en el antiguo refectorio, a lo que siguió un desayuno y una revisión a pie de la Carrera Oficial para ver cómo ha quedado una vez terminado el montaje, un encuentro que es, poco más o menos, como dar el visto bueno a una nueva Semana Santa. Además de las autoridades, asistieron técnicos municipales y delegados de las áreas implicadas en la preparación de la Semana Santa.

Abrió las intervenciones el presidente Pedro Pérez, que tras leer el pasaje del evangelio dedicado a los talentos, lo vinculó a lo que se avecina: "En estos días vamos a poner nuestros talentos materiales e inmateriales en las calles para anunciar la buena noticia con nuestra forma de catequizar". Pidió que "cuando volvamos de la salida traigamos la satisfacción de haber cumplido con la transmisión del mensaje de Cristo a la gente que nos verá". Subrayó que "estamos todo el año trabajando para llegar a este momento", recordando que este año "también hacemos gestos a favor de los cristianos perseguidos". Terminó diciendo que "salgamos con gozo y alegría y que cuando volvamos lo hagamos con la satisfacción de haber dado el doble que cuando salimos".

La alcaldesa, María José García-Pelayo, deseó lo mejor para la Semana Santa, "que es vuestra pero también es de todo Jerez". En su discurso ahondó diciendo que "las hermandades se vuelcan y ponen toda la ilusión para ser capaces de trasladar esa ilusión y compromiso a Jerez". Agradeció el trabajo para las salidas profesionales "pero también por el de todo el año, un trabajo que va más allá de la semana de Pasión y que alcanza todo el año con la acción social, algo que no pasa desapercibido".

Monseñor Mazuelos mostró su alegría ante el pórtico de la Semana Santa, "que cada una de ellas es un milagro". Pidió a los cofrades que miren al cielo, "y no sólo para ver el tiempo ya que el Señor nos lo dará bueno, pero os recuerdo que hay que mirar hacia arriba". Insistió en el milagro de la Semana Santa que es gracias "a los muchos cofrades que hay detrás de todo esto para poder sacar a sus titulares y llevar por Jerez unas páginas del Evangelio". Recordó que en estos días "los enfermos, los que lo están pasando mal, al mirar a Cristo y a María tendrán alivio".

"Nos acordaremos de los cristianos perseguidos, esos que preparan la Semana Santa desde la clandestinidad sin saber qué les sucederá", dijo el prelado, que para finalizar, reflexionó sobre un mensaje: "A los que no creen podemos decirles que no deben tener miedo al Dios de los católicos; que está para llenar los corazones de los hombres a los que las hermandades aportan un elemento fundamental para que eso ocurra".