El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, destacó la actitud "cristiana" de los jóvenes durante toda la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) e incluso cuando "se han metido con ellos", algo que, según indicó, no había pasado en ningún encuentro anterior.

"Ni con esas", remarcó el cardenal, que subrayó que, ante todo, la respuesta de los jóvenes fue "la de siempre, la del testimonio de la alegría y del amor cristiano". De hecho, destacó que los peregrinos se comportaron como "verdaderos cristianos".

Además, alabó la "valentía" del Papa, que vivió la visita "con enorme intensidad" también en la vigilia de Cuatro Vientos cuando una tormenta interrumpió su discurso. En ese momento, según explicó Rouco, "el Papa no quiso dejar a los jóvenes solos", a pesar de las dudas de otros, y sólo renunció a dejar de pronunciar las respuestas a las preguntas de los jóvenes. "Si alguien no quería dejar a los jóvenes solos, era el Papa. Lo tenía muy claro", remarcó.

Asimismo, señaló que al Santo Padre, al que definió como un "gigante de la fe y de la humanidad", le llamó "mucho la atención" la música interpretada por el coro y la orquesta de la JMJ, y reveló que le hizo varias preguntas al respecto "con un elogio notable". Lo que permanece en "secreto" son sus impresiones durante los recorridos en el papamóvil por las calles de Madrid, según el cardenal.

En todo caso, aseguró que todos los actos "le emocionaron", como la misa del domingo que "le dejó impresionado por los silencios y los momentos litúrgicos" o el acto en el Instituto San José con jóvenes discapacitados que, a su juicio, fue "conmovedor". Rouco también destacó el encuentro con los profesores universitarios que "conservaron menos las formas que las religiosas, incluso subiéndose a las sillas", explicó. Además, subrayó la lentitud del papamóvil para estar cerca del pueblo.

"Nuestra gratitud no tiene fronteras", afirmó el arzobispo de Madrid, al tiempo que insistió en que, aunque se le ha llevado "de un lado a otro al Papa y a pesar del intenso programa que le supuso un esfuerzo físico de extraordinaria dimensión, se mostró paciente, bondadoso y entregado y rompió todas las previsiones y limitaciones, exclamó.

Además, el cardenal apuntó algunos datos positivos como las 40.000 confesiones en el Retiro, así como los 15.000 sacerdotes que se apuntaron a la Jornada, cifra con la que "se ha doblado cualquier otra participación de sacerdotes en anteriores JMJ", afirmó. Asimismo, subrayó que "no ha habido ningún accidente", a lo que el director ejecutivo de la JMJ, Yago de la Cierva, añadió que no ha habido "ninguna intoxicación etílica", a pesar de venir de la civilización "del botellón".

Asimismo, los datos de la JMJ de Madrid "han superado" prácticamente todos los números de las anteriores, destacó orgulloso.

En cuanto al beneficio económico que dejó la JMJ, los organizadores se remitieron a los datos aportados por la Cámara de Comercio de Madrid, aunque Rouco apuntó que, si la Puerta del Sol fue "poblada por multitud de jóvenes, algo habrán comprado".